El género Mammillaria pertenece a la familia Cactaceae y comprende numerosas especies originarias de Norte América y México. En particular este género es originario de las zonas desérticas, tanto que forma parte del vasto grupo de plantas llamadas plantas del desierto, adaptadas por lo tanto a vivir en condiciones imposibles: sol muy caliente de día y noches a menudo frías, si no heladas. Están adaptadas por lo tanto a vivir en condiciones que harían morir a cualquier otra planta. Gracias a eso y posiblemente gracias a la estructura de sus tallos que son capaces de almacenar el agua que no se pierde gracias a sus hojas transformadas en espinas.
Como todas las plantas pertenecientes a la familia Cactaceae, también son llamadas plantas crasas porque se presentan a la vista regordetas o plantas carnosas por sus tallos grandes y pulposos. La dicción más correcta, sin embargo, es plantas suculentas porque en sus tejidos acumulan savia, por lo tanto zumo.
La particularidad de los cactus es que son plantas totalmente desprovistas de ramas y las flores crecen de una "almohada" de pelos (areola) directamente del tallo.
Son plantas bastante pequeñas, provistas de un tallo globoso o cilíndrico, que parecen pequeñas almohadas. Muchas crecen formando brotes basales que crecen formando un grupo de pequeñas plantas.
Su particularidad más notable, que permite de distinguirla de las otras Cactaceae, es la presencia de pequeños tubérculos que las revisten completamente, dispuestos en espiral y no en costillares como por ejemplo ocurre en el género Echinopsis. Cada tubérculo tiene una areola, que no es otra cosa que pequeñas protuberancias dispuestas en pequeños mechones que recuerdan una estrella. De la areola se desarrollan las espinas, más o menos robustas o sedosas, que no son otra cosa sino las hojas.
Esta transformación es una adaptación de la naturaleza a las condiciones en las que viven en sus entornos naturales, que permite reducir la transpiración al mínimo y por lo tanto la pérdida del agua almacenada ya con mucha dificultad.
Las flores aparecen en verano y se disponen de modo que forman una corona sobre la cumbre de la planta.
El género comprende unas 170 especies de entre las que se reproducen algunas fotos.
Una creencia muy extendida es que "las plantas crasas" crecen bien aunque se descuiden. Esto no es para nada verdadero, porque como todos los seres vivos, tienen necesidad de atenciones y cuidados. Pueden sobrevivir si las descuidamos pero en modo alguno vivir de la mejor manera conforme a sus capacidades. Considerando que los cuidados que solicitan no son muchos, dediquemos en fin unos pocos minutos a la semana a estas increíbles plantas y nos lo recompensarán con un crecimiento estupendo.
Son plantas que solicitan mucha luz, en todas las estaciones del año, con exposición al sol directo. Lo óptimo es una exposición al sur y a evitar, en cambio, una exposición al norte.
Si la planta está situada sobre un alféizar detrás de vidrios dobles, durante el verano manténgala en ligera sombra ya que los rayos del sol están demasiado concentrados en ese caso.
Las temperaturas veraniegas óptimas de cultivo están entre los 15 - 24°C mientras que en otoño e invierno tienen que rodear los 10-13 °C, pero cuidado con bajar de 10°C. Si las temperaturas bajan alrededor de estos valores, asegúrese de dejar la planta seca..
Sobre todo son plantas que quieren aire por lo que deles su aire fresco, sobre todo en verano, situándolas cerca de una ventana abierta.
Los riegos de la Mammillaria tienen que efectuarse cuando la superficie del sustrato está seca. Como media, por lo tanto, durante el período primavera-verano una vez a la semana y durante el período otoño-invierno una vez al mes, obviamente en función de la temperatura.
Si las temperaturas de invierno se hunden sensiblemente, asegúrese de tener la planta seca.
Hace falta evitar con cuidado dejar agua estancada en el posamacetas porque no toleran en modo alguno los encharcamientos que llevarían a la podredumbre de las raíces.
La Mammillaria, como todas las plantas, tiene necesidad de ser trasplantada periódicamente. Muy a menudo no trasplantamos porque, desanimados por las espinas siempre posponemos este "momento difícil", con graves daños para nuestra planta.
En general, todas las Cactacee tienen un sistema de raíces que se expande mucho, especialmente en la superficie, por el hecho de que las raíces, en su entorno natural, van a buscar en el terreno circundante la poca humedad y nutrición que logran encontrar. ¡Pensemos que en la naturaleza un Cactus del desierto de unos 15 cm puede tener raíces que se expanden en un metro cuadrado!
Una señal de la planta para decirnos que la maceta que las hospeda es demasiado pequeña, a pesar de que los riegos, los abonos y la exposición sean perfectas, es una disminución de la velocidad del crecimiento. Si saca la planta de la maceta verá que las raíces son un todo con el terreno y algunas incluso también brotan del agujero de drenaje. Por ello es buena norma cada año, en primavera, controlar para ver si las raíces están apretadas y demasiado amontonadas.
El trasplante también es un óptimo momento para controlar el estado de las raíces: si nota raíces tiznadas o grisáceas (las raíces tienen que ser blanco-nata) deben ser eliminadas. Tome entonces tijeras lavadas y esterilizadas, preferiblemente a la llama, y proceda al corte. Después rocíe en las heridas de corte polvo fungicida de amplio espectro y luego trasplante. En este caso, espere al menos una semana antes de regar para permitir a las heridas cicatrizar.
Para el trasplante utilice un compost específico para cactáceas al que añadiremos arena gruesa o perlita en la proporción de 2:1 (2 partes de compost por 1 parte de arena o perlita).
Tenga cuidado de colocar trozos de barro cocido en el agujero de drenaje de modo que la tierra o las raíces no obstruyan el agujero de drenaje porque los encharcamientos son letales para esta planta.
Personalmente aconsejo siempre usar barro cocido y no plástico porque permite transpirar a la tierra y si el agujero de drenaje ha sido arreglado de modo que garantice un buen aliviadero de las aguas, diría que es perfecto. Además las macetas tienen que ser más anchas que profundas porque el aparato radicular tiende a desarrollarse en anchura más que en profundidad.
Para efectuar un buen trasplante de estas "plantas espinosas" proceda de este modo: riegue bien el sustrato y deje escurrir el agua algunas horas: esta operación hace más fácil la extracción de la planta de la maceta. Luego póngase un bonito par de guantes o tome hojas de periódico que usará a modo de guante.
Vuelque la maceta martilleando delicadamente sobre el fondo y tire de la planta. Si la planta hace resistencia, empuje con un lápiz por el agujero de drenaje.
Poco antes ya habrá preparado la nueva maceta, más grande, en la que habrá colocado trozos de barro cocido en el fondo de los agujeros de drenaje y un poco del sustrato indicado anteriormente, mezclado y listo para ser utilizado. Añada luego nuevo sustrato todo alrededor teniendo mucho cuidado de que el compost y la altura a la que sitúa la planta, sea igual a la anterior. No la entierre ni más, ni menos.
El primer riego después del trasplante hágalo por inmersión de la maceta. Recuerde que si ha podado las raíces hace falta esperar antes al menos una semana antes de regar para dar tiempo a las heridas de cicatrizar.
Desde la primavera y durante todo el verano abonar cada 3-4 semanas con abono líquido a diluir en el agua de riego..
A partir del otoño y durante todo el invierno, suspender los abonos porque la planta va a descanso vegetativo por lo que no se tienen que dar abonados que se acumularían en el terreno creando un entorno dañino para las raíces de la planta.
Para asegurar un óptimo crecimiento y una excelente floración, suministre un abono balanceado igualmente en nitrógeno, fósforo y potasio, por ejemplo 30:30:30. Además del nitrógeno, el fósforo y el potasio, asegúrese de que el fertilizante que use siempre contenga también magnesio (Mg), hierro (Fe), manganeso (Mn), cobre (Cu), cinc (Zn), boro (B), molibdeno (Mo), todos importantes para un correcto y equilibrado crecimiento de la planta.
Si asegurara a la Mamillaria la cantidad justa de luz solar, agua y abono, tal como indicado en los correspondientes párrafos, tendrá bonitas floraciones.
La planta generalmente empieza a florecer desde el principio del verano y continúa durante todo el verano.
La floración es particular porque las flores se disponen de manera que forman una corona sobre la cumbre de la planta.
La Mamillaria se multiplica por división de los brotes basales o por semilla. Al elegir la técnica a adoptar se debe tener presente que la multiplicación por semilla tiene la desventaja de que no se conseguirán, casi con toda seguridad, plantas iguales a la planta madre al intervenir la variabilidad genética. En consecuencia, si quiere conseguir un ejemplar preciso o no está seguro de la calidad de la semilla, es mejor hacer la multiplicación por esqueje.
MULTIPLICACIÓN POR DIVISIÓN DE LOS BROTES BASALES
Los brotes basales son pequeñas plantas que crecen en la base de la planta madre. Para extirparlos utilice un cuchillo bien afilado y desinfectado, preferiblemente a la llama.
A menudo estos brotes están provistos de raíces por lo que, en este caso, en cuanto son retirados de la planta madre deben ser trasplantados sin regarlos durante unas 2-3 semanas para evitar la manifestación de podredumbres.
En caso de que el brote que retira esté desprovisto de raíces, entonces antes de trasplantarlo deje secar las superficies cortadas durante unos 7 días.
Utilice en ambos casos un compost como el indicado en el párrafo «Trasplante».
Después del trasplante la planta debe ser tratada como una planta adulta.
La multiplicación por semillas se realiza en marzo-abril distribuyendo lo más uniformemente posible las semillas sobre un sustrato formado por 2 partes de sustrato para semillas y una de vermiculita.
Si tiene muchas Mamillaria en casa, puede probar a hacer cruces entre plantas con flores diferentes y tratar de conseguir híbridos. Tome un pincel y cuando las flores están completamente abiertas, frote suavemente el pincel en el centro de la flor y luego páselo a la flor de otra planta. Si se tiene la suerte de conseguir algunas plantas nacidas de semillas conseguidas por polinización cruzada, podrían tener un aspecto diferente de las plantas originarias.
Si desea en todo caso recoger las semillas, retírelas de la planta con un par de alicates cuando están maduras, es decir cuando su color se vuelve más oscuro. Deje secar los frutos o bien, para hacer más rápida la operación, prénselos sobre una hoja de papel secante de modo que las semillas rebosen.
Puede usar macetas no muy altas o bandejas de multiplicación dejando un espacio de al menos 2 cm entre el borde de la maceta y el terreno. Sumergir luego la maceta en agua hasta que la tierra esté bien mojada. Entonces deje escurrir el agua en exceso y ordene las semillas sobre la superficie del sustrato de modo uniforme y eventualmente use un trozo de madera para enterrarlas de manera uniforme o bien vierta encima un poco de sustrato.
La bandeja debe quedar cubierta con una hoja de plástico transparente o una losa de vidrio que garantizará una buena temperatura y evitará un desecado demasiado rápido del sustrato. La hoja de plástico debe ser retirada cada día para controlar el grado de humedad del terreno y sacar el agua de condensación que se forma sobre el plástico o en el vidrio.
La bandeja o la maceta que contiene las semillas debe ser mantenida a la sombra, a una temperatura alrededor de 21°C y constantemente húmeda (usar un rociador para humedecer totalmente el sustrato) hasta el momento de la germinación
Cuando las semillas hayan germinado (generalmente la germinación ocurre después de 1-2 meses y a veces más), se aparta el plástico o el vidrio. Ya que las semillas no germinan todas juntas sino de manera gradual, hará falta garantizar a las nuevas plantas un poco de luz, por lo que situará la bandeja o la maceta de modo que reciba un poco de luz, pero no excesiva, de modo que también respetemos a las semillas que todavía no han germinado.
En todo caso retire entonces definitivamente el plástico o la hoja de vidrio.
Una vez que las plántulas son suficientemente grandes para ser manipuladas se trasplantan en la maceta final. Tenga en cuenta en esta etapa que las plantas emplean varios meses y incluso un año antes de tener las dimensiones idóneas para ser trasplantadas. No os desanimáis. Ténedle tranquilamente en su bandeja y te lleva como ella las plantas adultas pero no te trasplantas ella primera que tenemos las dimensiones adecuadas.
Como todas las cactáceas, no son plantas particularmente sometidas a enfermedades. En su caso quizás sea más correcto hablar de fisiopatías, es decir enfermedades debidas no a agentes patógenos sino a malas técnicas de cultivo.
Comúnmente la planta se alarga y asume una coloración verde clara. Éste es el clásico síntoma de poca luz.
Remedio: sitúe la planta en una posición más iluminada.
Este síntoma se debe generalmente a riegos muy escasos. Si estamos muchos meses sin regar la planta, especialmente en verano, la planta agota toda el agua contenida en los tejidos y por lo tanto aparece como "vaciada."
Remedio: no siempre si se llega a este estadio es posible recuperar la planta, en todo caso vale la pena hacer una tentativa reponiendo riegos adecuados.
Si la planta empieza a presenta este síntoma, como si la planta se hubiera quemado y se notan pequeñas grietas, quiere decir que las temperaturas son demasiado bajas.
Remedio: situar la planta en un lugar más idóneo.
Si se observa este síntoma, la causa podría ser la cochinilla: cochinilla algodonosa o cochinilla parda (ver fotos debajo). Se trata de insectos muy dañinos que se alimentan de la savia de la planta causando su deterioro y, en los casos más graves, la muerte. A menudo no son fáciles de localizar porque se anidan entre las raíces. Así pues, si se observa que la planta se deteriora, conviene sacarla de la maceta y controlar las raíces que si no están podridas, seguramente tienen en curso una infestación de cochinilla.
Remedio: sacar la planta de la maceta y eliminar toda la tierra. Lavar con delicadeza las raíces bajo un chorro de agua tibia eliminando cada mínima huella de tierra o cualquier otra cosa. Podar enérgicamente las raíces infectadas y luego dejarlas secar. Después trasplantar con tierra nueva después de haber limpiado y lavado también muy bien la maceta.
Este síntoma en las cactáceas es índice de riegos excesivos.
Remedio: desafortunadamente cuando se llega a este estadio no es siempre posible recuperar la planta. En todo caso, saque la planta con todo el pan de tierra de la maceta y déjelo al aire de modo que el terreno se seque rápidamente. Controlar las raíces y eventualmente elimine las marchitas cortándolas al menos 1 cm sobre la zona podrida con una tijera afilada y desinfectada (preferiblemente a la llama), rocíe la superficie de las raíces cortadas con un polvo fungicida de amplio espectro y luego trasplante. Espere al menos dos semanas antes de regar de nuevo y sobre todo adopte mayor cautela en la cantidad de agua que suministra.
