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DESASTRES Y MASACRES AMBIENTALES
El Caso Vajont (Italia):
¿El Pasado nos Puede Orientar Hoy?

Por: Guido Coppari
Ingeniero Forestal (Universidad de Padua, Italia)
Magíster (c) en Áreas Silvestres y Conservación de la Naturaleza
Facultad de Ciencias Forestales
Universidad de Chile

En el debate sobre la energía en Chile, al margen de un tema de previsiones futuras, debe mirar también al pasado para conocer antecedentes del desarrollo eléctrico mundial, esto con mayor razón hoy, ya que estamos en un contexto globalizado donde la tecnología y los proyectos propuestos tienen origen europeo.

Han pasado 45 años de un evento que cambió la vida de miles de personas en el noreste de Italia, a 100 km de Venecia, en los Alpes de Belluno. “El 9 de octubre 1963 fue un estupendo día de sol. En esta estación (el otoño) la montaña es esplendida, llena de cálidos colores otoñales.” Se acerca la noche “y la gente está toda en los bares”… “hay el partido de fútbol Real Madrid-Rangers de Glasgow”…“la gente se entretiene, conversa y apuesta” (Tina Merlin, 1997). Ese 9 de octubre fue un día de otoño cualquiera hasta las 22:39 hrs. cuando ocurrió un suceso imprevisible. Una ola de agua de 30 millones de metros cúbicos se levantó por sobre 260 m de alto, sobrepasando el dique y cayendo al suelo a una velocidad de 50-60 km/h borrando en 3 minutos la existencia de 2.500 personas y sus casas (el pueblo de Longarone y sus alrededores, entre todos los pueblos fueron muy dañados Erto y Casso, situados arriba del embalse; Fig. 1 y 2). “Una fatalidad” fue el primer comentario en los diarios nacionales. Por entonces no eran conocidas las imágenes de la destrucción causada por un Tsunami, además el lugar del desastre era muy lejos del mar en los Alpes Orientales.

Pero tampoco se trató de una catástrofe natural sino que del “peor desastre ambiental en la gestión del territorio nunca antes ocurrido que haya sido provocado por el ser humano”, según la ONU, en la presentación del “2008 Año Internacional del Planeta Tierra” (París, 12-02-2008), ya que fue un accidente humano dramáticamente previsible.

 

Longarone
Fig.1: Longarone antes.
Longarone
Fig. 2: Longarone después.

Por entonces (1963), el dique de doble bóveda sobre el río Vajont era el más grande del mundo (Fig. 3 y 4; con una capacidad de 115 millones de m3 con un nivel máximo de 725,5 m) con su 264,6 m de altura y de 130 m de ancho, un espesor de base de 22,11 m y al tope de 3,4 m de cemento armado por un total de 360.000 m3. A pesar de estos números no pudo contener la fuerza de 172 millones de KWh. producida por la caída de 260 millones de m3 de roca de sedimentaria del monte Toc dentro el embalse, con alud de 1800 m de ancho y a la velocidad de 110 km/h desde la cota 700 m de altitud (Fig.5).

Longarone
Fig. 3-4: el dique del Vajont.
Longarone
Fig. 5: el deslizamiento del monte Toc.

Italia es un país escaso en recursos naturales, y para suplir a una demanda creciente de energía a principios del 1900 y después de la IIº Guerra Mundial, hubo una inversión masiva en centrales hidroeléctricas en los Alpes, alcanzando en 1960 el 82% de la matriz eléctrica (en la actualidad es del 19,4%; fuente ENEL, Ente Nacional de Energía Eléctrica). La construcción de este proyecto empezó el 17 julio 1957 bajo la SADE (Sociedad Adriática de Electricidad de Venecia), y terminó en el año 1959 pasando bajo la gestión de ENEL en el 12 diciembre 1962. Este dique completaba un circuito de diques existentes, permitiendo almacenar agua de los otros embalses y generar 24 millones de Kwh, por lo tanto era clave para solucionar el problema de escasez de energía y dependencia nacional de los países vecinos. Constituía una garantía de obtención electricidad a bajo costo para el desarrollo industrial (de grandes ciudades como Milán, Turín y Modena) y la modernización de un área rural, deprimida en el país, donde la gente vivía duramente del trabajo de los campos y de los vacunos criados en estas montañas. El río Vajont, afluente del más grande río Piave, que pasaba en una estrecha garganta entre medio de las montañas pareció ser el lugar más apto para la ubicación del embalse. Los lugareños aceptaron que se inundara el valle por más de 170 ha, incluyendo más de 40 casas y los pastizales que quedaron en el fondo del nuevo embalse. Ellos confiaban en la perspectiva de un futuro mejor y más estable para las nuevas generaciones.

El 4 de noviembre 1960 hubo un deslizamiento de 800.000 m3 de roca en el embalse después que el 2 de febrero el embalse se llenará de agua hasta el nivel de 600 m, sin embargo se prefirió callar las protestas frente a los intereses y a las inversiones comprometidas en el embalse. Así se determinó esta tragedia anunciada: una montaña de roca sedimentaria que, como una esponja, absorbió el agua del embalse y provocó un deslizamiento sin precedentes por el movimiento paralelo de los estratos de roca.

El dique sigue allí (Fig.6), obra de ingeniería de óptima factura, pero colocada en el lugar equivocado. Nos recuerda los límites de la tecnología cuando prescinde de la comunidad. La comunidad había manifestado su preocupación antes del primer deslizamiento y a las grietas aparecidas, pero no fue escuchada por ser más importante capitalizar una valiosa inversión.

Longarone
Fig. 6: El dique de Vajont hoy.

Hoy es oportuno reflexionar acerca de las alternativas energéticas y sus posibles consecuencias, antes de considerar la construcción de mega céntrales hidroeléctricas como la única solución, y a la hora de tomar decisiones es importante no olvidarnos del Caso Vajont. Este dique fue considerado también una obra irrenunciable en respuesta a las necesidades del crecimiento de un país y terminó siendo un dramático fracaso. El documento ONU del 12/02/2008 afirma que “El Caso Vajont es un clásico ejemplo del fracaso de ingenieros y geólogos en comprender el problema que intentaban solucionar” y manda una señal a los gobiernos, a no repetir los mismos errores.

A pesar de la distancia entre los Alpes y los Andes, existen importantes similitudes en las circunstancias con que se proyectó el dique del Vajont y los embalses proyectados para Aysén: un contexto de recursos naturales únicos como los son la región de Aysén y el tramo de los Alpes denominado Dolomiti, conocido en todo el mundo por su atractivo turístico, las pistas de esquí y los senderos de montañas; un monopolio eléctrico Endesa-Colbún con grandes capitales como la SADE, un holding que en 1960 tenía actividades por 404.200 millones de liras (208.751.878,61 euros); una zona rural de montaña deprimida y una prioridad nacional de cambios en la matriz energética para alcanzar mayor independencia energética y fortalecer la industria nacional. En este entonces (1963) “la SADE dice que desarrollará el turismo y que el turismo traerá bienestar a los ertocassiani (los habitantes de Erto y Casso)” “no hay que olvidar el otro plato de la balanza, o sea las ventajas que derivan de la mejora de la economía general debido a la disponibilidad de energía eléctrica”, así escribía en 1950 Carlo Semenza, el responsable de la SADE, por la construcción de los diques y ingeniero proyectista desde 1940 del dique de Vajont (Merlin, 1997). Todas estas promesas han quedado sin cumplir.

Hoy existe un antes y después del Caso Vajont en el manejo de los recursos naturales: ¿Es justificable el precio de un cambio radical de una región por el desarrollo de un país?, ¿Qué ha pasado en Italia sin esta mega central? ¿Qué futuro queremos dejar en herencia a las próximas generaciones?

Por ejemplo, después de los mega proyectos de los ’60, Italia optó por la microhidráulica, destacándose como uno de los máximos productores del mundo: hoy existen 1493 centrales mini hidráulicas de 2 MW a 10 MW, mientras en Austria hay 2200, en China 2178, en Francia 1720, en Suiza 1003 y Japón 597. Y también Italia es líder en micro hidráulicas (potencia inferior a 1 MW): 1031 centrales, juntos a China 1119, Francia 1500, Austria 1900, Suiza 892 y Japón 638 (CIE-UNAM, Centro de Investigación de la Energía de la Universidad Autónoma de México). La Microhidráulica representa el 84% de las energías renovables en la Comunidad Europea (ESHA, European Small Hydropower Association).

Fuentes:

Merlin T., 1997. “Sulla pelle viva”. Cierre Edizioni, Verona, Italia.

(es) Universidad Nacional Autónoma del México - Centro de Investigación en Energía
(it) Enel
(en) ESHA (European Small Hydropower Association)
(es) Asociación Río Aragón - COAGRET

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