Nota 1
La Alsobia es una preciosa especie estolonífera muy estimada como tapizante o para ser cultivada en cestos suspendidos.
El género Alsobia de la familia Gesneriaceae comprende muchas especies herbáceas, estoloníferas y perennes, originarias de América centro-meridional. Se trata de plantas de porte colgante o trepadoras cultivadas comúnmente en cestos suspendidos mientras que en la naturaleza forman auténticas alfombras.
De los estolones se forman tallos finos, a menudo revestidos por una ligera pelusa, con hojas de color verde intenso, espesas y con los márgenes ondulados. Desde la primavera y todo el verano forman flores de grandes dimensiones, tubulares, con márgenes desflecados, de color blanco cándido inestablemente salpicado de manchas según la especie y la variedad.
Hasta a hace poco el género estuvo unido al género Episcia porque tenían características muy parecidas entre ellos.
Existen comúnmente muchas especies en el género Alsobia pero las únicas cultivadas son:
La Alsobia dianthiflora es una planta de porte compacto, estolonífera, con hojas ovaladas de color verde oscuro y grandes flores con los pétalos desflecados de color blanco.
Nota 1
La Alsobia punctata está caracterizada por flores tubulares blancas salpicadas de manchas de violeta en la parte interior de la corola.
Dos híbridos muy conocidos y cultivados son:
Las Alsobia son muy fáciles de cultivar y no solicitan cuidados y atenciones particulares.
Las temperaturas mínimas no tienen que bajar de los 15-16°C. También soportan temperaturas considerablemente más bajas (cerca de 4-5°C) a condición de que la planta esté en absoluto descanso vegetativo durante los meses fríos, aclarando los riegos a partir del otoño.
Quieren exposiciones muy luminosas pero lejos de los rayos directos del sol.
La planta debe regarse regularmente para mantener el terreno solo ligeramente húmedo durante el período primavera-verano. Durante el otoño y el invierno los riegos se reducen, casi se suspenden porque la planta entra en descanso vegetativo.
Atención a los estancamientos que no toleran en ningún modo.
Las Alsobia no son particularmente exigentes en terreno. Una buena mezcla podría estar formada por mantillo de hojas, turba, con la añadidura de un poco de arena para favorecer el drenaje del agua de riego.
Se aconseja usar barro cocido, en este caso más ancho que alto, porque las plantas tienden a desarrollar además un buen aparato radicular en la terracota, que al ser un material poroso, permite al terreno mantener intercambios gaseosos con el exterior.
Se abona cada tres semanas a partir de la primavera y todo el verano diluyendo el abono en el agua de riego y demediando las dosis con respecto de lo indicado en la etiqueta del fertilizante. En los demás períodos deben suspenderse.
Es oportuno usar un abono que además de contener macroelementos: nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) y contenga también microelementos como el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), el magnesio (Mg), todos importantes para un correcto crecimiento de la planta.
La poda se hace necesaria para contener el crecimiento de la planta y darle un porte más compacto, además, esto fuerza a la planta a tener un mayor acrecentamiento en la base y a la emisión de un número mayor de flores.
Tenga cuidado de que el utensilio que use para el corte esté limpio y desinfectado, preferiblemente a la llama, para evitar infectar los tejidos.
La época de floración de la Alsobia es la primavera y el verano.
La multiplicación puede ocurrir cortando partes de estolones con raíces y trasplantándolos en macetas individuales o bien por esqueje de tallo u hoja.
Entrenudos largos son el clásico síntoma de que la planta recibe poca luz.
Remedio: desplazar la planta a una posición más luminosa pero no al sol directo.
Si la planta no florece quiere decir que no recibe luz suficiente.
Remedio: desplazar la planta a una posición más luminosa pero no al sol directo.
Pequeños insectos móviles de color variable del blanco al amarillo o al verde son indudablemente áfidos más a menudo llamados pulgones. Son insectos que si no tuvieran control pueden provocar graves daños a la planta.
Remedio: usar productos químicos específicos localizables en un buen vivero.
Notas
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