El género Plumeria también conocido como plumaria o frangipani o flor de mazapán pertenece a la familia de las Apocynaceae y es una planta originaria de las zonas tropicales de América central y las zonas caribeñas, que podríamos definir, sin temor a ser desmentidos, como una auténtica obra maestra de la naturaleza. Ciertamente la planta puede ser considerada la planta más exótica que hay y que recuerda a los países tropicales y al mirarla y sentir su perfume se llena el corazón.
Son plantas de porte arbustivo que en condiciones óptimas (en sus países de origen), alcanzan notables dimensiones, incluso 10 m, con un aparato radicular muy desarrollado y con tallos muy ramificados, provistos de una corteza arrugada sobre la que quedan imprimidas las cicatrices que dejan la caída de las hojas. Tanto el tallo como las ramas no se ponen nunca específicamente leñosas pero quedan fibrosas y ricas en un látex blanquecino.
Las hojas pueden caer durante el invierno o ser persistentes, según la especie, provistas de pecíolo, alternas, de un bonito color verde más o menos intenso, ovaladas, enteras, más o menos puntiagudas y no particularmente coriáceas.
Las flores de aspecto ceroso y perfumadas son grandes, de 5 a 10 cm de largo, formadas por 5-7 pétalos y reunidas en el ápice de las ramas, más o menos pedunculadas, con colores que van del rosa, al rojo, al blanco, pasando por tonalidades de amarillo, naranja y rosa.
La polinización es anemófila (por el viento) o por los insectos (entomófila).
El fruto de la Plumeria es una vaina (folículo) dispuesta en parejas y provista de numerosas semillas de 20 a 100 según la especie, de cerca de 1-2 cm de largo según la especie y el tamaño de una parte de la semilla que es un ala (para la dispersión por el viento) y de otra parte más grande opuesta en la otra extremidad, que contiene el embrión.
Las semillas tardan bastantes meses (8-9 meses) en madurar. En los climas mediterráneos no se tiene formación de muchas vainas, especialmente si la planta es cultivada en maceta, y las semillas no llegan siempre a maduración porque el frío y los largos tiempos de maduración, hacen que su proceso se pare.
Son plantas muy longevas y en los países de origen (centro América), se encuentra plantas de frangipani centenarias.
Hay muchas especies pero son aún más los híbridos, variedades o cultivares que en estos últimos años se han creado gracias al gran interés que estas plantas suscitan por su increíble belleza.
La Plumeria rubra (foto debajo), gran matorral o pequeño árbol, es la especie más común y extendida. Tiene hojas que pueden alcanzar los 40-50 cm de largo y las flores son de color variable del blanco, al rojo, al amarillo que aparecen del verano al otoño. Es una planta que también puede alcanzar notables dimensiones.
Existen numerosas variedades entre las que recordamos la Plumeria rubra var. acutifolia que es la más resistente al frío con grandes flores blancas de corazón amarillo y más perfumadas.
La Plumeria obtusa (foto debajo), está caracterizada por hojas más pequeñas que las de las otras especies, con la punta redondeada y las flores de color blanco con el corazón amarillo.
La Plumeria pudica (foto debajo) tiene las hojas de forma muy particular y flores de color blanco con el corazón amarillo-verdusco. Contrariamente a las otras especies no es una planta perfumada.
Las Plumeria no son plantas de difícil cultivo basta recordar que siendo originarias de zonas tropicales necesitan altas temperaturas, sol, agua, buena nutrición. Su mayor enemigo es el frío.
Son plantas que deben ser cultivadas a pleno sol y se pueden cultivar tanto en macetas como en el suelo.
Lo importante no son las temperaturas máximas de cultivo sino las mínimas. En efecto durante el invierno las temperaturas no tienen que bajar de 5°C. El frío puede perjudicar seriamente a la planta y también llevarla a la muerte. Por tanto, si es cultivada en lugares donde durante el invierno las temperaturas se hunden sensiblemente, es mejor, si se tiene en el jardín, cultivarla en macetas para poder luego llevarla en el período invernal a lugares protegidos. Hace falta tener presente que no se habla del "descanso vegetativo" de esta planta en sentido amplio sino en el sentido de que, cuando entra en descanso vegetativo, suspende completamente todas sus funciones. Puede ser por tanto tranquilamente colocada y "dejada en letargo" en un lugar poco luminoso, pero que esté caliente, alrededor de 15°C o más, y con una buena circulación de aire.
Casi todas las plantas durante el invierno pierden las hojas. Eventualmente pueden ser también cortadas dejando un pedacito de pecíolo, unos 2 cm, que se secará solo posteriormente y caerá.
Durante el invierno se puede observar un cierto arrugamiento de las plantas. Ningún miedo, es normal. Cuando sean reconducidas al exterior o en todo caso cuando empiece el buen tiempo y se restablezcan los riegos, las plantas volverán a ponerse lozanas.
Son plantas que quieren el aire, por tanto si se cultiva en casa, asegure una buena ventilación, si se cultivan al exterior no las ponga demasiado cerca entre ellas. Atención a las corrientes de aire frío que no son toleradas en cualquier período del año.
Desde la primavera y durante todo el verano la Plumeria debe ser regada generosamente pero sin dejar encharcamientos en el posamacetas y si se cultivara al exterior, en el momento de su disposición sobre el terreno, tenga cuidado de no ponerla en correspondencia con depresiones del terreno donde pudiera acumularse el agua de riego o el agua pluvial.
Para saber cuándo regar es una buena idea hundir algunos centímetros las manos en el terreno para distinguir si el terreno está seco o aún húmedo: si está seco proceder, de otra manera esperar.
A partir del otoño, cuando empiecen a amarillear las hojas y a perderse, empiece a distanciar los riegos hasta suspenderlos completamente cuando todas las hojas hayan caído, hasta la primavera. El descanso vegetativo en esta planta es prácticamente absoluto por lo que aunque sólo veis ramas peladas, sin hojas y crea que deber hacer algo, reténgase y déjela descansar en paz. Con la llegada de la primavera su Plumeria se restablecerá y será más bonita que antes.
El agua es fundamental para la floración. Con riegos escasos la planta tiende a entrar en un tipo de descanso vegetativo y a dejar secar los botones florales para reducir las pérdidas de agua y asegurar la vida de la planta. Sin embargo no hace falta exagerar con los riegos y hacer de modo que el agua no se estanque al nivel de las raíces porque eso puede causar la putrefacción de las mismas.
Durante el verano, en consideración al hecho de que la humedad del terreno es importante, para evitar demasiado una evaporación rápida del agua del terreno, puede usar “mulching” o “acolchado”, por ejemplo es buena la corteza molida finamente, que además mantendrá las raíces frescas en verano y calientes en invierno.
La Plumeria se trasplanta en abril, prácticamente cada año. Si la planta se ha puesto demasiado grande y el trasplante es problemático y la planta tiene bastantes años, puede retirar entonces la capa superficial del terreno, unos 2,5-3 cm, y reemplazarla con sustrato fresco.
Un buen sustrato es fundamental para esta planta para asegurar un floreciente crecimiento y una buena floración. Lo primero a tener en cuenta es que se debe tener como característica principal la posibilidad de permitir el drenaje rápido del exceso de agua y al mismo tiempo retener la humedad durante varios días.
Una mezcla podría ser constituida por: 1 parte de sustrato fértil, 1 de corteza gruesa, 1 parte de materia orgánica y 1 de perlita o arena gruesa. Para esta planta también se aconseja un buen sustrato para cactus con la añadidura de perlita o arena gruesa.
Otro aspecto importante a tener presente en el momento del trasplante son las dimensiones de la maceta. Estas son plantas que tienen necesidad de espacio para el desarrollo de las raíces, por lo que no use macetas demasiado pequeñas. Un modo adecuado para saber la medida de la maceta a adoptar es calcular 4 litros por cada 30 cm de altura de la planta.
Nosotros siempre recomendamos el uso de macetas de terracota, porque al ser porosa permite al suelo el intercambio de gases con el exterior.
Desde la primavera y durante todo el verano hace falta abonar cada 2-3 semanas con un abono líquido a diluir en el agua de riego.
A partir del otoño y durante todo el invierno, hace falta suspender completamente los abonados porque la Plumeria va a descanso vegetativo total por lo que no se tienen que dar abonos que se acumularían en el terreno creando un entorno dañino para las raíces de la planta.
Para asegurar un óptimo crecimiento y una excelente floración, en la reanudación vegetativa suministre un abono balanceado igualmente en nitrógeno, fósforo y potasio (por ejemplo 30:30:30 es decir 30 partes de nitrógeno, 30 partes de potasio y 30 partes de fósforo). Alrededor de mayo pase a un abono que tenga un título muy alto en fósforo (por ejemplo 10:50:10) para favorecer la floración. El nitrógeno favorece el desarrollo de las partes verdes en detrimento de las flores lo mismo que el potasio.
Además del nitrógeno, el fósforo y el potasio (macroelementos), asegúrese de que el fertilizante que use siempre contenga también microelementos como el hierro (Fe), el magnesio (Mg), el manganeso (Mn), el cinc (Zn), el cobre (Cu), el molibdeno (Mo), el boro (B), todos importantes para un correcto crecimiento de la planta.
Si le asegura a la Plumeria la cantidad justa de luz solar, agua y abono, tal como indicado en los correspondientes párrafos, las floraciones que tendrá serán inolvidables.
La planta generalmente empieza a florecer en el mes de mayo y continúa durante todo el verano.
La Plumeria cultivada como planta de piso en la práctica no solicita poda; al límite, en el momento del trasplante, se eliminan las ramas crecidas mal o secas.
Tampoco los frangipani en el exterior hacen falta grandes intervenciones de poda ya que ellas mismas tienen por naturaleza un desarrollo simétrico pero si son necesarias, para retirar partes enfermas o dañadas por el frío o por patologías o para dar un porte diferente a la planta, deben ser efectuadas al principio de la primavera.
Si la planta es demasiado alta y quiere reducirla, corte las ramas superiores, eso inducirá a la planta a producir ramas laterales.
La Plumeria se multiplica por esqueje o por semilla.
Al elegir la técnica a usar hace falta que tenga presente que la multiplicación por semilla presenta el hándicap de que, al intervenir la variabilidad genética, no hay certeza de obtener plantas iguales a las plantas madre, en cuyo caso, si quiere conseguir una planta bien precisa o no está seguro de que la semilla que usa sea de buena calidad, es preferible optar por la multiplicación por esqueje.
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE
El esqueje puede ser retirado en cualquier período del año pero el enraizamiento ocurre en primavera o al principio del verano. Si toma los esquejes en un período diferente de la primavera puede conservarlos en un lugar caliente y seco, al aire o mejor sumergiendo la parte cortada en arena seca, aunque en este caso hay un cierto porcentaje que no enraíza por lo que, para estar seguros, es mejor retirarlos en primavera.
Los esquejes apicales tienen que ser de unos 35-45 cm de largo y más, cortándolos justo bajo un nudo. Si los corta más cortos, se ha demostrado que el esqueje tiene más dificultades en el enraizamiento y emplea más tiempo para florecer. Además elíjalos de plantas que estén en buena salud y robustas.
Hacer un corte oblicuo porque permite tener una mayor superficie de enraizamiento y evita la acumulación de agua sobre su superficie. Utilice un cuchillo afilado para evitar que se deshilache el tejido, limpio y desinfectado (de preferencia a la llama o con alcohol o lejía) para evitar infectar los tejidos y desinféctelo en cada corte.
Después del corte deje los esquejes en descanso poniéndolos en un lugar seco y caliente unos 7 días de modo que cicatrice la herida. Mientras se espera a que la herida se cicatrice, espolvorear la parte cortada con un polvo para favorecer el enraizamiento y añadir un fungicida de amplio espectro para prevenir los ataques de hongos. Posteriormente se instalan en un compost formado a partes iguales por turba oscura y arena gruesa. Haga un agujero con un lápiz y colóquelos como indicado en la foto. Tenga la prudencia de compactar delicadamente el sustrato.
El sustrato, justo después de colocar los esquejes, debe ser regado abundantemente hasta que el agua rebose por los agujeros de drenaje. Después poner la maceta al sol. Ayuda al enraizamiento una ulterior fuente de calor en la base de la maceta por lo que puede apoyarlo, en las horas más calientes, sobre un suelo de cemento expuesto al sol o en todo caso sobre una superficie caliente. Riegue cuando note que el sustrato se pone seco.
Cuando empiecen a aparecer los primeros brotes, generalmente después de 6-8 semanas, quiere decir que la planta ha arraigado.
MULTIPLICACIÓN POR SEMILLA
Si quiere utilizar las semillas que produce su planta, tenga en cuenta que tardan bastante tiempo en madurar por lo que no corte las vainas de la planta madre aunque le parezcan en realidad maduras ya que las semillas tardan 8-9 meses para llegar a maduración. Déjelas todo el invierno envueltas en una gasa o en una media de naylon para evitar, cuando las vainas se abran, que las semillas se dispersen.
Una vaina individual puede contener de 20 a 100 semillas. Se percatará de que las semillas están a punto de madurar cuando la vaina, se ponga negra e inicia a abrirse en los puntos de articulación. Desde ese momento, después de cerca de un mes, la vaina se abrirá completamente y liberará las semillas.
Los tiempos de floración de una Plumeria de semilla son extremadamente variables. En líneas generales se puede afirmar que a partir del tercer año podrían iniciar a florecer aunque dar indicaciones precisas es bastante aproximativo. En todo caso hacen falta algunos años.
La maceta debe ser situada al sol y el sustrato se mantiene constantemente húmedo hasta el momento de la germinación que ocurre después de unos 7-15 días. Desde entonces cultive la planta como ha hecho hasta entonces, hasta que emita la tercera-cuarta hoja. Entonces puede retirar la planta con todo el pan de tierra y trasplantarla a una maceta más grande con el sustrato indicado para las plantas adultas y tratarla como tales. Generalmente después de cerca de 1 año tienen una altura de unos 30 cm, al segundo año unos 60-100 cm, al tercer año 100-150 cm y podrían empezar a florecer.
Es posible además proceder a injertos, de modo que se consiguen plantas con flores de colores diferentes.
No son plantas particularmente sometidas a enfermedades. En todo caso las patologías que puede hallar son las siguientes.
A menudo estas plantas pueden padecer una infestación de cochinilla. Se trata de insectos muy dañinos que pueden ser de dos tipos: cochinilla parda y cochinilla algodonosa. La presencia de la cochinilla en estas plantas se puede manifestar también con la decoloración de las hojas. Además si intenta sacarlas con una uña, salen fuera fácilmente.
Remedio: sacarlas con un copo de algodón mojado en alcohol o si la planta es grande y en maceta, se puede lavar con agua y jabón neutro frotando muy delicadamente con una esponja para retirar los parásitos. Después, la planta debe aclararse muy bien para eliminar todo el jabón. Para las plantas más grandes y plantadas al exterior, puede usar productos químicos específicos. Los tratamientos con insecticidas anticochinillas, para que sean más eficaces, deben ir dirigidos contra las larvas, que son más sensibles que el adulto.
Posteriormente a estas manifestaciones las hojas se abarquillan, asumen un aspecto casi polvoriento y caen. Observando cuidadosamente se notan también sutiles telarañas sobre todo en el envés de las hojas. Con estos síntomas muy probablemente estamos en presencia de un ataque de ácaros o araña roja o arañuela un ácaro muy molesto y dañino.
Remedio: aumentar la frecuencia de las nebulizaciones (la falta de humedad favorece su desarrollo) y eventualmente, sólo en el caso de infestaciones particularmente graves, usar productos químicos específicos.
Sobre las hojas se notan pequeñas manchas necróticas de color pardusco y de forma angular en correspondencia con las que se forman posteriormente, predominantemente sobre el envés, pequeñas pústulas de color orín. Se trata de un ataque de roya causado por un hongo, el Coleosporium spp. Al propagarse la infección las hojas caen prematuramente.
Remedio: eliminar y alejar de las plantas y de la zona de cultivo las hojas dañadas para evitar que propaguen la infección ya que las pústulas que se forman no son otra cosa que los órganos de propagación del hongo que contienen en su interior millares de esporas. Después se tiene que usar un antiparasitario específico para la roya localizable en tiendas especializadas.
El término frangipani, como más comúnmente se llama esta planta, derivaría de un famoso perfume, muy extendido en el siglo XII, creado por el un noble italiano Muzio Frangipani, porque la fragancia de las flores de la planta recordó precisamente este perfume.
El frangipani se cultiva prácticamente en cualquier sitio donde las condiciones climáticas lo permiten. En las Hawái normalmente se usa para hacer guirnaldas que dar a los huéspedes en señal de amistad y paz y para adornar las fiestas de bodas. En Nicaragua la planta es conocida con el nombre de sacuanjoche y es oficialmente uno de los símbolos nacionales del país.
Existe otra planta llamada en Australia Plumeria australiana (native frangipani) pero que en realidad no es una Plumeria sino la Hymenosporum flavum (foto debajo) perteneciente a la familia de las Pittosporaceae.
