Las Campsis adornan y llenan nuestros jardines con su rico follaje y sus espléndidas flores que brotan ininterrumpidamente todo el verano.
El género Campsis, de la familia Bignoniaceae, comprende muchas especies de porte arbustivo y trepador de hoja caduca.
Se caracterizan por la presencia de raíces provisionales emitidas a lo largo del tallo gracias a las que la planta se agarra a los soportes que encuentra (paredes, muros, glorietas, cañizos, etcétera). Las hojas son comúnmente imparipinnadas y de un bonito color verde intenso. Las flores, asociadas en inflorescencias terminales, se forman en las extremidades de las ramas del año.
Son muy llamativas y están formadas por una corola campanulada alargada (que recuerda una trompeta), formada por cinco pétalos de color variable, según la especie y la variedad del rojo, del amarillo al naranja. Los frutos son cápsulas cilíndricas que contienen en su interior numerosas semillas planas, provistas de dos alas gracias a las que ocurre la dispersión por el viento.
Sólo existen dos especies en el género Campsis:
La Campsis radicans (sinónimos Bignonia radicans, Tecoma radicans) es una especie enredadera, originaria de Norteamérica y que se pone de importantes dimensiones gracias a sus tallos que alcanzan los 20 m de largo: por esta razón es una planta que debe ser cultivada en plena tierra.
Es una especie rústica, de crecimiento rápido y resistente al frío, que reviste de manera muy espesa los muros gracias a la riqueza de sus raíces provisionales que les permiten anclarse firmemente a cualquier soporte.
Florece en verano avanzado y todo el período veraniego, hasta septiembre, produciendo numerosas flores de color rojo anaranjado.
De esta especie existen numerosas variedades que se distinguen entre ellas por el color de las flores.
Es conocida comúnmente con muchos nombres: jazmín de Virginia, enredadera de trompeta, bignonia roja, trompeta trepadora, trompetilla o trompa de fuego.
La especie Campsis grandiflora (sinónimo Bignonia grandiflora, Campsis chinensis, Tecoma grandiflora) originaria de Japón y de China es una planta bastante delicada que no soporta muy bien las bajas temperaturas invernales y no es particularmente rústica. Tiene un desarrollo que puede hacerse imponente superando los 20 m de largo.
Tiene floraciones espectaculares y muy abundantes. Florece al principio del verano (junio) y todo el período veraniego (hasta septiembre).
Existen numerosas variedades que producen flores de color rojo vivo, rojo anaranjado o rojo asalmonado.
Es muy famoso y difundido el híbridoEs un híbrido que no conoce medias tintas en el sentido de que crece fuerte y robusto, tanto que si lo desarrolla anclado a una glorieta os asegurará que ésta esté en breve bien cubierta y que la planta tendrá un peso notable.
El híbrido era originalmente llamadoLas Campsis no son plantas de difícil cultivo pero necesitan climas templados no soportando bajas temperaturas invernales. En caso de que sean criadas al exterior sería oportuno proteger los tallos con un paño de textil no tejido durante el período invernal, si en la zona las temperaturas se hunden sensiblemente.
Son plantas que tienen que ser cultivadas a pleno sol, necesario para el crecimiento y la maduración de las flores. La mejor exposición es al sur o al oeste.
Hace falta tener cuidado con no permitir a la planta su crecimiento anclada a un árbol, porque podría ahogarlo con el tiempo.
Los riegos tienen que ser regulares y frecuentes con una alta humedad ambiental.
Las Campsis no son particularmente exigentes en terreno, lo importante es que sea ligero y drene bien porque no toleran los encharcamientos.
Es oportuno mezclar a la tierra un abono orgánico maduro alrededor de la planta, en primavera.
Es preferible no podar las Campsis jóvenes lo que ralentizaría su crecimiento. Viceversa es oportuno podar enérgicamente al final del invierno - principio de primavera una planta adulta, sea para contener sus dimensiones o para favorecer el crecimiento de nuevos sarmientos y consecuentemente la floración.
Recordar usar utensilios de corte que estén limpios y desinfectados, preferiblemente a la llama, para evitar que se conviertan en vehículo de enfermedades parasitarias.
La época es variable según la especie pero en todo caso generalmente es durante el verano y hasta principios del otoño.
La multiplicación ocurre por esqueje o por acodo.
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE
Al principio del verano, junio - julio, se retiran esquejes de tallos tiernos no lignificados o de madera de 10-15 cm de largos. Los esquejes se cortan justo bajo un nudo, con un corte oblicuo para tener una mayor superficie de enraizamiento y evitar la acumulación de agua sobre esa superficie.
Utilice un cuchillo afilado para evitar que se deshilache el tejido, limpio y desinfectado (de preferencia a la llama o con alcohol o lejía) para evitar infectar los tejidos.
Se colocan a continuación en un compost formado por turba y arena gruesa haciendo agujeros con un lápiz, tantos como esquejes a plantar, teniendo a continuación cuidado de compactar delicadamente el sustrato.
La caja o la maceta se cubren con una hoja de plástico transparente o una bolsita puesta a modo de capucha después de haber arreglado en el terreno palitos para mantener el plástico separado de los esquejes y haber apretado la bolsita con un elástico para evitar la pérdida de humedad. La tierra siempre debe ser mantenida ligeramente húmeda (regar siempre sin mojar las plantas en enraizamiento con agua a temperatura ambiente). Cada día se apartará el plástico para controlar la humedad de la tierra y eliminar del plástico el agua de condensación.
Cuando los primeros brotes comienzan a aparecer significa que en los cortes se han formado las raíces. Es momento de quitar el plástico y poner a una luz más positiva (no el sol directo) como si fuera un adulto. Las nuevas plantas estarán listas ya para ser utilizadas la primavera siguiente.
MULTIPLICACIÓN POR ACODO
Para efectuar la multiplicación por acodo hace falta enterrar una parte de una rama de diámetro no superior a 1 cm, haciendo rebosar hacia arriba el extremo. La parte redoblada se entierra fijándose en ella un anclaje en U y haciendo una incisión en la curva de la rama y rociando la herida con hormonas de enraizamiento mientras que la parte que surge del terreno se fija a un soporte.
Hace falta un tiempo variable para la formación de las raíces y la separación de la planta madre.
Si hay pequeños insectos móviles está indudablemente en presencia de áfidos comúnmente llamados pulgones. Son insectos que si no se mantuvieran bajo control pueden provocar graves daños a la planta. Pueden ser de diferentes colores dependiendo de la especie, pero casi siempre de amarillo a verde o a blanco.
Remedio: tratar con productos específicos contra los áfidos localizables en tiendas especializadas en jardinería.
El nombre del género Campsis deriva del griego kampé «agachado» en referencia a sus estambres curvados.