El género Acacia, rico en especies, comprende plantas arbustivas, arbóreas y también trepadoras siempreverdes o caducas, muy apreciadas no sólo por la belleza de las flores sino también por su follaje, particularmente agradable. Son plantas originarias de zonas tropicales y subtropicales de ambos hemisferios. En particular se encuentran en América centro meridional, en sur África y en Australia.

Su belleza es debida a las hojas y a las flores: las hojas son más bien alternas, pinnadas, bipinnadas o reducidas a simples pecíolos ampliados (filodios) mientras que las flores son características e inconfundibles gracias a su forma esférica y a su color amarillo. Cada flor está formada por numerosos estambres de color amarillo intenso, mucho más largos de la corola, otorgando por tanto a la flor la característica forma esférica y un aspecto peludo. A menudo se reúnen en inflorescencias en racimo o mazorca o formando pequeñas espigas.

Los frutos son vainas (la familia Fabaceae - ex Leguminosae - es la misma de las plantas de las judías, de la soja, del guisante etc.).

Existen unas 1000 especies en el género Acacia entre las que recordamos:

La Acacia dealbata es conocida por todos porque es la clásica planta que llamamos mimosa, acacia mimosa, aromo o acacia australiana (ver párrafo «Curiosidades»). Es un árbol siempreverde que puede alcanzar los 10-15 m de altura, con hojas ligeramente peludas, bipinnadas que recuerdan mucho las hojas de los helechos. Florece al final del invierno-principio de primavera formando numerosas flores de color amarillo intenso asociadas en capítulos redondeados en racimo o en mazorcas a la axila de las hojas.

La Acacia armata o A. paradoxa es la verdadera acacia. Es una planta de porte arbustivo siempreverde que puede alcanzar 2-4 m de altura. Las ramas son espinosas y las hojas se reducen a simples pecíolos ensanchados de un bonito color verde intenso. Las flores dispuestas singularmente no se reúnen en inflorescencias, y son de color amarillo y perfumadas.

La Acacia retinodes es una planta arbustiva que puede convertirse también a menudo en un pequeño arbolito con ramas péndulas, hojas lanceoladas de un bonito color verde intenso, muy frecuente en las pinedas y a lo largo de las costas. Las flores reunidas en capítulos de color amarillo intenso se producen periódicamente durante todo el año.

La Acacia es una planta rústica, fácil de cultivar.

Puede ser cultivada en maceta o en plena tierra: obviamente en el caso de la planta sea cultivada en maceta, las dimensiones quedarán muy contenidas.

Al exterior debe ser situada en un lugar protegido del viento y a pleno sol. En piso debe ser mantenida en una zona fresca y en posición muy luminosa, al sol directo. Es oportuno que desde la primavera avanzada y hasta septiembre sea mantenida al exterior, en jardín o en terraza, también a pleno sol (al que va acostumbrándose gradualmente).

La Acacia necesita vivir en un entorno particularmente húmedo, tanto en verano que en invierno. En particular son los dos momentos más críticos: el verano, cuando las temperaturas se ponen particularmente altas (es entonces oportuno pulverizar al menos una vez al día con agua tibia) y cuando inicia a brotar (alrededor del final del invierno). En este período en efecto hace falta mantener un entorno particularmente húmedo alrededor de ella con nebulizaciones cotidianas, siempre con agua tibia, para evitar la caída de los brotes.

Los riegos tienen que ser abundantes y el terreno tiene que quedar siempre ligeramente húmedo, especialmente en verano (no empapado).

La Acacia se trasplanta cada año en primavera usando un buen mantillo rico en turba.

A partir de la primavera y todo el verano suministrar, con el agua de riego, una vez al mes un abono líquido a dosis demediadas.

Es preferible usar un abono igualmente equilibrado en nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) y que contenga también otros elementos como el magnesio (Mg), el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), todos importantes para un correcto y equilibrado crecimiento de la planta.

La planta cada año debe ser podada después de la floración para mantener una forma armoniosa de la planta.

La época de floración es variable según la especie. Como media florece del invierno a la primavera.

La multiplicación puede ocurrir por esqueje y por semilla.

Al elegir la técnica a usar hace falta que tenga presente que la multiplicación por semilla presenta el hándicap de que, al intervenir la variabilidad genética, no hay certeza de obtener plantas iguales a las plantas madre, en cuyo caso, si quiere conseguir una planta bien precisa o no está seguro de que la semilla que usa sea de buena calidad, es preferible optar por la multiplicación por esqueje.

Se pueden usar las ramas recobradas con la poda efectuada después de la floración o bien retirar los esquejes en verano. Hace falta tener cuidado con utilizar sólo esquejes semileñosos, es decir que sean casi leñosos. El largo tiene que estar alrededor de 10-15 cm, y tienen que ser cortados con un corte oblicuo, justo bajo un nudo. Este tipo de corte se aconseja porque permite tener una mayor superficie de enraizamiento y evita la acumulación de agua sobre la superficie. Es importante usar una hoja bien afilada para evitar deshilachar los tejidos teniendo cuidado de que esté bien limpia y desinfectada, preferiblemente a la llama, para evitar infectar los tejidos.

Después de haber eliminado cerca de 2/3 de las hojas presentes (elimine las más grandes y más bajas), los esquejes se sitúan en un compost formado por turba y arena a partes iguales haciendo agujeros con un lápiz, tantos como esquejes que plantar, teniendo cuidado luego de compactar delicadamente el mantillo.

La maceta lista se cubre con una bolsita de plástico transparente a modo de capucha después de haber situado en el terreno palitos para mantener el plástico alejado de los esquejes y haber apretado la bolsita con un elástico a la maceta, para evitar la pérdida de humedad.

La maceta se posiciona en un entorno a cerca de 18 °C de temperatura y en buena luz, pero no al sol directo. Cada día se aparta el plástico para controlar la humedad del terreno y eliminar del plástico el agua de condensación que se habrá formado indudablemente.

Cuando los primeros brotes comienzan a aparecer significa que en los esquejes se han formado las raíces. Es momento de quitar el plástico y poner a una luz más positiva (no el sol directo) a la misma temperatura y se espera a que los esquejes se robustezcan. Cuando se hayan puesto suficientemente grandes y hayan producido nuevos brotes vigorosos, se establecen en la maceta o en el terreno definitivo.

Antes de la siembra, puesto que el revestimiento externo de la semilla es particularmente coriáceo, es oportuno sumergir las semillas en agua hirviente y dejarlas en remojo hasta que el agua se haya enfriado (generalmente toda una noche). Elimine las semillas que salen a flote y sólo siembre las que han ido al fondo. Las semillas tratadas de este modo tienen una germinación bastante rápida (2-3 semanas).

Use un mantillo formado por mitad de arena o perlita y turba de modo que se crea un terreno muy blando y poroso. La profundidad de siembra tendrá que ser igual al espesor de la semilla.

Este síntoma hay que atribuirlo a un entorno demasiado seco.
Remedio: cuando empiezan a formarse los nuevos brotes, pulverizar cotidianamente la planta con agua tibia de modo que garantice un entorno bien húmedo alrededor.

Posteriormente a estas manifestaciones las hojas se abarquillan, asumen un aspecto casi polvoriento y caen. Observando cuidadosamente se notan también sutiles telarañas sobre todo en el envés de las hojas. Con estos síntomas muy probablemente estamos en presencia de un ataque de ácaros o araña roja o arañuela un ácaro muy molesto y dañino.

Remedio: aumentar la frecuencia de las nebulizaciones (la falta de humedad favorece su desarrollo) y eventualmente, sólo en el caso de infestaciones particularmente graves, usar productos químicos específicos. Si la planta no es particularmente grande, se puede probar también a limpiar las hojas para eliminar mecánicamente el parásito usando un copo de algodón mojado y enjabonado. Después, la planta debe ser aclarada muy bien para eliminar todo el jabón.

El nombre Acacia deriva del griego akakaia,nombre usado por Dioscórides para identificar estas plantas.

A menudo estas plantas se llaman “mimosa”, pero en realidad el género Mimosa, es completamente diferente.

Mimosa pudica

De las diferentes especies de Acacia se pueden sacar numerosos productos:

• la goma (de la A. arabica y A. africana) usada en la industria farmacéutica y cosmética como excipiente y en la cura de la disentería o algunas enteritis, o bien en las cremas para la piel;
• el tanino (de la A. decurrens e A. pycnantha) muy utilizado en el curtido de las pieles y de la industria farmacéutica por su efecto antibacteriano, astringente, antifúngico, antidiarreico, vasoconstrictor y en las dermatitis;
• el catoche (de la A. melanoxylon y otras), madera compacta y resistente para carpintería y ebanistería;
• A. cyanophylla , usada en los países mediterráneos para consolidar dunas y escarpaduras;
• A. farnesiana de la que se extrae la esencia de mimosa.

Acacia tortilis

A todos nosotros nos ha ocurrido ver estas imágenes de la sabana africana. Ahora bien el enorme árbol que se ve es una acacia en paraguas (A. tortilis), que debe su nombre común a la característica forma aplastada de la copa que recuerda a un paraguas.

Otra curiosidad de la Acacia cornígera típica de la América tropical es que es una planta mirmecófaga es decir que tiene una relación simbiótica con las hormigas, (especie Pseudomyrmex ferrugineus). Las hormigas son hospedadas en efecto dentro de las estípulas muy abultadas, en su interior, con formaciones en forma de cuernos. Al mismo tiempo las hormigas se alimentan de sustancias particulares ricas en proteínas, de las que son particularmente glotonas, que se encuentran en pequeños corpúsculos localizados en el ápice de las hojuelas (llamados corpúsculos de Belt). A su vez la planta es protegida de los insectos fitófagos y de las plantas epifitas que intentan invadirla.

Acacia cornigera - Nota 1

Fuentes bibliográficas