La Gloriosa, debe este importante nombre a la belleza de sus flores, grandes, coloridas, llamativas, que enriquecen con su gracia y belleza los rincones de nuestros jardines y nuestras casas.

El género Gloriosa de la familia Colchicaceae (ex Liliaceae), comprende algunas especies de plantas que deben el nombre a la belleza de sus flores tanto que también son llamadas glorioso lirio o lirio escalante. Se trata de plantas originarias del sur de África y el sur de Asia.

Nota 1

La Gloriosa es una planta perenne, tuberosa, trepadora, de hojas caducas. Durante la estación fría toda la parte aérea se seca y queda vivo sólo el tubérculo bajo tierra que volverá a brotar en cuanto las condiciones pedo-climáticas vuelvan a mejorar.

Forman largos tallos que pueden superar los 2 m de largo e incluso más, sobre los que se desarrollan las hojas que llevan en el ápice del borde foliar zarcillos que sirven a la planta para anclarse a los soportes.

Las flores, que se forman en la axila de las hojas, son grandes y llamativas, caracterizadas por seis tépalos de color amarillo, rojo o anaranjado, con los bordes ondulados y redondeados en los márgenes.

Los frutos son cápsulas alargadas que contienen en su interior numerosas semillas de color oscuro.

Existen pocas especies en el género Gloriosa entre las que recordamos:

La Gloriosa superba es una planta originaria del África tropical que forma extraordinarias flores de color anaranjado - rojo.

Nota 1

El cultivar Gloriosa superba ‘Rothschildiana’ es muy cultivado y está muy extendido.

La Gloriosa simplex es una especie originaria de Mozambique con flores de color naranja matizado de amarillo. Es una planta que no supera los seis metros de altura.

La Gloriosa no es una planta que solicita particulares cuidados culturales, basta con recordar que es originaria de zonas tropicales y por lo tanto teme el frío y solicita un entorno húmedo.

Puede ser cultivada solamente al exterior en plena tierra en las zonas de clima templado, donde en invierno las temperaturas queden altas, de otro modo hace falta cultivarla en maceta para protegerla durante el período invernal. En efecto las temperaturas óptimas de cultivo diurno están alrededor de los 21°C y las nocturnas alrededor de 15°C.

Son plantas que tienen necesidad de mucha luz: en el período veraniego se aconseja en cambio una exposición sombreada y en el período invernal, soleada.

Siendo plantas trepadoras tienen necesidad de cañizos, palos o cualquier soporte al que pueda anclarse.

En el período invernal, se aconseja, después de la floración, si las plantas están plantadas al exterior en jardín, desenterrar los tubérculos y de conservarlos en un lugar fresco y seco a una temperatura alrededor de 10-15°C en un sustrato inerte como por ejemplo serrín, turba neutra o vermiculita. Sin embargo, dado que a menudo puede resultar difícil desenterrar al final de la estación vegetativa los tubérculos, sería preferible cultivar en todo caso las plantas en maceta de modo que podamos administrarlas más cómodamente.

Si las plantas han sido cultivadas en maceta, al final de la estación vegetativa, en otoño, los tubérculos se pueden dejar en la maceta, pero teniendo la prudencia de no regar hasta la primavera, período en que gradualmente se restablecerán los riegos para despertar a la planta.

Atención: cerciorarse de que el período de las heladas ha terminado antes de volver a poner los tubérculos en plena tierra.

Los tubérculos que tienen que ser trasplantados se instalan en el terreno a una profundidad de unos 5 cm y deben ser enterrados oblicuamente con la parte de la punta, en la que se encuentra la yema hacia abajo, teniendo la precaución de que la cantidad de terreno a disposición para el desarrollo de las raíces sea al menos igual al largo del tubérculo.

Los tubérculos de Gloriosa una vez plantados en primavera deben regarse muy gradualmente, para estimular la reanudación vegetativa. Cuando empiecen a aparecer los brotes, gradualmente se aumentan los riegos a medida que la planta crece y se continúa generosamente hasta el final de la floración, momento en que tendrá que comportarse de manera inversa: los riegos tienen que ser reducidos gradualmente para inducir la inactividad.

Son plantas que tienen necesidad de un entorno muy húmedo para evitar que la punta de las hojas se seque.

Un buen terreno de cultivo por la Gloriosa puede estar constituido por tierra de jardín rica en turba a la que se suma arena para favorecer el drenaje del agua de riego porque no soportan el encharcamiento.

A partir de la primavera, cuando la Gloriosa se haya formado y hasta el final de la floración, suministrar cada dos/tres semanas un buen abono líquido diluido en el agua de riego demediando las dosis con respecto a lo indicado en el producto. Durante los demás períodos deben ser suspendidos.

Es oportuno usar un abono que además de contener macroelementos (nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K)), contenga también microelementos como el hierro, Fe, el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), todos importantes para un correcto crecimiento de la planta.

La Gloriosa es una planta que no se poda. Se tiene que tener sólo la precaución de eliminar las partes que se secan con el tiempo o se estropean para evitar que se conviertan en vehículo de enfermedades parasitarias. Acordarse de utilizar cizallas o cuchillos que estén limpios y bien desinfectados, preferiblemente a la llama, para evitar infectar los tejidos. .

La época de floración es el verano. Apenas las flores empiezan a marchitarse conviene cortarlas porque de este modo la planta se estimula a emitir nuevos brotes y se tendrá una floración casi continua.

La multiplicación de la Gloriosa ocurre por división de los tubérculos.

MULTIPLICACIÓN POR DIVISIÓN DE LOS TUBÉRCULOS

Al final del invierno se pueden multiplicar los tubérculos que gracias a su forma particular, en U, se prestan muy bien a ser divididos con un corte neto. Después las partes cortadas se espolvorean con azufre y se instalan en una bandeja a una temperatura alrededor de 21-24°C para dejar secar las heridas del corte algunos días. Después se establecen oblicuamente con la parte cortada situada al nivel del suelo y la punta, en la que se encuentra la yema, hacia abajo.

Es importante que la maceta en la que se instalan estos tubérculos sea suficientemente profunda, para permitir tener una cantidad de tierra bajo el tubérculo al menos igual al largo del tubérculo mismo, para permitir desarrollarse a las raíces.

Nota 2

Se pueden colocaar 2-3 tubérculos por maceta. La maceta debe ser situada en una zona donde las temperaturas no bajen de 12°C. Al principio riegue muy poco, justo para no dejar secar completamente el terreno. A medida que emerjan las nuevas plantas, aumentar los riegos en proporción.

Si nota estos pequeños animales, está en presencia de áfidos comúnmente llamados pulgones. Obsérvelos con una lupa y compare con la foto al lado, son inconfundibles, no puede equivocarse. Pueden ser de diferentes colores dependiendo de la especie, pero casi siempre de amarillo a verde a blanco. Son insectos que si no estuvieran bajo control pueden provocar graves daños a la planta.

Remedio: tratar con productos específicos contra los áfidos localizables en tiendas especializadas en jardinería. Se trata generalmente de productos sistémicos, es decir que entran en el circuito linfático de la planta y por lo tanto son absorbidos durante la nutrición por los insectos.

Si las hojas empiezan a amarillear y posteriormente a estas manifestaciones se abarquillan, casi asumen un aspecto pulverulento y caen y al observar cuidadosamente se notan también sutiles telarañas sobre todo en el envés de las hojas, muy probablemente estamos en presencia de un ataque de ácaros o araña roja o arañuela, un ácaro muy molesto y dañino.

Remedio: aumentar la frecuencia de las nebulizaciones (la falta de humedad favorece su desarrollo) y eventualmente, sólo en el caso de infestaciones particularmente graves, usar productos químicos específicos. Si la planta no es particularmente grande, se puede probar también a limpiar las hojas para eliminar mecánicamente el parásito usando un copo de algodón mojado y enjabonado. Después, la planta debe ser aclarada muy bien para eliminar todo el jabón.

La Gloriosa es la flor nacional de Zimbabwe (Rhodesia).

Los tubérculos contienen colchicina, un alcaloide venenoso para el hombre y los animales.

Son plantas que también son cultivadas para conseguir flores cortadas, muy estimadas por los floristas, porque son bastante longevas y muy decorativas y llamativas.

El nombre del género deriva del latín gloriosus «glorioso, ilustre, famoso» para indicar la belleza de sus flores.

Fuentes bibliográficas