El género Nephrolepis pertenece al grupo de plantas comúnmente llamadas HELECHOS.
Son plantas sin flores, frutas y semillas y en la clasificación botánica se incluyen entre las Bryophyta (los mayores representantes son los musgos) y las Gimnospermae.
Pertenecen a la gran familia de las Polypodiaceae donde encontramos aproximadamente 1700 géneros y más de 7000 especies divididas en 14 sub-familias.
Durante muchos años, estas plantas estuvieron envueltas en el misterio porque no se entendía cómo podían multiplicarse. Sólo en 1850 un librero alemán logró revelar el misterio: observó en parte inferior de las hojas, las esporas, a través de las que la planta se multiplica.
Existen muchas especies de Nephrolepis entre las que recordamos:
La Nephrolepis exaltata es indudablemente la especie de este género más frecuentemente cultivada, caracterizada por largas frondas curvadas de consistencia ligeramente de papel y con los márgenes serrados.
De esta especie existen numerosas variedades en el comercio que también se distinguen considerablemente entre ellas como norma general.
La Nephrolepis cordifolia es un espléndido helecho originario del Japón, de Nueva Zelanda y de Oceanía. Es una planta que no tiene un gran desarrollo en altura pero se caracteriza por frondas de 60 cm de largas que se encorvan en su extremidad y de un bonito color verde intenso.
En general las pteridofitas, son fácilmente distinguibles de las plantas superiores porque carecen de los órganos de reproducción visibles clásicos como las flores y también de las plantas inferiores (musgos, líquenes, hongos, etc.), porque la planta es uno cormo. Esto significa que es una planta bien formadas en todas sus partes por tanto provistas de raíz, tallo, hojas, etc. a excepción de los órganos de reproducción, es decir de las flores.
Los HELECHOS, para reproducirse, producen ESPORAS (de aquí el nombre de ESPOROFITO) claramente visibles en la parte inferior de las hojas. Las esporas figuran dentro de ESPORANGIOS que no es otra cosa que las cápsulas donde maduran las esporas. A su vez los esporangios se agrupan en formaciones llamadas SOROS.
La espora es transportada por el viento y cae en el suelo y germina. De su germinación aparece una planta independiente que produce GAMETOS llamada PRÓTALO o GAMETOFITO. En este prótalo se forman los órganos sexuales ANTERIDIOS (masculinos) y ARQUEGONIOS (femeninos) donde maduran respectivamente el ANTEROZOIDE y las OOSFERAS. El anterozoide masculino se desplaza en la planta gracias al agua (lluvia, rocío, etc.) y va a fecundar la oosfera que apenas fecundada (EMBRIÓN FECUNDADO)brota enseguida quedando en el Arquegonio (en esta fase el embrión produce un tipo de raíz que se hunde en los tejidos del gametofito para poderse nutrir). Desde este embrión nacerán las plantas de helecho que conocemos.
Las plantas del género Nephrolepis tienen que situarse en una zona de la casa donde no haya mucha luz aunque, de entre los muchos tipos de helecho este es un género más robusto y que soporta mejor que otras plantas la exposición a la luz (obviamente nunca directa).
El color verde oscuro de las hojas las ayuda en efecto a conseguir la máxima ventaja de cualquier tipo de luz. Ya que no florecen, los helechos no necesitan mucha luz, como la que absorben las plantas de flor. Además en la naturaleza son plantas de sotobosque por lo que la sombra es su entorno ideal.
Los helechos no necesitan una atención particular: una vez cubiertas sus necesidades, el cultivo es muy simple. En primer lugar recordar que las temperaturas medias óptimas están alrededor de 18°C y tienen que estar lejos de las corrientes de aire. Si ve que el helecho está bien sano en el lugar dónde lo ha colocado, no lo desplace. Significa que ha encontrado un microclima ideal.
Una recomendación que se aplica a los helechos pero que aconsejo para todas las plantas: NO USE productos que lustran las hojas. Estos productos obstruyen los estomas de la planta impidiéndoles sus funciones fisiológicas normales. Para limpiar las hojas utilice simplemente un paño húmedo.
El problema principal de los helechos es la humedad. En efecto un entorno demasiado seco o demasiado cálido provoca graves daños.
Generalmente las Nephrolepis, incluso siendo plantas robustas, son sensibles a la deshidratación cuando están demasiado tiempo en un entorno seco. Para remediar este inconveniente es indispensable tener el entorno alrededor del helecho humedecido con constantes nebulizaciones, al menos dos veces al día durante la estación cálida. De este modo se amortigua la pérdida de agua por las frondas.
Otro sistema es poner la maceta sobre un posamacetas lleno de guijarros y luego llenarlo de agua. Hace falta tener cuidado de que el fondo de la maceta no esté sumergido en el agua porque de este modo el terreno se saturaría de agua haciendo pudrir las raíces. Este sistema permite, cuando hace calor, evaporar el agua del posamacetas, lo que por consiguiente humedece el aire. Acordarse de rellenar el posamacetas cuando el agua se haya evaporado.
En todo caso la tierra tiene que estar siempre moderadamente húmeda.
Generalmente las Nephrolepis tienen un crecimiento rápido por tanto cuando la planta ha alcanzado dimensiones excesivas, en primavera (marzo) se trasplanta. Se sacan las hojas de la base normalmente secas y se pone en una maceta ligeramente más grande.
Ponga sobre el fondo de la maceta una capa consistente de grava y piedras pequeñas que sirven para favorecer el flujo del agua. La mezcla de tierra tiene que estar formada por tres partes de turba, 2 de arena gruesa y una buena dosis de abono de base.
Durante toda la primavera y el verano es necesario ejecutar abonados regulares. Se abona dos veces al mes, con abonos líquidos a diluir en el agua de riego. En los demás períodos deben suspenderse.
Utilice un abono que además de tener macroelementos cuál nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) también contenga microelementos como el magnesio (Mg), el hierro (Fe), el manganeso (Mn), ), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), todos importantes para un correcto y equilibrado crecimiento de la planta.
Las Nephrolepis no florecen.
En las Nephrolepis no se puede hablar de poda. Sólo hace falta eliminar las hojas que poco a poco se desecan para evitar que se conviertan en vehículo de enfermedades parasitarias.
Tenga cuidado de que el utensilio que use para el corte esté limpio y desinfectado (preferiblemente a la llama), para evitar infectar los tejidos.
La multiplicación de las Nephrolepis puede ocurrir en dos modos: por división de la planta o por propagación a través de esporas, esta última de no fácil realización.
MULTIPLICACIÓN POR DIVISIÓN DE LA PLANTA
La división de la planta se realiza en primavera, alrededor de cada tres años. Se toma la maceta y se vuelca haciéndola resbalar fuera de la maceta. Entonces se agarra el terrón de tierra entre las manos y se divide la planta en dos o más partes teniendo cuidado de que cada porción tenga al menos un par de yemas. Los dos partes se plantan en macetas individuales utilizando tierra tal como la indicada para las plantas adultas y se tratan como tales.
MULTIPLICACIÓN POR ESPORAS
La multiplicación a través de esporas es una técnica difícil de ejecutar en condiciones domésticas. En todo caso, si quiere probar, se explica en seguida un procedimiento que puede ser intentado en un entorno doméstico.
En primavera se corta una hoja de helecho que contenga esporas, se raspan y se dejan caer en una hoja.
Se prepara una caja que contenga tierra de páramo y turba a partes iguales y se ponen las esporas. Se riega con moderación de modo que no se formen fosos u hoyos en el suelo y se pone encima una placa de vidrio o una hoja de plástico transparente.
Entonces se pone la caja a la oscuridad y a una temperatura de unos 20-23 °C, teniendo cuidado de mantener la tierra siempre húmeda. La placa de vidrio o las hojas de plástico se abren todos los días de modo que se elimine el agua de condensación que se forma.
Después de cerca de 2 - 3 meses nacerán las primeras plantas y entonces es necesario desplazar la caja a una posición más luminosa (pero no demasiado) y sacar la placa de vidrio.
Cuando las plantas estén crecidas y desarrolladas deben ser trasplantadas 2-3 por maceta que tiene que tener un diámetro no superior a los 6-7 cm.
Este síntoma quiere decir que los helechos no tienen un equilibrio hídrico justo. Es necesario aumentar los riegos y la humedad.
Remedio: como primera intervención es aconsejable sumergir la maceta en un cubo de agua de modo que la tierra se empape bien. Luego se deja gotear bien y se devuelve a su sitio regulando los riegos y la humedad de manera más correcta.
Si las hojas presentan este síntoma, quiere decir que la planta de helecho está demasiado expuesta al sol.
Remedio: póngala en un lugar más adecuado.
Las hojas arrugadas se manifiestan cuando la temperatura es demasiado baja.
Remedio: desplazar las plantas a un lugar más caliente.
Si se manifiesta esta sintomatología quiere decir que el entorno donde se encuentra su planta es demasiado cálido.
Remedio: desplazar la planta a un lugar más fresco.
Si está presente este síntoma es probable que la planta esté padeciendo un ataque de hongos, debido en la mayoría de los casos a desequilibrios hídricos, es decir a estancamiento excesivo de agua en el posamacetas.
Remedio: saque las partes dañadas y use productos anticriptogámicos específicos.
Podrían significar que está usted en presencia de Cochinillas. Se trata de insectos muy dañinos que pueden ser de dos tipos: cochinilla parda y cochinilla algodonosa. Para reconocerlas compárelas con la foto indicada debajo: la cochinilla parda se presenta cubierta con un escudo ceroso de color oscuro mientras la cochinilla algodonosa, con un revestimiento blanco algodonoso. Una característica es que si intenta sacarlas con una uña salen fuera fácilmente.
Remedio: retirarlas con un copo de algodón mojado de alcohol o si la planta es grande y en maceta, puede lavarla con agua y jabón neutro frotando muy delicadamente con una esponja para retirar los parásitos. Después la planta debe ser aclarada muy bien para eliminar todo el jabón. En plantas más grandes y plantadas al exterior, puede usar productos químicos específicos. Los tratamientos con insecticidas anticochinillas, para que sean más eficaces, deben ir dirigidos contra las larvas, que son más sensibles que el adulto.