Las plantas comúnmente conocidas como azaleas en realidad son el género Rhododendron y pertenecen a la familia Ericaceae.
Las azaleas son plantas originarias de zonas boscosas y húmedas de alta montaña, donde vegetan espontáneamente junto a cursos de agua y en posiciones sombreadas, a altitudes incluso superiores a 4000 m. Provienen de Asia (Nepal, China, Japón, Corea del Norte, Vietnam), de Norteamérica (Florida) y del Norte de Europa. En Italia se introdujeron en el 1800 por los laneros ingleses en el Biellese (Italia) y en esta zona encontraron las condiciones climáticas y pedológicas (suelos ácidos) favorables.
El género Rhododendron fue creado por el botánico Andrea Cesalpino en el 1580. Posteriormente, en 1780, Linneo creó el género Azalea, pero en unos años se percató de que entre los dos géneros no existían diferencias sustanciales por lo que hizo regresar el género Azalea al género Rhododendron y esta distinción existe actualmente sólo a nivel comercial.
La clasificación botánica de esta especie es muy compleja, tanto que la R.H.S. (Royal Horticoltural Society) de Londres publica anualmente revisiones, añadiduras y aboliciones.
Existen en todo caso algunas diferencias entre rododendro y azalea:
En general las azaleas son arbustos de hojas ovaladas, peludas y coriáceas.
La flor tiene una copa formada por 5 sépalos y una corola con 5 pétalos, que en las formas dobles pueden ser numerosos; las flores se encuentran en la axila de las hojas o asociadas en inflorescencias en corimbo.
El fruto es una cápsula marrón que contiene muchas semillas pequeñísimas.
La distinción principal entre rododendro y azalea se hace entre plantas de hoja caduca y plantas de hoja persistente.
Entre las de hoja caduca recordamos:
Además comprende algunas azaleas originarias de Florida, utilizadas en labores de mejora genética para dar origen a muchos cultivares. Las especies más importantes son: Rhododendron canescens rosa y blanca; Rhododendron alabamense de flores amarillas, Rhododendron austrinum y Rhododendron bakeri de flores amarillas. Además recordamos el grupo de los híbridos como los ghent, los híbridos de mollis y los knapp-Hill.
Entre las de hoja persistente están bastante extendidas las siguientes:
Durante el período primavera-verano la azalea puede vivir bien incluso a cielo abierto en lugares sombríos y húmedos; en el período otoño-invierno, durante el que florece abundantemente, puede ser colocada dentro de casa, aunque bien lejos de fuentes de calor y de la luz directa del sol.
La temperatura óptima de crecimiento va de los 8 a los 16°C.
Es importante asegurar una buena ventilación.
La azalea se tiene que regar frecuentemente con agua no calcárea (preferiblemente pluvial) de modo que se mantenga siempre húmedo el sustrato; por este motivo es útil tener las macetas sobre capas de grava bien humedecidas y pulverizar con frecuencia las hojas (a este objeto se puede usar agua mezclada con un producto a base de Thiophanate metyl (metil tiofanato), que evita el amarilleo de las hojas debido a la caliza).
La azalea cultivada en maceta tiene necesidad de sustratos blandos y bien ventilados (óptimos los compuestos a partes iguales de turba, perlita, agujas de pino y tierra de páramo) y sobre todo fisiológicamente ácidos, faltos de caliza, ya que es una planta muy sensible a la presencia de calcio y magnesio en el terreno y en el agua de riego, a los que reacciona con el amarilleo y la caída de las hojas.
Se trasplanta cuando las raíces hayan ocupado todo el espacio a su disposición.
La azalea no tiene elevadas exigencias nutritivas, en todo caso es adecuado suministrarle abonos líquidos con el agua de riego aproximadamente cada 15 días.
Es oportuno elegir fertilizantes fisiológicamente ácidos como la urea y los sulfatos, a suministrar en el período que va de la primavera al otoño (abril - septiembre), cuando las plantas se tienen a cielo abierto, mientras se suspenden los abonos cuando se llevan al interior.
Al principio de la primavera se suministra principalmente Nitrógeno (urea y Nitrógeno amoniacal), para favorecer la reanudación vegetativa.
En verano se privilegia el potasio que estimula la floración (aunque no bajo forma de cloruro de potasio porque el cloro perjudica la planta).
A fin septiembre se pueden suministrar abonos de efecto lento (osmocote y nitrofoska).
Durante los demás períodos se suspenden los abonos.
La azalea es una planta que da extraordinarias floraciones, con flores muy coloreadas que brotan durante el invierno, alrededor de Navidad.
Después de la floración las flores secas tienen que ser eliminadas sin contemplaciones para evitar la formación de las semillas que empobrecería la planta.
Tener mucho cuidado con no extirpar los botones florales.
El rododendro se poda de manera ligera a mediados de la primavera, reduciendo las ramas que se hayan puesto demasiado largas, cortándolas justo sobre una yema grande y sana (con un corte oblicuo) o un mechón de hojas, ya sea para reponer vigor de la planta o para darle un aspecto más ordenado.
Tenga cuidado de que el utensilio que use para el corte esté limpio y desinfectado (preferiblemente a la llama), para evitar infectar los tejidos.
Las azaleas se multiplican por semilla solamente en labores de mejora genética y para conseguir portainjertos. El método más común de propagación es por esqueje.
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE
En el período que va de julio a septiembre se retiran brotes herbáceos o casi-leñosos de unos 10 cm de largo, que se ponen a arraigar en una caja que contenga turba y perlita.
Los esquejes deben cortarse justo bajo el nudo de modo que queden algunas hojas y eliminando las más bajas. Además elegidlos plantas robustas y en buena salud.
Se recomienda cortar en sentido oblicuo porque eso permite tener una mayor superficie de enraizamiento y evita la acumulación de agua sobre esta superficie. Se recomienda cortar con una hoja de afeitar o con un cuchillo afilado teniendo cuidado de que el utensilio que se usa para el corte esté limpio y desinfectado (preferiblemente a la llama) para evitar infectar los tejidos.
Sumergir la parte corta en un polvo rizógeno mezclado con un buen fungicida de amplio espectro para favorecer el enraizamiento y prevenir eventuales ataques de hongos. Después, se instalan los esquejes en un compost formado a partes iguales de turba y perlita. Haga un agujero con un lápiz y lo planta a una profundidad de 1,5-2 cm. Tenga cuidado de compactar delicadamente la tierra.
La caja o la maceta se cubren con una hoja de plástico transparente (o una bolsita puesta a modo de capucha) y se coloca en semi-penumbra y a una temperatura alrededor de 20°C. La tierra siempre debe ser mantenida ligeramente húmeda (regar siempre sin mojar los planos de enraizamiento con agua a temperatura ambiente). Cada día se apartará el plástico para controlar la humedad de la tierra y eliminar del plástico el agua de condensación.
Después de cerca de un mes habrán desarrollado un aparato radical muy frágil, por lo que deberán ser trasplantadas con delicadeza a macetas de 8 cm de diámetro que contengan un sustrato de turba, agujas de pino y tierra de páramo.
Unos 20 días después se forma el botón floral que debe ser extirpado y al mismo tiempo se realiza un pinzado de modo que se programa una estructura armoniosa de la azalea. Se sacan además regularmente los retoños (brotes que se forman en la base de la planta y que no llevan flores).
Después de dos meses se trasplanta siempre en macetas de 15 cm de diámetro sobre sustrato blando y poroso.
Se procede, en fin, anualmente a la poda, cortando los brotes algo por encima de una yema de modo que se le de una forma redondeada a la copa de la planta.
Denotan falta de agua.
Remedios: se interviene enseguida sumergiendo completamente la maceta en agua hasta que no se forman más burbujas de aire y luego se deja escurrir.
Se forman cuando la temperatura ambiente es demasiado alta, acompañada por escasa humedad del aire.
Remedios: se aconseja airear y pulverizar el entorno (si le es posible traslade la planta al aire libre cada tarde, aunque debe protegerla del hielo).
Esta enfermedad avanza e interesa a todas las partes aéreas de la planta y con el tiempo también a las raíces. Se trata de un hongo Phytopthora cactorum y es una enfermedad grave.
Remedios: se tienen que eliminar enseguida las partes atacadas y se hacen dos - tres tratamientos químicos con productos a base de cobre.
Posteriormente a estas manifestaciones, las hojas se abarquillan y asumen un aspecto casi polvoriento y caen. Observando cuidadosamente se notan sutiles telarañas sobre todo en el envés de las hojas. Con estos síntomas muy probablemente estamos en presencia de un ataque de ácaros o araña roja o arañuela un ácaro muy molesto y dañino.
Remedios: aumentar la frecuencia de las nebulizaciones (la falta de humedad favorece su desarrollo) y eventualmente, sólo en el caso de infestaciones particularmente graves, usar productos químicos específicos. Si la planta no es particularmente grande, se puede probar también a limpiar las hojas para eliminar mecánicamente el parásito usando un copo de algodón mojado y enjabonado. Después, la planta debe ser aclarada muy bien para eliminar todo el jabón.
La azalea ya fue conocida en la antigüedad, porque las flores de muchas especies, sobre todo asiáticas son particularmente ricas en néctar aunque algunas son venenosas. Este hecho ya fue conocido en la antigüedad tanto que el mismo Plinio, se refiere a una intoxicación de los soldados del ejército romano, durante la campaña asiática, provocada por miel de especies venenosas. Además muchas plantas contienen glucósidos con propiedades antisépticas y antirreumáticas y sustancias que son usadas como estabilizadores en la prensa gráfica a colores.
Ver: «Azalea - El lenguaje de las flores y de las plantas».