El Echinocactus es uno de los más bonitos cactus que se conozca gracias a sus largas y rígidas espinas de color amarillo oro y a su forma redondeada.
El género Echinocactus comprende pocas especies perennes todas originarias de Centro y Sur América y de México.
Se trata de cactus de forma globosa, en forma de cuba o columnar, con el cuerpo rico en costillares a lo largo del que se desarrollan numerosas espinas de color más bien amarillo oro y grandes areolas lanuginosas de las que nacen en verano las flores de color amarillo, rosa, rojo o magenta según la especie.
Entre las pocas especies del género Echinocactus las más conocidas son:
La especie Echinocactus grusonii comúnmente llamada asiento de suegra, bola de oro, barril de oro, cactus erizo, cojín de suegra, tiene un tallo de color verde brillante y de forma globosa que puede alcanzar el metro de diámetro con la edad y desarrollarse en columna.
Está provista de numerosos costillares ricos en robustas espinas amarillas. En la naturaleza florece en primavera produciendo flores amarillas de 5 cm de largas mientras que en un piso es extremadamente raro que florezca.
El Echinocactus horizonthalonius también es de forma esférica de un bonito color verde tendente al azul con el cuerpo acostillado y rico en espinas de 4 cm de largo de un bonito color amarillo-marrón. Las flores son de color rojo-rosado, muy llamativas. También florece con dificultad en un piso.
La Echinocactus ingens es una planta que alcanza grandes dimensiones (ingens deriva del latín y significa «gigantesco») tanto que también se llama puerco espín gigante. Casi asume la forma de una cuba con el cuerpo rico en costillares con areolas grises con espinas amarillo-marrón y el ápice lanuginoso. Las flores son de color amarillo.
Las Echinocactus son plantas que deben ser cultivadas a pleno sol.
Hace falta asegurar a la planta un riguroso período de descanso durante todo el período otoño-invierno (octubre-marzo), durante el que tendrán que ser mantenidas en seco, a una temperatura entre 5-10 °C y a buena luz.
Son plantas que quieren el aire por lo tanto es muy importante airear a menudo el local donde se colocan.
Son plantas de crecimiento lento tanto que para alcanzar las dimensiones de una bolita de tenis hacen falta unos 5-6 años.
Desde la primavera y todo el verano regar el Echinocactus con moderación esperando que el terreno se seque antes de proceder con los siguientes riegos y no dejar nunca estancamientos en el posamacetas. Desde mediados de agosto empezar a reducir los riegos para hacer entrar la planta en descanso vegetativo para luego suspenderlos completamente desde el mes de octubre y hasta el mes de marzo.
El trasplante es una operación que debe hacerse con delicadeza ya que son plantas que tienen un aparato radicular muy delicado y las raíces se rompen con facilidad. Puede usar un sustrato específico para cactácea, fácilmente localizable cerca en un buen vivero, o bien turba mezclada con arena y un poco de arcilla.
Para no pincharse cuando se trasplanta el Echinocactus se aconseja envolver el tallo con un trozo de papel doblado.
Se trasplanta cada año en marzo.
De marzo y hasta mitad agosto abonar una vez a la semana con un abono específico para cactáceas a dosis demediadas. Durante los demáss períodos no se abona.
Es oportuno usar un abono que además de contener macroelementos cuál nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), contenga también microelementos como el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), todos importantes para la planta.
En cultivo raramente florecen.
La multiplicación del Echinocactus se realiza por semilla.
MULTIPLICACIÓN POR SEMILLAS
Se siembran en abril en una mezcla de turba y arena a partes iguales. Puesto que las semillas son de pequeñas dimensiones, para enterrarlas, después de depositarlas sobre la superficie del terreno, se vuelca encima nuevo sustrato dejándolo caer con un colador de modo que la distribución sea uniforme.
La bandeja con las semillas debe ser situada a la sombra, a una temperatura de 21 °C y manteniendo el sustrato constantemente húmedo (usar un rociador), hasta el momento de la germinación.
La bandeja debe ser revestida con una hoja de plástico transparente o una losa de vidrio que garantizará una buena temperatura y evitará un desecamiento demasiado rápido del sustrato. La hoja de plástico debe ser retirada cada día para controlar el grado de humedad del terreno y sacar el agua de condensación que se forma sobre el plástico o en el vidrio.
Cuando las semillas germinen se aparta el paño de plástico y se desplaza la bandeja a una posición más luminosa (no al sol directo). Tenga la prudencia de eliminar las plantas más débiles de modo que garantice más espacio a las más robustas.
Cuando las plantas sean lo suficientemente grandes para poder manipularlas se plantan en macetas individuales con el mismo terreno indicado para las plantas adultas y como tales deberán ser tratadas.
Las Echinocactus no son plantas particularmente sometidas a enfermedades. Pueden sufrir ataques de áfidos y de la cochinilla harinosa.
Los áfidos más frecuentemente llamados pulgones son insectos que si no tuvieran control pueden provocar graves daños a la planta. Obsérvelos con una lupa y compare con la foto al lado, son inconfundibles, no puede equivocarse. Pueden ser de diferentes colores dependiendo de la especie, pero casi siempre de amarillo a verde o a blanco.
Remedio: tratar con productos específicos contra los áfidos localizables en tiendas especializadas en jardinería. Se trata generalmente de productos sistémicos, es decir que entran en el circuito linfático de la planta y por lo tanto son absorbidos por los insectos durante su nutrición.
Manchas sobre la planta podrían significar cochinilla y en particular la cochinilla algodonosa o cotonet. Para estar seguros, sugerimos utilizar una lupa y observar. Se caracterizan por tener una especie de escudo protector, de color blanco, algodonoso. Son características, no hay riesgo de error. Además si probáis a sacarlas con una uña, salen fuera fácilmente. Si no son eliminadas pueden causar grave daño a la planta porque se alimentan de su savia.
Remedio: dada la dificultad de la planta para combatirlos se usan antiparasitarios específicos localizables en un buen vivero.
Su diámetro en la naturaleza puede alcanzar los dos metros.
Entre los cactus es una de las plantas más rebuscadas tanto que ha estado cerca de la extinción por su recolección indiscriminada a principios del siglo pasado.
