Las Actaea son preciosas plantas muy utilizadas para ribetes o como plantas herbáceas de sombra.
El género Actaea de la familia Ranunculaceae comprende plantas perennes originarias de zonas forestales del hemisferio septentrional. Su hábitat natural son los claros, los márgenes forestales, las zonas de sombra húmeda, los bosques de latifolias y de coníferas, las depresiones del terreno, las riberas de los arroyos y las zonas cenagosas.
Son plantas rústicas perennes que pueden llegar hasta 1 m de altura. Están provistas de rizoma, con hojas dentadas y compuestas y flores blancas, con pétalos de dimensiones reducidas y plumosos asociados en racimos terminales redondeados o bien alargados parecidos a espigas. Están provistos de estambres particularmente llamativos que avanzan desde los pétalos. Los frutos son bayas irregularmente coloreadas, venenosas, más bien rojas o blancas que maduran al final del verano-otoño.
Durante la estación invernal la planta pierde toda la parte aérea y sólo viven los rizomas (tallos subterráneos) de los que, cada año, nacen las raíces y la parte aérea.
Por sus flores blancas y espumosas y sus bayas coloreadas, la Actaea es muy decorativa si se cultiva con un fondo oscuro.
Existen muchas especies en el género Actaea entre las que recordamos:
La Actaea alba (o Actaea pachypoda) es una especie perenne matosa con tallo largo hasta de 1 m y tendente al rojo, hojas largas hasta de 60 cm formadas por 3-12 foliolos ovalados. Florece a partir del fin de la primavera-inicio del verano produciendo flores blancas asociadas en inflorescencias racimosas que formarán bayas redondeadas de color blanco con un punto negro.
La especie Actaea erythrocarpa (sinonímico Actaea spicata var. rubra) es una planta perenne matosa con tallos de forma arqueada y color rojo. Está caracterizada por hojas pinnadas de 40 cm de largo. Florece en primavera avanzada - principio del verano produciendo flores de color blanco asociadas en racimos terminales. Los frutos son bayas de color marrón-rojizo.
La Actaea spicata (sinonímico Actaea nigra) es una especie perenne de porte de mata con hojas compuestas por 9-15 foliolos, hasta de 60 cm de largo. La floración se inicia hacia el fin del verano-principio del otoño con flores blancas dispuestas en racimo y que producen bayas de color negro.
Es conocida comúnmente con el nombre de barba de cabra, cistoforiana, cristobalina y varios otros.
La Actaea racemosa (sinonímico Cimicifuga racemosa) es una especie herbácea perenne con porte de mata, de hasta 3 m de alta, con hojas trilobuladas de color verde intenso y flores asociadas en inflorescencias en racimo de forma alargada muy parecidas a espigas plumosas. Florece en verano.
El nombre cimicìfuga deriva del latino cimex «chinche» y fŭgus «que ahuyenta», porque el olor de la planta aleja a los insectos. Para sus propiedades medicinales, ver el párrafo: «Curiosidades».
La Actaea es una planta rústica y de cultivo bastante simple, apta para ser cultivada al exterior en los jardines, al ser muy decorativa gracias a sus frutos coloreados.
Solicita un cultivo en sombra parcial (la A. spicata en plena sombra), por tanto es oportuno que se cultive a la sombra de los árboles. Puede ser también cultivada al sol pero en zonas expuestas al norte o al oeste manteniendo una buena humedad del terreno.
Es resistente a las bajas temperaturas mientras que no es tolerante al viento que no es particularmente agradecido.
Durante todo el período primavera verano, el terreno tiene que quedar siempre moderadamente húmedo.
La Actaea solicita terrenos fértiles de reacción ligeramente ácida, advenedizos, preferiblemente con mantillo de hojas y muy bien drenados porque no tolera los estancamientos.
A partir de la primavera y todo el verano suministrar una vez al mes un abono líquido a dosis demediadas con el agua de riego.
Es preferible usar un abono que no sólo contenga nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) y que contenga también otros elementos como el magnesio (Mg), el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), todos importantes para un correcto y equilibrado crecimiento de la planta. No se confíe pues de una bonita etiqueta o del nombre famoso del abono: lea siempre la etiqueta.
Incluso siendo plantas perennes, puesto que pierden la parte aérea durante el período invernal, no se podan. Se eliminan sólo las partes que se secan o se estropean durante el buen tiempo, para evitar que se conviertan en vehículo de enfermedades parasitarias.
Muchas especies de Actaea florecen normalmente entre el fin de la primavera-inicio del verano.
La Actaea se multiplica por semilla o por división de la planta (mucho más fácil de realizar gracias a la presencia de los rizomas).
DIVISIÓN DE LA PLANTA
En primavera se extrae la planta del terreno y se procede a su división. Se dividen delicadamente los rizomas en porciones cada una provista de al menos 2-3 hojas utilizando un cuchillo limpio, desinfectado y afilado, de modo que se evite el deshilachado de los tejidos. Después cada porción individual se planta singularmente utilizando el mismo sustrato de las plantas adultas.
MULTIPLICACIÓN POR SEMILLA
Las plantas se pueden multiplicar también por semilla en otoño, sembrando en un buen sustrato para semillas. Cuando las plantas sean lo bastante grandes para poder manipularlas, deben plantarse al exterior en abril. Se pueden sembrar también directamente al principio de la primavera, aclarando sucesivamente las plantas a la distancia indicada.
La densidad de instalación, considerando el desarrollo subsiguiente de las plantas, tendrá que ser de cerca de 60x60 (60 cm a lo largo de la fila y 60 cm entre las filas).
Las plantas nacidas de semilla crecen mucho más lentamente que las resultantes de la división de la planta e inician la floración sólo a partir del segundo año y solo a partir del tercer año puede ser dividida la planta.
Esta práctica es mucho más laboriosa que la división considerando también que las semillas conservan la capacidad de germinar sólo unos pocos meses.
No son plantas sometidas a ataques parasitarios. Ocasionalmente el orín o roya puede afectarles.
Esta sintomatología aparece cuando el terreno no está suficientemente húmedo.
Se trata de un ataque de roya causado por diversos hongos. Sobre las hojas se notan pequeñas manchas necróticas de color amarillo, en correspondencia con las que se forman sobre el envés, pequeñas pústulas de color orín, como pequeñas vesículas compactas que no son otra cosa sino los órganos de propagación del hongo. Al propagarse la infección las hojas caen prematuramente.
Remedio: eliminar bien rápidamente las hojas dañadas e intervenir con productos químicos a base de cobre siguiendo las indicaciones de la etiqueta del antiparasitario.
Las bayas son muy tóxicas si se tragan.
El nombre actaea deriva del griego aktaia «saúco» por su parecido con la planta de saúco.
La Actaea racemosa es una importante planta medicinal. Ya los indios de América utilizaron el rizoma de la planta para la preparación de muchos remedios para reúmas, mordeduras de serpiente, dolores menstruales, para favorecer el parto, etcétera. Hoy es usada como remedio de fitoterapia para la cura de las molestias de la menopausia: fogonazos de calor, dolor de cabeza, sudoración, zumbido en las orejas, palpitaciones, nerviosismo, irritabilidad, problemas del sueño y depresión. Además es una ayuda válida en la cura del dolor de espalda, de las molestias menstruales y de la osteoartritis.