A la familia de las Begoniaceae pertenecen más que mil especies, todas originarias de las zonas tropicales y subtropicales de los dos hemisferios y cerca de 10.000 cultivares e híbridos. Este género casi representa la totalidad de la familia.
El género Begonia pertenece a la familia Begoniaceae que incluye más de mil especies todas originarias de las zonas tropicales y subtropicales de los dos hemisferios y cerca de 10.000 cultivares e híbridos. Este género representa casi la totalidad de la familia.
El género Begonia se subdivide en tres grandes categorías según el tipo de raíz:begonias con raíz rizomatosa: son plantas siempreverdes y su particularidad es la presencia de un rizoma en el sitio de la raíz o, lo que es lo mismo, un tallo perenne subterráneo que funciona como órgano de reserva o de acumulación de nutrientes. Las hojas están inestablemente coloreadas. Los tallos son rastreros y las flores son llamativas;
begonias con raíz tuberosa: son plantas caracterizadas por tener la raíz formada por un gran tubérculo negruzco. Generalmente son plantas anuales, también las hay perennes, y producen flores muy grandes simples o dobles y muy coloreadas;
begonias con raíz fasciculada: son plantas siempreverdes y su particularidad son las raíces fasciculadas (es decir que las raíces secundarias crecen tanto como la raíz principal). Algunas begonias de este tipo son arbustivas, otras tienen un porte rastrero, pero todas producen flores en panícula.
Las características comunes las tres categorías son las hojas, que crecen asimétricas y alternadas a lo largo del tallo carnoso y provisto de grandes nudos y el hecho de que son plantas monóicas , o sea que las flores masculinas y las flores femeninas están sobre la misma planta y son diferentes entre ellas.
Las flores masculinas generalmente son más llamativas y están formadas por cuatro tépalos (en las plantas en que no existe la distinción entre cáliz y corola los elementos que constituyen la flor se llaman tépalos), de muchas dimensiones y de dos en dos; las flores femeninas están formadas, en cambio, por cuatro tépalos iguales entre ellos y con un ovario del que, una vez fecundado, se origina un fruto que toma el nombre de cápsula cápsula de forma triangular que contiene muchas semillas de pequeñas dimensiones.
El género Begonia es rico en especies y en híbridos, entre los que recordamos:
La Begonia masoniana (foto debajo) es originaria de China. Presenta las hojas peludas, de color verde oscuro con tiras pardo - púrpura que forman una cruz.
Tiene los tallos carnosos, rojos, y revestidos por numerosos pelos blancos. Raramente florece.
La Begonia rex (foto debajo) es indudablemente la más conocida. Su país de origen es el Assam (estado al noreste de la India).
Sus particularidades son las hojas, inestablemente coloreadas, revestidas por una fina pelusa que las hace únicas en su género. Florece del principio del verano y hasta el otoño produciendo pequeñas flores blancas de escaso efecto decorativo, aunque es bastante raro que lleguen a florecer.
La Begonia versicolor (foto debajo) tiene origen en China y presenta las hojas de un bonito verde oscuro con dibujos argentados y bronceados.
La Begonia clarkei (foto debajo) es originaria de la América meridional con flores de color rosa que brotan en verano.
La Begonia pearcei (foto debajo) también tiene origen en la América meridional y sus particularidades son sus extraordinarias flores que brotan en verano.
La Begonia socotrana (foto debajo) es originaria de la isla de Socotora (Océano indico), y raramente se encuentra en el comercio pero merece mencionarla porque ha dado origen a numerosos híbridos de floración invernal como las begonias Lorena y las begonia Hiemalis.
Son begonias altas, de unos 40 cm con flores muy anchas y muy coloreadas que brotan en pleno invierno.
La Begonia evansiana (foto debajo) es originaria de Asia oriental.
Tiene las hojas de color verde muy intenso y produce pequeñas flores rosas, desde el principio del verano hasta el otoño.
La Begonia metallica (foto debajo) debe su nombre al color de las hojas, de un bonito verde metálico. Su origen es el Brasil.
La Begonia semperflorens es una planta originaria del Brasil. No alcanza nunca dimensiones destacadas, a lo sumo 40-50 cm.
Sus particularidades son las flores, coloreadas inestablemente, blancas, rojas o rosas. Florece desde el principio del verano y hasta el otoño.
Esta begonia es perenne pero generalmente viene cultivada como planta anual.
La Begonia venosa (foto debajo) es originaria del Brasil y es una planta suculenta. Las flores son blancas y las hojas y los tallos están revestidos por una pelusa blanquecina.
La temperatura óptima de cultivo está alrededor de los 15°C durante todo el año. Quieren la luz intensa pero no el sol directo. Durante el invierno las temperaturas no tienen que quedar debajo de los 13°C pero deben en todo caso mantenerse en un entorno fresco.
Tienen necesidad de mucha luz pero nunca sol directo. Si las temperaturas superan los 18°C es necesario crear alrededor de la planta un entorno húmedo poniendo la maceta sobre una capa de grava dónde siempre estará presente un hilo de agua.
En otoño - invierno, cuando las hojas empiezan a caer y la planta se desnuda, se puede dejar el tubérculo en la maceta, en seco (también se pueden sacar los tubérculos de la maceta y guardarlos en un lugar fresco, oscuro, seco, bajo una capa de turba o arena, práctica necesaria en el caso de tubérculos de Begonia cultivadas en el exterior) y a una temperatura alrededor de 7-10 °C.
En marzo - abril, se coge el tubérculo y se pone en un compost formado por turba y tierra de brezo de modo que se obtiene una tierra ligeramente ácida, y se planta el tubérculo con la parte cóncava dirigida hacia arriba de modo que se dejan destapadas las yemas a una temperatura de 15 °C dejando al menos 3 cm entre el borde de la maceta y el tubérculo. Las macetas se tienen en oscuridad algún día y después se llevan gradualmente a la luz, hasta llegar a la luz intensa (pero nunca sol directo).
Desde que nacen los primeros brotes, se trasladan las jóvenes plantas a macetas con sustrato turboso. De este modo cuando estemos a finales de junio se tendrá la floración que dura generalmente hasta septiembre.
La temperatura óptima de cultivo está alrededor de los 15°C durante todo el año pero logran también vivir a temperaturas alrededor de los 10°C. Quieren la luz intensa pero no el sol directo. Cuando las temperaturas superan los 20°C es necesario poner la planta a la sombra. El entorno de cultivo tiene que estar aireado pero sin corrientes de aire. Quieren la humedad por tanto es buena norma situar la maceta sobre una capa de grava donde siempre estará presente del agua. Quieren las nebulizaciones pero teniendo cuidado con no mojar las flores que de otro modo podrían mancharse.
Tanto las hojas como las flores tienen que ser retiradas enseguida apenas marchiten, porque de otro modo hacen pudrirse las hojas sanas con las que estén en contacto.
A finales de febrero, si las raíces han ocupado todo el sustrato a su disposición, es necesario podarla ligeramente de modo que reponga vigor y se le dé una forma más regular.
Todas las begonias, independientemente de la especie, solicitan una humedad del aire bastante elevada pero al mismo tiempo no tendrán que estar encharcadas porque son plantas fácilmente atacables por los hongos. Es buena norma mantener un entorno húmedo pero al mismo tiempo garantizar una ventilación sin crear corrientes que son muy nocivas.
Las begonias deben ser regadas a menudo según la temperatura exterior teniendo cuidado, sin embargo, de dejar secar superficialmente la tierra entre un riego y otro. Durante el período invernal los riegos deben ser reducidos drásticamente y sólo regar cuando la superficie del sustrato esté seca.
Sólo las begonias tuberosas necesitan una cantidad de agua menor. En otoño, cuando las hojas empiezan a caer, se suspenden los riegos.
Las Begonias rizomatosas y las fasciculadas se trasplantan cada año en abril con una tierra formada de tres partes de tierra turbosa y una parte de arena gruesa, teniendo cuidado, para asegurar un buen drenaje, de poner sobre el fondo de la maceta trozos de barro cocido. Para las begonias tuberosas, vea lo indicado más arriba.
En cuanto al abono, siguen todas la misma regla: durante el invierno se suspenden los abonos mientras que durante toda la primavera y el verano se tiene que abonar regularmente cada 15 días con un título más elevado en potasio.
Por lo que concierne al tipo de abono a suministrar, a la venta existen de muchos tipos por lo que es buena norma leer la etiqueta que precisa la composición. Para estas plantas que producen una gran cantidad de flores, es preferible usar abonos que tengan un título bastante elevado en potasio (P). Verifique por tanto que además de tener los macroelementos cuál nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), y que entre ellos el potasio esté en mayor cantidad, también contenga los microelementos como el magnesio (Mg), el hierro (Fe), el manganeso (Mn), ), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), todos importantes para un correcto y equilibrado crecimiento de la planta.
Generalmente la begonia no se poda. Se cortan solo las hojas basales que poco a poco se desecan para evitar que se conviertan en vehículo de enfermedades parasitarias.
Tenga cuidado de que el utensilio que use para el corte esté limpio y desinfectado (preferiblemente a la llama), para evitar infectar los tejidos.
Se pueden multiplicar por semilla o por división del rizoma pero el método más común es la multiplicación a través de ESQUEJES FOLIARES (típica multiplicación de la Begonia rex y de la Begonia masoniana).
En el caso de la Begonia masoniana que tiene las hojas muy arrugadas y por lo tanto resulta difícil hacerla adherirse perfectamente a la tierra, es mejor poner directamente un trozo de hoja en la tierra de modo que la nervadura más grande esté enterrada.
La bandeja debe ir cubierta con plástico transparente o con vidrio. La bandeja debe ponerse en una zona luminosa pero no con luz demasiado intensa y haciendo de modo que se mantenga un entorno húmedo y a una temperatura alrededor de los 21 °C.
Después de 5/6 semanas nacerán las nuevas plantas. Apenas nacen las nuevas plantas, enseguida ponerlas a la luz intensa pero no al sol directo. Cuando estén suficientemente grandes para poder ser manipuladas, las trasplantará teniendo en todo caso mucho cuidado con no estropear ninguna parte de la planta (sería preferible usar un tenedor por estas operaciones que enhebrará bajo la tierra para tomar la planta entera y ponerla en la nueva maceta) usando una tierra tal como la indicada para las plantas adultas.
Se multiplican comúnmente por esqueje o por división de los tubérculos en abril cuando nacen los primeros brotes.
Los esquejes se retiran de los cogollos basales, alrededor de 10 cm de largos y preferiblemente tomados con una pequeña porción de tubérculo y se plantan en una mezcla constituida por arena y turba a partes iguales. Se colocan en un entorno con temperaturas alrededor de los 20°C.
Los tubérculos más grandes pueden cortarse también en porciones de modo que cada porción tenga al menos una yema.
Se multiplican por esqueje de hojas y tallo o por semillas.
Por lo que concierne a la MULTIPLICACIÓN POR SEMILLAS se realiza en enero - febrero distribuyendo las semillas lo más uniformemente posible en filas paralelas sobre un sustrato para semillas. Puesto que las semillas son pequeñas, para enterrarlas ligeramente, empújelas bajo el sustrato usando un trozo de madera plana.
Sería buena norma, para prevenir eventuales ataques de hongos, suministrar también con el agua de riego un fungicida de amplio espectro de acción, en las dosis indicadas en el producto.
La bandeja que contiene las semillas debe mantenerse a la sombra, a una temperatura alrededor de los 20 - 23°C y constantemente húmeda. Use un pulverizador para humedecer totalmente la tierra, hasta el momento de la germinación.
La bandeja debe cubrirse con una cubierta de plástico transparente o de cristal que garantizará una buena temperatura y evitará que la tierra se seque demasiado rápidamente.
Cuando las semillas hayan germinado, se aparta la cubierta de plástico transparente o el cristal y a medida que las plantas crecen, se aumenta la cantidad de luz (nunca el sol directo), se reduce la temperatura a alrededor de los 18°C y se asegura una buena ventilación. Entre todas las plantas nacidas, indudablemente habrá algunas menos vigorosas que otras. Localícelas y elimínelas; de este modo garantizará más espacio a las plantas más robustas.Cuando estén suficientemente grandes que poder ser manejadas, las trasplantará teniendo en todo caso mucho cuidado de no estropear ninguna parte de la planta (sería preferible usar un tenedor para estas operaciones que enhebrará bajo de la tierra para tomar la planta entera y ponerla en la nueva maceta) usando una tierra tal como la indicada para las plantas adultas.
Se pueden multiplicar también por esqueje de hojas y tallo.
Si las hojas presentan este síntoma quiere decir que la planta ha sido expuesta al sol directo, especialmente si se ha mojado cuando estuvo al sol.
Remedios: colocar la planta en un lugar más idóneo, luminoso pero no con sol directo.
Éste es el clásico síntoma de riego excesivo o de una temperatura demasiado elevada.
Remedios: desplace la planta a un lugar más fresco o deje secar la superficie del sustrato.
Podría tratarse de un ataque de Botrytis cinerea, un hongo muy dañino favorecido por la humedad elevada. El hongo infecta las hojas, las flores y también el tallo donde se manifiesta con lesiones de color marrón oscuro.
Remedios: eliminar las partes dañadas, aumentar la ventilación, evitando crear corrientes de aire y dejar secar la planta. Tratar luego con fungicidas específicos.
Éste es el clásico síntoma del Oídio, en particular de Oidium begoniae conocido también como mal blanco, un hongo muy dañino favorecido por elevadas humedades y temperaturas alrededor de los 20-24°C. El hongo se manifiesta en un primer momento por manchas blanquecinas aisladas que poco a poco confluyen formando manchas que necrosan las hojas a partir de la parte central. Esto lleva a un abarquillamiento de las hojas a lo largo de la nervadura central y a la muerte de la hoja.
Remedios: eliminar las partes dañadas, aumentar la ventilación, evitando crear corrientes de aire y dejar secar la planta. Tratar luego con fungicidas específicos o con azufre en polvo.
El nombre del género Begonia le fue dedicado a Michel Begon, gobernador de las Antillas, por parte de Charles Plumier, franciscano que introdujo la planta en Europa.