La Gardenia ha tenido una gran popularidad en los años veinte porque se le asoció la figura del "bon-vivant”, “hombre mundano entregado a los placeres y a la diversión" que la llevaba siempre en el ojal.
El famoso cantante italiano Domenico Modugno (1928 -1994), ha retomado esta figura en su magnífica canción Viejo frac:
Los ingleses también inventaron una pequeña ampolla de vidrio que contenía algunas gotas de agua para poner bajo el cuello y mantener la flor en el agua para que quedara fragante.
Por el hecho de que la flor sólo dura unos pocos días, ha inspirado en todo caso el símbolo de la fugacidad de la belleza.
También el gran cantante cubano, Antonio Machín (1903 -1977), famoso en la posguerra por su canción Dos gardenias, le dio a esta flor un sentido muy suyo:
«Dos gardenias para ti, con ellas quiero te decir
te quiero, te adoro, mi vida.
Ponle toda tu atención
porque son tu corazón y el mío.
Tan popular se hizo que a su muerte, sobre su tumba, en San Fernando de Sevilla (Sevilla, España), fue erigida la estatua de un ángel que tiene en su mano una gardenia.