El género Curcuma comprende numerosas especies que encuentran amplio empleo en la industria de las flores cortadas no sólo por su belleza sino también por su larga duración.
El género Curcuma de la familia Zingiberaceae comprende muchas especies herbáceas y arbustivas, rizomatosas y aromáticas, originarias del extremo oriente y de Australia.
Son plantas caracterizadas por un gran rizoma, irregularmente ramificado, que representa una parte de gran interés comercial en algunas especies. Las hojas son alargadas y con flores asociadas en inflorescencias en espiga, irregularmente coloreadas del amarillo al naranja, según la especie y la variedad, que brotan de unas llamativas brácteas.
Existen unas sesenta especies en el género Curcuma, entre las que las más extendidas son:
La especie Curcuma alismatifolia es una planta provista de rizoma, originaria de la India, caracterizada por hojas lanceoladas, de un bonito color verde claro.
Las flores crecen en el ápice de tallos largos hasta de 70 cm, de color rosado y de larga duración, aunque se corten. Las flores recuerdan mucho a las flores de la planta del nenúfar y quizás también por este motivo son muy estimadas desde un punto de vista comercial.
La floración ocurre en el verano.
La especie también es conocida con el nombre de tulipán de Siam o jengibre.
La Curcuma longa es indudablemente la especie más extendida y a la que se refiere uno cuando se dice sencillamente "curcuma".
Del rizoma de este planta se saca la conocida especia, la curcuma, muy utilizada en los países orientales (ves párrafo «Curiosidades»).
La Curcuma tiene un crecimiento activo desde la primavera y durante todo el verano pero los rizomas entran en total descanso vegetativo durante el período otoño-invierno. En efecto en este período hace falta dejar el rizoma seco y al fresco, en un entorno donde las temperaturas estén alrededor de 17°C. En primavera cuando empiecen a aparecer los primeros brotes, sólo entonces, hay que retomar los cuidados culturales normales.
Las temperaturas mínimas invernales a las que tienen que conservarse los rizomas no tienen que bajar de los 17°C ya que se perjudicaría la producción de las flores, mientras que las temperaturas veraniegas no deberían superar los 35°C ya que perjudicarían el crecimiento de la planta.
Si se quiere cultivar la Cúrcuma al exterior hace falta plantar los rizomas en primavera, cuando se evite el peligro de heladas.
Es una planta que tiene necesidad de una buena exposición a la luz aunque es necesario evitar la luz directa del sol.
Desde la primavera y durante todo el verano hace falta regar de modo que el terreno siempre esté ligeramente húmedo evitando los encharcamientos en el posamacetas que en ningún modo toleran. Siendo una planta originaria de zonas tropicales, es oportuno mantener alrededor un entorno húmedo por medio de frecuentes nebulizaciones. En otoño, cuando las hojas empiezan a amarillear, hace falta suspender cualquier aportación hídrica dejando secar completamente las hojas. Cuando en primavera empiecen a brotar los primeros botones entonces hará falta retomar gradualmente los riegos.
Un buen terreno para cultivar la Curcuma es a base de turba, mantillo de jardín y arena para volver el terreno bien drenante. La maceta tiene que ser bastante amplia ya que el rizoma tiene un crecimiento discreto.
La Curcuma, desde el momento en que se forman los primeros brotes, se abona regularmente hasta el amarilleo de las hojas (septiembre), cada dos semanas con un buen abono líquido diluido en el agua de riego y demediando las dosis con respecto a lo indicado en el fertilizante.
Es oportuno usar un abono que además de contener macroelementos como nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), contenga también microelementos como el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), el magnesio (Mg), todos importantes para un correcto crecimiento de la planta.
Son plantas que no se podan. Se eliminan sólo las partes de la planta que se secan o se perjudican para evitar que se conviertan en vehículo de enfermedades parasitarias.
La multiplicación de la cúrcuma ocurre por división de los rizomas.
MULTIPLICACIÓN POR RIZOMAS
La multiplicación generalmente se realiza en el momento del trasplante. En primavera, se dividen delicadamente los rizomas utilizando un cuchillo limpio, desinfectado (preferiblemente a la llama) y afilado, para evitar que se deshilache el tejido y se divide el rizoma en varias porciones, cada una provista de al menos 2-3 hojas y raíces bien desarrolladas. Las superficies cortadas deben ser tratadas con productos fungicidas de amplio espectro a base de azufre.
Los afidos, comúnmente llamados pulgones, pueden infestar estas plantas. Pueden ser de diferentes colores dependiendo de la especie, pero casi siempre de amarillo a verde o a blanco. Obsérvelos con una lupa y compárelos con la foto a lado, son inconfundibles, no puede equivocarse.
Remedio: hace falta tratar la planta con insecticidas específicos fácilmente localizables en un buen vivero. Se trata generalmente de productos sistémicos, es decir, que entran en el circuito linfático de la planta y por lo tanto son absorbidos durante la nutrición de los insectos.
Las hojas se tiñen de amarillo y después de estas manifestaciones se abarquillan y asumen un aspecto casi polvoriento y caen. Observándolas cuidadosamente se notan también sutiles telarañas sobre todo en el envés de las hojas. Con estos síntomas, muy probablemente estamos en presencia de un ataque de ácaros o araña roja o arañuela, un ácaro muy dañino.
Remedio: aumentar la frecuencia de las nebulizaciones (la falta de humedad favorece su desarrollo) y eventualmente, sólo en el caso de infestaciones particularmente graves, usar productos químicos específicos. Si la planta no es particularmente grande, se puede probar también a limpiar las hojas para eliminar mecánicamente el parásito usando un copo de algodón mojado y enjabonado. Después, la planta debe ser aclarada muy bien para eliminar todo el jabón.
De la C. longa se saca la especia cúrcuma. Es la principal especia más utilizada en general en la cocina india y asiática tanto que la India es el primer productor mundial.
Encuentra amplio empleo, siempre en los países asiáticos, también como colorante en tintorería por su color amarillo intenso. Sus raíces pulverizadas de color amarillo intenso son el ingrediente principal del curry (mezcla de especias de origen indio).
En la Unión Europea, entre los aditivos comestibles, la curcumina, un colorante alimenticio que se saca de la C. longa, de sabor amargo y picante se clasifica como E100.
En la medicina ayurvedica, la cúrcuma es utilizada como antiséptica para cortes, quemaduras y contusiones.