Las Selaginella son estupendas plantas que con pocos cuidados y atenciones nos alegran con sus estupendos colores y un sorprendente crecimiento.
En el género Selaginella (familia Selaginellaceae), halla numerosas especies de plantas siempreverdes que son cultivadas sea como cobertura de alfombras herbosas sea como enredaderas para adornar los muros.
Son plantas originarias de las selvas húmedas tropicales pero muchas especies se han adaptado a vivir también por largos períodos en condiciones áridas gracias a sus hojas pequeñas y revestidas por una espesa cutícula y por el hecho de que tienen la tendencia a encerrarse como una pelota (de modo que se reduce la superficie de transpiración) para luego retomar la forma normal en cuanto pasa el período de falta de agua. Por esta razón son llamadas "plantas de la resurrección".
Son plantas de pequeñas dimensiones pero de notable crecimiento con tallo más bien postrado y en parte erguido con abundantes ramificaciones. Al nivel de las ramificaciones se forman numerosas raíces adventicias. El tallo está desprovisto de nudos y entrenudos.
Sobre el tallo se insertan las hojas pequeñas y con escamas provistas en la base de un pequeño apéndice llamado ligula destinado a la absorción del agua que se deposita sobre las hojas y unido a través de un sistema de vasos al sistema circulatorio principal de modo que el agua sea rápidamente enviada al sistema central.
No producen flores pero poseen esporófilos es decir hojas que producen los esporangios (como en los Helechos) que son los órganos destinados a la reproducción.
El género Selaginella (único de la familia) comprende unas 750 especies. Recordamos las más conocidas y extendidas.
La Selaginella lepidophylla (foto debajo) está muy extendida en la América central y meridional, caracterizada por formar rosetas de hojas verdes que recuerdan al helecho y que se ponen rojizas con la madurez. Como se señaló antes, es una planta que tiene la particularidad de que si el clima está particularmente seco se cierra como una pelota para luego extenderse en cuanto las condiciones climáticas - ambientales se vuelven favorables. En efecto a menudo se encuentra en el comercio en ramos secos que se vuelven verdes en cuanto se ponen en agua.
Esta planta es conocida como rosa de Jericó (por su parecido con la Anastatica hierochuntica, llamada precisamente rosa de Jericó, de la familia de las Brassicaceae) o planta de la resurrección justo por la característica de "resurgir" en cuanto corre el agua.
La Selaginella kraussiana (foto debajo) es una planta trepadora originaria del África oriental y caracterizada por tener un rápido crecimiento. Los tallos producen numerosas raíces que se desarrollan formando una especie de almohada herbosa rica en hojas.
Existen numerosas variedades de esta especie entre las que recordamos la S. kraussiana var. aurea por el color de sus hojas, amarillo-oro.
La Selaginella martensii (foto debajo) es originaria de México y es indudablemente la especie más extendida y conocida. Al contrario de las otras especies no es trepadora sino que presenta los tallos erguidos, inclinados hacia el exterior. Las hojas son mucho más anchas y llamativas con respecto a las otras especies, punzadas, y de un bonito color verde betún.
Existen muchas variedades entre las que recordamos la S. martensii var. variegata con las hojas de color blanco argentado; la S. martensii var. watersoniana con las hojas de color blanco-verde pálido y las puntas argentadas.
La Selaginella uncinata (foto debajo) es una forma muy bonita del género, utilizada para cestas suspendidas o como cobertura del suelo para crear alfombras herbosas.
A menudo se confunde con el musgo, incluso no teniendo nada que ver con ellos porque botánicamente están muy lejanas entre ellas: los musgos son briofitas (plantas terrestres) mientras las selaginella son tracheophytes (plantas vasculares).
La Selaginella helvetica (foto debajo) es originaria de los Alpes, caracterizada por el hecho de que el tallo lleva superiormente dos filas de hojas pequeñas, situadas por encima, y dos filas opuestas a la primera, más grandes y colocadas inferiormente.
La Selaginella denticulata (foto debajo) es una planta delicada con pequeñas ramificaciones con hojuelas de color verde claro con margen ligeramente dentado.
La Selaginella es una planta que no solicita particulares cuidados culturales.
Prefiere zonas sombreadas, nunca el sol directo, lejos de las corrientes de aire y con temperaturas estables todo el año que no tienen que bajar de los 16-18°C.
En el período primavera-verano debe ser regada frecuentemente, de modo que el sustrato siempre esté húmedo (¡pero no empapado!) y teniendo cuidado de que no se creen encharcamientos.
Es además importante para esta planta pulverizar al menos una vez al día las frondas para crear un entorno húmedo a la planta, especialmente cuando las temperaturas superan los 20 °C, y situarla sobre un posamacetas con guijarros donde quedará constantemente un hilo de agua de modo que se garantice un entorno húmedo (no olvidamos que son plantas de origen tropical).
El agua de nebulización tiene que estar a temperatura ambiente, nunca fría y no calcárea. En efecto una particularidad de esta planta es que no quiere la cal por lo que atención al agua que utilice para regarla. Sería preferible si el agua de su zona es calcárea, hervirla por tanto largo tiempo con la añadidura de alguna gota de vinagre (menos de una cucharita por litro de agua) antes de dársela a la planta.
Durante el otoño y el invierno se reducen ligeramente las frecuencias pero se intenta siempre mantener un entorno húmedo.
La Selaginella se trasplanta cada año, en primavera usando un buen sustrato no calcáreo a base de turba.
Es importante que la maceta sea de terracota porque permite transpirar a la tierra.
Es buena norma poner trozos de barro cocido sobre el fondo de la maceta para favorecer el drenaje del agua de riego ya que esta planta no tolera los encharcamientos.
En el período primavera-verano es oportuno abonar de manera muy somera ya que no es particularmente exigente. Cada 3-4 semanas se mezcla al agua de riego un buen abono completo, es decir que además de tener macroelementos como el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K), contenga también microelementos como el magnesio (Mg), el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), todos importantes para el crecimiento de la planta.
Durante el otoño y el invierno los abonos deben ser suspendidos.
Puesto que no es una planta exigente en abonos, reduzca a 1/4 la dosis con respecto a lo indicado en el paquete.
La Selaginella no producen flores pero poseen esporófilos, es decir hojas que producen los esporangios (como en los helechos) que son los órganos destinados a la reproducción.
La poda hay que efectuarla cada año en el momento del trasplante. Se hace necesaria porque esta planta crece mucho y de manera desordenada, por lo que, para contenerla y darle un desarrollo más armonioso, es oportuno proceder con la poda, cortar las ramas hasta la mitad de su longitud.
Las Selaginella se propagan por esquejes de ramas.
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE
En primavera se retiran esquejes de rama de unos 5-10 cm de largo.
Se recomienda cortar con una hoja de afeitar o con un cuchillo afilado para evitar el deshilachamiento de los tejidos. Utilice un cuchillo afilado para evitar que se deshilache el tejido, limpio y desinfectado (de preferencia a la llama o con alcohol o lejía) para evitar infectar los tejidos.
Después de haber eliminado las hojas más bajas, se hunde la parte cortada en un polvo para favorecer el enraizamiento.
Posteriormente se instalan los esquejes en un compost formado por una parte de turba y una de arena gruesa. Se hacen agujeros con un lápiz, tantos como esquejes, y se instalan como indicado en la foto. Tenga cuidado de compactar delicadamente el sustrato.
Revestir la maceta con una hoja de plástico transparente (o una bolsita puesta a modo de capucha) y colóquelo a la sombra y a una temperatura alrededor de los 18-24°C. teniendo cuidado de siempre mantener ligeramente húmedo el sustrato (siempre regar sin mojar las plantas en enraizamiento con agua no calcárea a temperatura ambiente). Cada día se aparta el plástico para controlar la humedad del terreno y eliminar del plástico el agua de condensación.
Cuando empiecen a aparecer los primeros brotes (después de unas 2 semanas) quiere decir que la planta ha arraigado. Entonces se aparta el plástico y se trasplanta a las macetas definitivas con el sustrato indicado para las plantas adultas y se trata como tal.
Si se cultiva la planta con las precauciones indicadas antes, la planta no presenta problemas parasitarios. Los únicos problemas pueden derivar en efecto de una mala técnica de cultivo.
Esta sintomatología es índice de riegos y humedad insuficientes.
Remedio: regular los riegos y las nebulizaciones.
Todas las licopodofitas son plantas muy arcaicas que se han originado hace cerca de 400 millones de años, y fueron en el Carbonífero (hace 345-290 millones de años) plantas de dimensiones muy grandes: árboles de cerca de 40 m de altura y 2 m de diámetro. Casi la mitad de los fósiles vegetales de este período pertenecen a las licopodofitas y los restos que se encuentran hoy, son los más importantes depósitos de carbón de Europa y Norte América.
Desafortunadamente, de las Licopodiales sólo han sobrevivido tres familias con pocos géneros. Desafortunadamente porque si incluso en apariencia parecen plantas con poco sentido, en realidad son un importante documento de nuestro pasado.
