Las adelfas son matorrales siempreverdes muy apreciados y conocidos en todos los países del Mediterráneo y Asia oriental por sus generosas y coloridas floraciones que alegran las avenidas y calles de la costa.
El género Nerium, donde figuran las plantas conocidas como adelfas, pertenece a la familia Apocynaceae e incluye matorrales siempreverdes muy extendidos en todas las zonas del Mediterráneo gracias a su capacidad de resistir a temperaturas elevadas, incluso 40-50°C, y a los entornos salinos y al mismo tiempo formar elegantes setos a lo largo de las calles. Es muy frecuente en efecto hallarlo a lo largo de las avenidas costeras de los países mediterráneos donde forma setos muy llamativos y coloridos que resisten sin problemas los gases de escape de los coches.
Existen muchas especies entre las que recordamos:
Es la especie más extendida y es originaria de los países mediterráneos y de oriente.
La planta está formada por ramas flexibles, no muy grandes que llevan hojas sin pecíolo, alargadas, coriáceas, asociadas en grupos de dos-tres. Las flores, simples o dobles, se forman en la parte terminal de las ramas de color variable del blanco, al rosa, al amarillo, al naranja, al rojo, al lila y son perfumadas.
En la naturaleza es una planta que puede alcanzar incluso los seis metros de altura mientras que si se cultiva en maceta generalmente no supera los 2 m.
También es conocido con el nombre de Nerium odorum (según algunos botánicos se trata de la especie N. oleander) y es la especie extendida principalmente en oriente medio, en China y en Japón. Es muy parecida al N. oleander solo que de dimensiones más contenidas y las flores, perfumadas, son de color rosa o blanco y florece prácticamente todo el año.
La adelfa es una planta que quiere la luz y el sol durante todo el año y tiene necesidad de entornos muy bien ventilados.
Las temperaturas ideales de cultivo están alrededor de los 18°C aunque crece bien a temperaturas mucho más elevadas e incluso soporta sin problemas temperaturas alrededor de cero grados centígrados.
Si se cultiva al exterior debe ser colocada a pleno sol mientras que si se cultiva en casa (cosa en todo caso desaconsejable si tiene niños pequeños o animales ya que es venenosa en todas sus partes) debe ser cultivada a plena luz pero teniendo cuidado de que no reciba los rayos del sol detrás de los vidrios, especialmente en verano, porque al funcionar como una lupa, la quemarían.
Se riega generosamente siempre de modo que se tenga el terreno ligeramente húmedo durante el período veraniego y durante el período invernal.
La época mejor para efectuar el trasplante es el principio de la primavera cuando la maceta se ha vuelto demasiado pequeña para contener las raíces. Se utiliza una maceta ligeramente más grande que la precedente hasta un máximo de 30 cm. Posteriormente cada año se extraen los primeros 2-5 cm de terreno y se sustituyen con terreno nuevo.
No hay necesidad de un terreno especial: un buen suelo fértil es suficiente.
Es oportuno situar sobre el fondo de la maceta trozos de barro cocido de modo que se favorezca un escurrido más rápido del agua de riego en exceso porque las adelfas no quieren encharcamientos.
A partir de la primavera y todo el verano la adelfa se abona cada dos semanas usando un fertilizante líquido que debe ser diluido en el agua de riego. Durante el período otoño - invierno los abonos deben ser suspendidos.
Use un buen abono que no sólo contenga nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), sino incluso los llamados microelementos, igualmente importantes para el crecimiento de la planta, es decir, el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo).
Florece durante todo el período veraniego y el principio del otoño.
Es importante que las flores apenas se mustian sean retiradas porque sacarían nutrientes inútilmente a las demás flores.
En consideración al hecho de que es una planta que crece mucho y de manera desordenada, en otoño hace falta podarla de modo abundante, tan pronto como las últimas flores se hayan desvanecido.
Los tallos que han florecido tienen que ser reducidos a la mitad de su largo mientras que las ramas laterales tienen que cortarse a 10 cm de la base.
Acordarse de usar guantes cuando se hacen estas operaciones sobre la adelfa porque es una planta muy venenosa.
La multiplicación puede hacerse por semilla o por esqueje.
La multiplicación por semilla, además de ser muy larga (en el sentido de que hacen falta muchos años antes de tener una planta capaz de florecer), tiene incluso la desventaja de que al intervenir la variabilidad genética no se tiene la seguridad de que las nuevas plantas serán iguales a la planta madre.
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE
El modo más simple de propagar las adelfas es hacer arraigar los esquejes sencillamente poniéndolos en un vaso de agua. Se retiran los esquejes en primavera de cerca de 10-15 cm de largo, cortados con un corte oblicuo (de este modo se tendrá una mayor superficie de enraizamiento) y se instalan en un vaso que contenga agua. Cuando las raíces hayan alcanzado los 2,5 cm de largo pueden ser plantados en la maceta usando un mantillo tal como el indicado para las plantas adultas. Generalmente en cosa de una - dos estaciones la planta estará bien arraigada y entonces puede ser trasplantada al sitio definitivo.
Este síntoma hay que atribuirlo a riegos escasos.
Remedio: regule mejor los riegos recordando que el terreno tiene que quedar siempre húmedo.
Ambas son el clásico síntoma de la presencia de la cochinilla parda o algodonosa, insectos que pueden traer grave daño a la planta si no son eliminados sin piedad.
Remedio: puede probar a eliminarlos usando un pequeño copo de algodón mojado en alcohol desnaturalizado o bien si la planta es demasiado grande use un insecticida específico localizable en centros especializados.
El nombre del género deriva del griego neros «agua» porque es una planta que crece espontánea en proximidad de los cursos de agua.
Es una planta que contiene muchas sustancias venenosas localizadas en las hojas y en la corteza tanto que por ejemplo es suficiente asar comida con su madera o bayas de adelfa para envenenarnos o bien dormir sobre sus hojas. Así pues, cuando se maneja esta planta hace falta tener mucho cuidado (no sólo con la savia que rebosa de las heridas) y cuando se poda por ejemplo o se retiran los esquejes hace falta siempre usar guantes de goma y lavarlos muy bien después de usarlos.