Las Rhoeo son preciosas plantas muy extendidas como plantas ornamentales gracias a la belleza de su follaje particularmente coloreado.
El género Rhoeo pertenece a la familia Commelinaceae y comprende plantas originarias de América central, en particular de México y de las Indias occidentales aunque también se ha naturalizado ya en Florida.
Son plantas siempreverdes, muy apreciadas por la extraordinaria belleza de sus hojas y por este motivo algunas especies del género se han extendido abundantemente como plantas de piso.
No son plantas que alcanzan notables dimensiones, en efecto no superan el metro de altura, pero forman un tipo de mata densa, rica en hojas rígidas y dispuestas verticalmente de color verde, a veces estriadas sobre el haz y púrpuras-moradas en el envés.
Las flores son pequeñas, blancas y se forman en la base de las hojas protegidas por brácteas rojas-moradas en forma de barco en miniatura. Las flores no duran mucho pero las brácteas son muy persistentes y duran muchos meses.
Existen numerosas especies de Rhoeo entre las que recordamos:
La Rhoeo spathacea (foto debajo) que en un piso no alcanza notables dimensiones, en efecto no supera los 60-70 cm de altura pero forma una roseta de hojas erguidas, brillantes de color verde oscuro en la parte superior y rojo-morada en el envés.
De esta especie existen numerosas variedades entre las que recordamos: Rhoeo spathacea var. vittata (foto debajo) que tiene bandas amarillo claro a lo largo de todo el haz de la hoja.
Los Rhoeo son plantas que son fácilmente cultivadas en un piso y no solicitan cuidados particulares.
Las temperaturas óptimas de cultivo son: en verano alrededor de los 21 °C e incluso más si se garantiza a la planta un grado justo de humedad; viceversa, en invierno no tienen que bajar de 13-16°C.
Son plantas que deben ser mantenidas en posición sombreada y nunca al sol directo. Quieren el aire, por lo que debe asegurarles una correcta reposición de aire pero teniendo cuidado con las corrientes de aire frío que no agradecen en ningún modo.
Desde la primavera y durante todo el verano la planta de Rhoeo debe ser regada generosamente esperando a que el sustrato se seque ligeramente entre un riego y otro y teniendo mucho cuidado de no dejar encharcamientos en el posamacetas.
Durante el invierno se riega con más moderación, dejando secar el sustrato entre un riego y otro. Son plantas que no toleran en ningún modo el aire seco por lo que es fundamental garantizar un microclima constantemente húmedo. Con tal objetivo hace falta pulverizar frecuentemente las hojas, preferiblemente pronto por la mañana de modo que, al sobrevenir tarde las hojas estén secas y mantener la planta sobre un posamacetas lleno de guijarros y luego llenarlo de agua teniendo cuidado de que el fondo de la maceta no esté sumergido en el agua porque de ese modo el terreno se saturaría de agua haciendo pudrir las raíces. Este sistema permite, cuando hace calor, hacer evaporarse el agua del posamacetas, lo que por consiguiente humedece el aire circundante. Acordarse de rellenar el posamacetas cada vez que el agua se haya evaporado.
La planta de Rhoeo se trasplanta prácticamente cada año, en primavera, utilizando un compost formado, a partes iguales de un buen sustrato fértil mezclado con arena o perlita para favorecer el drenaje del agua de riego porque no toleran los encharcamientos.
Se tiene que proceder al trasplante utilizando macetas poco a poco ligeramente más grandes hasta alcanzar los 15-20 cm de diámetro. Después, cada año se extraen los primeros 3-5 cm de sustrato y se sustituyen con sustrato fresco.
Personalmente aconsejo siempre usar barro cocido aunque muchos optan por las macetas de plástico, menos caras y con más agujeros de drenaje. Creo que las de terracota permiten transpirar a la tierra y si el agujero de drenaje ha sido arreglado de modo que garantice un buen aliviadero de aguas, bien, diría que es perfecto.
Desde la primavera y durante todo el verano abonar la planta de Rhoeo cada 2 semanas con un abono líquido a diluir en el agua de riego demediando las dosis con respecto a lo indicado sobre la etiqueta del producto.
Usar un abono que además de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), macroelementos, contenga también microelementos como el magnesio (Mg), el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), todos importantes para un correcto y equilibrado crecimiento de la planta.
Las flores de Rhoeo son pequeñas, blancas y se forman durante el verano en la base de las hojas protegidas por brácteas rojas-moradas que asumen una conformación particular: parecen un pequeño barco en miniatura.
Las flores no duran mucho pero las brácteas son muy persistentes y duran muchos meses.
La planta de Rhoeo no se poda. Elimine solo las hojas de la planta que se secan para evitar que se conviertan con el tiempo en vehículo de enfermedades parasitarias.
Tenga cuidado de que el utensilio que use para el corte esté limpio y desinfectado, preferiblemente a la llama, para evitar infectar los tejidos.
La Rhoeo se multiplica por retoños.
MULTIPLICACIÓN POR RETOÑOS
La planta forma fácilmente botones basales. Cuando esos brotes hayan alcanzado una altura de al menos 15 cm pueden ser retirados de la planta madre con un poco de raíces y plantados en potes individuales utilizando un compost tal como el indicado para las plantas adultas.
Ya que durante este período la temperatura y la humedad tienen que permanecer constantes, revestir la maceta con una hoja de plástico, use palitos que colocará en el sustrato para mantener el plástico alto, y colóquela en un lugar a media sombra.
Cada día abra la envoltura y controle el grado de humedad del sustrato y haga de modo que siempre esté húmedo y elimine eventualmente el agua de condensación que se haya condensado en el plástico.
Después de unas 4-6 semanas las raíces deberían arraigar, a partir de entonces se aparta el plástico y se trata la planta como si fuera adulta.
No son plantas particularmente sometidas a enfermedades. En todo caso las patologías que puede hallar son las siguientes:
Esta sintomatología hay que atribuirla o a temperaturas demasiado bajas, especialmente en invierno, o a corrientes de aire frío.
Remedio: haga un análisis sobre cómo está cultivando la planta con base en las indicaciones de los párrafos precedentes y actúe por consiguiente.
Esta sintomatología hay que atribuirla a demasiada luz o peor, a la luz directa del sol.
Remedio: sitúe la planta en una posición más idónea.
La presencia de manchas blanquecinas algodonosas sobre las hojas indica la presencia de la cochinilla algodonosa. Para estar seguros, sugerimos utilizar una lupa y observar. Se caracterizan por tener una especie de escudo protector, de color blanco. Además si intenta sacarlas con una uña, salen fuera fácilmente.
Remedio: si la infestación no es grave, pueden ser eliminadas usando un copo de algodón mojado en alcohol desnaturalizado. Si su presencia es particularmente masiva y persistente se aconseja usar antiparasitarios específicos fácilmente localizables en un centro de jardinería.
Pequeños insectos móviles de color variable del blanco al amarillo o al verde son indudablemente áfidos más a menudo llamados pulgones. Son insectos que si no se mantuvieran bajo control pueden provocar graves daños a la planta.
Remedio: usar productos químicos específicos localizables en un buen vivero.
