El género Tibouchina de la familia de las Melastomataceae, comprende plantas en su mayoría siempreverdes y arbustivas que viven en las selvas pluviales de México, de las Indias occidentales y de América meridional tropical, sobre todo Brasil y regiones circundantes. En la naturaleza son auténticos matorrales que alcanzan los 4-5 m de altura mientras que si se cultivan en maceta y en un piso, no superan 1,20 m de altura.
La planta se presenta con los tallos semileñosos, hojas de un bonito color verde intenso y de grandes dimensiones, ovales y coriáceas. Las flores son muy llamativas, irregularmente coloreadas y muy decorativas.
Existen unas 240 especies entre las que, sin embargo, la más extendida y cultivada es únicamente la
La Tibouchina semidecandra (foto debajo) es originaria del Brasil. Presenta tallos leñosos o semileñosos, cuadrangulares, de los que se desarrollan las ramas que llevan hojas aterciopeladas, ovaladas-lanceoladas, de color verde intenso, con nervaduras evidentes en relieve, de unos 8 cm de largo. Las flores se forman en las extremidades de las ramas, desde el verano hasta el otoño avanzado, bastante grandes, de unos 8 cm, de color rojo-morado y son bastante duraderas.
Las Tibouchina crecen muy bien en piso con temperaturas alrededor de los 24°C y no tienen que bajar de 13°C.
Quieren la luz pero no el sol directo y los entornos ventilados pero atención a las corrientes de aire, sobre todo frío, que no agradecen.
Durante el período primavera - verano se riegan regularmente de modo que el sustrato esté siempre constantemente húmedo teniendo cuidado de no dejar encharcamientos en el posamacetas que no toleran. Durante el período otoño-invierno los riegos se disminuyen de modo que el terreno sólo esté ligeramente húmedo.
Puesto que es una planta que quiere entornos húmedos, durante la estación más cálida haga frecuentes nebulizaciones a las hojas. Es además oportuno situarla sobre un posamacetas con arcilla expandida u otro material donde siempre estará presente un hilo de agua que al evaporarse garantizará un entorno húmedo teniendo cuidado de que el fondo de la maceta no entre nunca en contacto con el agua.
La Tibouchina se trasplanta cada año al final del invierno-principio de la primavera, utilizando un sustrato fértil a base de turba y añadiendo un poco de arena gruesa para favorecer el drenaje del agua de riego.
En el caso de esta planta se puede afirmar que crece proporcionalmente a la maceta: cuanto mayores son las dimensiones de la maceta, mayor será el desarrollo de la planta, por lo que si se desean plantas de grandes dimensiones hace falta cada año, aumentar las dimensiones de la maceta. Esto hasta un máximo de cerca de 30 cm de diámetro. Después cada año se extraen unos 3-5 cm de la capa superficial y se sustituye con sustrato fresco.
En el momento del trasplante, es también oportuno situar tutores a lo largo de la circunferencia de la maceta a los que deberán anclarse las ramas de la planta para tener un desarrollo armónico.
Con el agua de riego se suministra un abono líquido durante todo el período primavera - verano cada 3-4 semanas.
Use un buen abono que no sólo contenga nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), sino también los llamados microelementos, igualmente importantes para el crecimiento de la planta, es decir, el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), todos importantes para el crecimiento de la planta.
Disminuir ligeramente las dosis con respecto a lo indicado en la etiqueta del fertilizante.
La Tibouchina es una planta que florece durante el período veraniego y hasta el otoño avanzado. Las flores duran bastante.
Las plantas deben ser podadas enseguida después de la floración o bien al principio de la primavera, antes de la reanudación vegetativa para tener una planta armoniosa.
La multiplicación de la Tibouchina ocurre por esqueje.
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE DE TALLO ARRAIGADO EN TIERRA
En primaveras o al principio del verano se retiran esquejes de 10-15 cm de largo de la planta madre cortando justo bajo un nudo y de manera oblicua. Corte con un cuchillo afilado, limpio y desinfectado para evitar que se deshilache el tejido.
Se retiran a continuación las hojas que se encuentran más abajo y se aconseja espolvorear la superficie cortada con hormonas de enraizamiento para favorecer la emisión de las raíces. Luego se instalan los esquejes en un sustrato formado por turba y arena gruesa a partes iguales.
Situar la maceta con el esqueje en una zona con temperaturas alrededor de 21-24°C y sombreada y dentro de una capucha de plástico transparente para mantener el calor y la humedad constantes. Para hacer esto puede usar palitos que posicionará en el terreno para mantener el plástico lejos del esqueje.
Cotidianamente se aparta el plástico y se controla la humedad del terreno (tiene que estar siempre húmedo, no empapado) y se elimina eventualmente el agua de condensación que se haya formado sobre el plástico. Generalmente hace falta cerca de un mes para el enraizamiento. Cuando aparezcan los nuevos brotes, significa que el esqueje ha arraigado. Entonces se aparta el plástico, se deja la planta en la misma posición, a la misma temperatura, y se riega con más moderación. Sólo después de otro mes los esquejes pueden ser trasplantados a la maceta definitiva con un sustrato como el indicado para las plantas adultas, se despuntan los ápices vegetativos para favorecer el desarrollo de nuevas ramas y se tratan como las plantas adultas.
Pueden ser diferentes las causas que provocan la caída de las hojas, todas debidas a una mala técnica de cultivo: temperaturas demasiado bajas, la planta ha quedado seca durante demasiado tiempo o ha sido regada demasiado.
Remedio: analice cómo ha cultivado hasta ahora la Tibouchina y compare con las indicaciones de la presente ficha y actúe por consiguiente.
Este síntoma podría ser asociado, además de a los factores indicados anteriormente, también a una escasa iluminación.
Remedio: hace falta desplazar enseguida la planta a un lugar donde reciba luz abundante pero no el sol directo.
Este síntoma en la mayoría de los casos denota la presencia de la araña roja, un ácaro. Es posible también encontrar sutiles telarañas, sobre todo en el envés de las hojas.
Remedio: mantener el entorno alrededor de la planta húmedo principalmente aumentando las nebulizaciones ya que la humedad es el peor enemigo de este parásito. Sólo en caso de infestaciones graves hace falta intervenir con antiparasitarios específicos.
