El género Howea pertenece a la familia de las Arecaceae (una de la más antiguas, en efecto han sido encontrados restos fósiles en el Cretáceo, es decir hace cerca de 70-80 millones de años) y en un tiempo fue llamada kentia o más comúnmente palma.
Sólo existen dos especies en este género que, salvo por un modo diferente de desarrollarse, tienen características comunes y son completamente parecidas: ambas se desarrollan con un único tallo con frondas subdivididas en hojas más pequeñas alrededor de 5 cm de anchas y de unos 70 cm de largas; ambas tienen un crecimiento muy lento y tardan muchos años para alcanzar las dimensiones de una palma adulta.
Son plantas que se prestan bien a ser cultivadas en piso y toleran muy bien sea los entornos poco luminosos que los microclimas cálidos y secos típicos de los pisos sobre todo en el período invernal.
La inflorescencia cuando aparece, es una espiga de forma cilíndrica con numerosas cavidades dentro de las que se encuentran las flores.
Existen dos únicas especies en este género:
La Howea belmoreana es una espléndida planta que queda erguida y que también crece considerablemente en casa hasta una altura de tres metros (en la naturaleza llega tranquilamente a 7-8 m).
Presenta hojas pinnadas llevadas por largos y robustos pecíolos que a medida que crecen asumen una posición curvada a partir de la juntura de la hoja. Los tallos normalmente están difuminados de rojizo.
En piso florece con dificultad.
La Howea forsteriana tiene tallos de cerca de 1 metro de largos que llevan frondas curvadas formadas por hojuelas coriáceas, de color verde betún intenso, opuestas, y distanciadas entre ellas unos 2,5 cm. En un primer momento los tallos se encorvan hacia el exterior luego poco a poco casi se ponen horizontales.
En su entorno natural son plantas que alcanzan los 15 m de altura pero en piso no superan los 3 metros.
No es infrecuente que en los países de clima mediterráneo la planta florezca y también fructifique pero sólo las que son cultivadas al exterior, en las zonas de clima particularmente templado.
En todo caso es una planta de crecimiento muy lento y en piso produce no más de una hoja nueva al año.
Las kentia son plantas muy fáciles de cuidar y no solicitan particulares tratamientos. Son "exuberantes" por excelencia, es decir tienen una constitución increíblemente fuerte y crecen bien aunque las condiciones ambientales no sean ideales. A pesar de eso, es necesario seguir algunas pequeñas reglas.
No quieren la luz directa del sol, toleran más bien bastante bien los lugares en penumbra que otras plantas no agradecen. Durante el verano, si es posible, es preferible que estén al exterior pero no al sol directo: sus kentias lo agradecerán.
Atención a las corrientes de aire frío y a la excesiva aridez de la habitación que causan el pardeamiento de las hojas, ver debajo: «Plagas y enfermedades».
Considerando que sus hojas son muy grandes, tienen necesidad de ser limpiadas del polvo. Para hacerlo, se utiliza un paño blando mojado con agua tibia o bien se ducha dentro de la bañera si no se cuenta con un jardín. Atención a NO USAR nunca productos que se encuentran en el comercio indicados para "limpiar" o "lustrar" las hojas porque perjudican gravemente a la planta y pueden hacerla morir.
La temperatura ideal está alrededor de los 21-24 °C durante el período veraniego mientras que en invierno es preferible que no baje de 15°C.
Son plantas de crecimiento lento, generalmente emiten no más de una hoja el año. Las hojas individuales, si se dañan, pueden ser cortadas teniendo cuidado de no estropear de ningún modo el tallo porque la planta tiene un único tallo, que crece de continuo y del que se desarrollan las hojas. Si se estropea el ápice terminal, no crecerá más y la planta estará comprometida.
La kentia debe ser regada a menudo durante la estación veraniega haciendo de modo que no se estanque el agua en el posamacetas. No soporta el exceso de agua. Durante el invierno, es suficiente tener el mantillo ligeramente húmedo regando cada dos semanas (obviamente depende del calor de las viviendas).
Durante la estación cálida, es preferible rociar agua tibia para mantener un cierto tenor de humedad en el aire o apoyar la maceta sobre arcilla expandida o grava donde estará constantemente presente un hilo de agua, nunca en contacto con las raíces, que al evaporarse, creará un entorno húmedo alrededor de la planta.
La kentia se trasplanta cada 2/3 años usando cada vez una maceta de dimensiones mayores. El trasplante debe hacerse al principio de la primavera, estando atentos a no "molestar" o romper las raíces, mejor romper la maceta, porque es fácil perjudicarlas causando de tal modo el fin del crecimiento de las hojas. Se retira delicadamente la planta con su pan de tierra y se añade la nueva alrededor.
El mantillo a usar es un buen sustrato turboso al que es preferible añadir un poco de arena bastante gruesa para hacer la tierra más porosa.
La kentia debe ser abonada bastante a menudo durante el período primavera verano, es decir cada 15 días utilizando un abono líquido completo en el agua de riego. Durante los demás períodos suspender los abonos.
Para todas las plantas verdes, es decir las plantas que desarrollan muchas hojas, es preferible usar abonos que contengan un título bastante elevado de nitrógeno (N), que favorece precisamente el desarrollo de las partes verdes. Tenga cuidado de que además de contener macroelementos cuál nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), y de que entre estos el nitrógeno esté en mayor cantidad, también contenga microelementos como el magnesio (Mg), el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), todos importantes para la planta.
Es raro que las kentia florezcan en piso..
La kentia no se poda. Las hojas que se secan van sencillamente eliminadas para evitar que se conviertan en vehículo de enfermedades parasitarias. Tenga mucho cuidado cuando corte de no dañar el tallo porque la planta tiene un único tallo, que crece de continuo y del que se desarrollan las hojas. Si se daña el ápice terminal, no crecerá más y la planta morirá.
Recuerde siempre tener cuidado de lavar y desinfectar (con alcohol o con fuego) el utensilio que use para el corte para evitar infectar los tejidos.
La planta se multiplica por semilla aunque ésta es una práctica que a nivel hogareño es de difícil realización por la delicadeza que haría falta.
Por cuánto concierne a la MULTIPLICACIÓN POR SEMILLAS se realiza de fines de febrero al principio de abril situando las semillas a una profundidad de 2,5 cm. Se utiliza un mantillo formado por una parte de turba y dos partes de arena gruesa.
Sería buena norma, para prevenir eventuales ataques de hongos, suministrar también con el agua de riego un fungicida de amplio espectro, a las dosis indicadas en la etiqueta del producto.
La bandeja o la maceta que contiene las semillas debe ser mantenida a la luz pero no al sol directo, a una temperatura muy alta, alrededor de 27-30°C y constantemente húmeda (use un rociador para humedecer totalmente el mantillo,) hasta el momento de la germinación.
La bandeja se cubre con una hoja de plástico transparente o cristal para asegurar una buena temperatura y evitar que el suelo se seque demasiado rápidamente.
Cuando las semillas hayan brotado, se aparta el paño de plástico y a medida que las plantas crecen, se aumenta la cantidad de luz, nunca el sol directo, se reduce la temperatura a alrededor de 18°C y se asegura una buena ventilación.
La germinación es bastante poco homogénea pero cuando empiecen a aparecer las primeras plantas se empieza a airear retirando un poco el plástico.
Cuando las plantas sean lo suficientemente grandes para poder manipularlas, se trasplantan teniendo en todo caso mucho cuidado con no dañar ninguna parte de la planta (sería preferible usar un tenedor para estas operaciones que enhebrar bajo del terreno para tomar la planta entera y ponerla en la nueva maceta) en macetas individuales de no más de 7 cm de diámetro en una mezcla tal como la indicada para las plantas adultas.
Las plantas cuyo crecimiento es muy lento, tendrán que esperar 6-7 años antes de alcanzar dimensiones discretas.
Normalmente durante la estación vegetativa la planta emite nuevos brotes, ahora bien si eso no ocurre, quiere decir que el terreno es pobre en elementos nutritivos.
Remedio: efectuar los abonados según lo indicado en el párrafo: «Abonos».
Podrían significar que se está en presencia de cochinillas. Para estar seguros, sugerimos utilizar una lupa y observar y comparar con la foto de al lado. Se caracterizan por tener una especie de escudo protector, de color oscuro y consistente. Son características, no puede haber error. Además si se intenta sacarlas con una uña, vienen fuera fácilmente.
Remedio: retirarlas con un copo de algodón mojado en alcohol o, si la planta es grande y en maceta, se puede lavar con agua y jabón neutro frotando muy delicadamente con una esponja para retirar los parásitos. Después, debe ser aclarada muy bien para eliminar todo el jabón. Para plantas más grandes puede usar productos químicos específicos.
La causa podría ser o un exceso de agua o una falta de humedad.
Remedio: rociar regularmente la planta de modo que se mantenga un entorno húmedo alrededor. En particular en invierno, es oportuno dotar los radiadores de humectadores. Otra treta es apoyar la maceta de la planta sobre grava o arcilla expandida y dejar constantemente un hilo de agua sobre el fondo (no en contacto con el fondo de la maceta) que al evaporarse, mantendrá un cierto grado de humedad. Desafortunadamente, aunque se mejoren las condiciones ambientales, el daño no puede remediarse. Las hojas quedarán con las puntas secas.
Generalmente son debidas a golpes de aire o a cambios de temperatura demasiado bruscos. Las manchas también podrían ser consecuencia de un agua demasiado dura o demasiado rica en cal.
Remedio: las hojas enfermas deben ser extirpadas pero para garantizar que el problema no se presenta, si no puede usar otro tipo de agua, haga hervir el agua de riego con una gota de vinagre que atenuará la caliza del agua.
Si nota esta sintomatología es muy probable que esté en presencia de la "falsa roya" que no es otra sino una seta, Graphiola spp. Si se descuidara, las manchas poco a poco confluyen hasta hacer desecar toda la hoja. En correspondencia con las manchas, sobre el haz de la hoja, se pueden observar pequeños cuerpos esféricos de pocos milímetros resistentemente integrados en los tejidos. Son los órganos de propagación de la seta.
Remedio: eliminar enseguida las hojas dañadas e intervenir después enseguida con productos químicos a base de cobre siguiendo las indicaciones de las etiquetas de los productos.
El género Howea debe su nombre a la isla de Lord Howe que se encuentra al sur del Océano Pacífico, entre Australia y Nueva Zelanda, de la que son originarias.