Las Ruellia son preciosas plantas que crecen un poco por todas partes; muy estimadas para cultivarlas en maceta por sus abundantes y duraderas floraciones.
El género Ruellia de la familia Acanthaceae comprende plantas originarias de México y Brasil aunque se encuentran frecuentemente un poco en todo el mundo ya que viven en los hábitats más diversos: selva pluvial, desierto, pantano, zonas tropicales, zonas templadas y praderas. El hecho de que el género sea tan cosmopolita se atribuye al hecho de que las semillas están cubiertas por pelos higroscópicos que cuando se mojan se ponen mucilaginosos. Este hecho hace más fácil la germinación y la propia dispersión.
La mayor parte de las Ruellia son plantas herbáceas perennes, pero existen especies de porte arbustivo, arbóreo y hasta lianas.
Una particularidad es que en este género existen muchas especies cleistógamas, o sea que las flores se autofecundan sin abrirse aunque son numerosas las especies de polinización cruzada tradicional.
Existen unas 200 especies en el género Ruellia pero las más conocidas y extendidas como plantas ornamentales son:
La especie Ruellia makoyana es una planta herbácea caracterizada por tallos muy finos en los que surgen hojas lanceoladas de manera alternadas, de color verde intenso, aterciopeladas y con evidentes nervaduras. Las flores tubulares provistas de una corola subdividida en cinco lóbulos son de color morado intenso.
La Ruellia brittoniana es una planta perenne caracterizada por hojas de color verde oscuro, opuestas, lanceoladas, de hasta 30 cm de largas y no más anchas de 2 cm.
Las flores son de color azul-violeta, en forma de trompeta y de cerca de 3-5 cm de diámetro.
Existen numerosas variedades que se distinguen por los colores de las flores que varían del blanco, al rosa, a muchas tonalidades de azul, tal como variedades enanas.
Es una planta muy llamativa y sus flores son muy rebuscadas por las mariposas porque a su alrededor siempre está presente una nube de mariposas.
Comunmente se conoce como petunia mexicana.
Son plantas de fácil cultivo y no solicitan particular cuidados culturales y también son fácilmente adaptables a muchas situaciones pedoclimáticas.
Son plantas que deben ser cultivadas en maceta porque temen el frío: temperaturas por debajo de 5°C pueden ser fatales.
Quieren una posición en óptima luz pero es preferible no exponerlas al sol directo en las horas más calientes de los días veraniegos.
Son plantas de crecimiento rápido por lo que da muchas satisfacciones, gracias también a las abundantes y variegadas floraciones.
Las especies normalmente utilizadas con objetivo ornamental tienen porte trepador por lo que son particularmente aptas al cultivo en macetas suspendidas.
La Ruellia se riega a menudo en el período primavera - verano pero teniendo la prudencia de dejar secar en superficie el terreno entre un riego y otro. En estas plantas tengamos presente que es mejor un riego de menos que uno de más porque también puede resistir breves períodos de sequía. Durante el período otoño - invierno los riegos deben reducirse sensiblemente.
La Ruellia debe ser trasplantada cada dos/tres años.
Use un sustrato rico en materia orgánica con añadidura de un poco de arena gruesa para favorecer el drenaje del agua de riego porque no tolera los encharcamientos. Con tal objetivo es importante situar sobre el fondo de la maceta trozos de barro cocido que favorecen el escurrido de aguas en exceso.
Se recomienda el empleo de barro cocido que favorece los intercambios gaseosos con el entorno exterior haciendo evaporarse más rápidamente el agua, corrigiendo de este modo eventuales errores de riegos excesivos.
A partir de la primavera y durante todo el verano es oportuno abonar cada 3 semanas utilizando un buen abono líquido que deberá suministrarse con el agua de riego. En los demás períodos del año, deben suspenderse.
Un consejo: cuando vaya a comprar el abono, no tome lo primero que se le pase bajo los ojos sino que lea la composición en la etiqueta y prefiera abonos que además de contener los elementos principales cuál nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), contenga también microelementos, es decir aquellos compuestos de que la planta necesita en cantidades mínimas como el hierro (Fe), el magnesio (Mg), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo).
Disminuir ligeramente las dosis con respecto a lo indicado en el fertilizante. Si utiliza una buena tierra y trasplanta regularmente, dará a su planta una buena reserva de base de elementos nutritivos.
Es oportuno reducir las ramas demasiado largas en primavera. La Ruellia en efecto tiende a crecer de manera desordenada, por tanto es necesario intervenir periódicamente. Se tienen además que eliminar las hojas viejas o muertas para dejar espacio a nuevos brotes y evitar que se conviertan en vector de enfermedades parasitarias.
La época de floración de muchas especies es variable aunque la mayor parte florece en el período primavera - verano.
La planta se multiplica per semilla o por esqueje.
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE
En primavera los esquejes pueden retirarse de la punta de las ramas, con una longitud de cerca de 10 cm, eligiéndolos de ejemplares sanos y robustos. Hacer un corte oblicuo (permite tener una mayor superficie de enraizamiento y evita la acumulación de agua sobre su superficie), justo bajo un nudo eliminando las hojas situadas más abajo.
Procure que la cuchilla esté bien afilada para evitar deshilachar los tejidos y que esté limpia y desinfectada, preferiblemente a la llama, para evitar infectar los tejidos.
Se colocan a continuación en un compost formado por turba y arena gruesa haciendo agujeros con un lápiz, tantos como esquejes a plantar, teniendo a continuación cuidado de compactar delicadamente el sustrato.
La maceta se cubre con una bolsita de plástico a modo de capucha después de haber colocado en el terreno palitos para mantener el plástico lejos de los esquejes y haber sujetado la bolsita a la maceta con una goma elástica, para evitar la pérdida de humedad y mantener un calor constante. La caja se coloca en semi-penumbra y a una temperatura alrededor de 18-21°C. La tierra siempre debe ser mantenida ligeramente húmeda regando sin mojar los esquejes en enraizamiento con agua a temperatura ambiente. Cada día se apartará el plástico para controlar la humedad de la tierra y eliminar del plástico el agua de condensación.
Cuando los primeros brotes empiezan a aparecer significa que en los cortes se han formado las raíces. Es momento de quitar el plástico y poner a una luz más positiva (no sol directo), a la misma temperatura y se espera a que los esquejes se robustezcan. Después se establecen en la maceta definitiva y deben ser tratados como las plantas adultas.
Puede ser también adoptada la multiplicación por semilla que sin embargo lleva consigo la desventaja de que al intervenir la variabilidad genética, no se obtendrán plantas iguales a las plantas madre. Así pues, si se desea tener una planta precisa o no se está seguro de la calidad de la semilla que está usando, es mejor hacer la multiplicación por esqueje.
MULTIPLICACIÓN POR SEMILLAS
Si se prevé hacer la siembra en maceta o en semillero, las semillas deben ser sembradas en primavera en un compost formado por sustrato fértil y arena gruesa. Puesto que las semillas no son particularmente grandes, para enterrarlas ligeramente, empújelas bajo el sustrato usando un trozo de madera plana o bien puede verter encima más sustrato.
La bandeja con las semillas debe ser situada a la sombra a una temperatura de cerca de 15°C y el terreno debe ser mantenido constantemente húmedo usando un pulverizador. Todo esto hasta el momento de la germinación.
La bandeja debe ser revestida con una hoja de plástico transparente o una losa de vidrio que garantizará una buena temperatura y evitará un desecado demasiado rápido del sustrato. La hoja de plástico debe ser retirada cada día para controlar el grado de humedad del terreno y sacar el agua de condensación que se forma sobre el plástico o en el vidrio.
Cuando las semillas hayan brotado se aparta el paño de plástico y se aumenta, a medida que las plantas crecen, la cantidad de luz (nunca sol directo) y se asegura una buena ventilación y se eliminan las plantas menos vigorosas para dar espacio a las más robustas.Cuando las plantas sean lo suficientemente grandes para poder manipularlas, se retiran teniendo mucho cuidado de no estropear sobre todo las raíces (sería conveniente usar un tenedor para estas operaciones que se enhebra bajo el terreno para tomar la planta entera y ponerla en la nueva maceta), y se plantan en un sustrato como el indicado para las plantas adultas y se tratan como tales.
Este síntoma hay que atribuirlo a una escasa cantidad de luz.
Remedio: situar la planta en una posición más luminosa.
Si hay pequeños insectos móviles está indudablemente en presencia de áfidos comúnmente llamados pulgones. Son insectos que si no se mantuvieran bajo control pueden provocar graves daños a la planta. Pueden ser de diferentes colores dependiendo de la especie, pero casi siempre de amarillo a verde o a blanco. Obsérvelos con una lupa y compare con la foto a lado, son inconfundibles, no puede equivocarse.
Remedio: usar productos químicos específicos localizables en un buen vivero. Se recomienda utilizar productos sistémicos, es decir, que entran en la circulación de la savia de la planta y luego son absorbidos por los insectos durante su alimentación.
Si las hojas empiezan a amarillear, aparecen salpicadas de manchas de amarillo y castaño y después de estas manifestaciones se abarquillan y asumen un aspecto casi polvoriento y caen y se notan también sutiles telarañas sobre todo en el envés de las hojas muy probablemente estamos en presencia de un ataque de ácaros o araña roja o arañuela, un ácaro muy molesto y dañino.
Remedio: aumentar las nebulizaciones porque la falta de humedad favorece su desarrollo y eventualmente, sólo en el caso de infestaciones particularmente graves, usar productos químicos específicos. Si la planta no es particularmente grande, se puede probar también a limpiar las hojas para eliminar mecánicamente el parásito usando un copo de algodón mojado y enjabonado. Después, la planta debe ser aclarada muy bien para eliminar todo el jabón.
Estos insectos son aleuródidos, más conocidos como la “mosca blanca”. Para saber si se trata de ellas, basta agitar el árbol y se levantará como una nube. Se encuentran concentrados en el envés de las hojas. El daño es causado por la absorción de la savia con su aparato bucal chupador y por las picaduras en los tejidos conductores para poner sus huevos. También producen melaza (sus excrementos son azucarados y pegajosos) que pueden dar lugar a la “negrilla” (un hongo negro) y pueden transmitir enfermedades virales.
Remedio: para hacerles frente, usar pesticidas específicos.
El género ha sido llamado Ruellia en honor de Jean de Ruelle (1474 -1537), médico y herbolario del rey de Francia Francisco I y traductor de numerosas obras de Dioscórides.
De algunas especies se sacan tisanas utilizadas como medicamentos para tratar el dolor de cabeza, y para los vértigos como gotas para los ojos.
En lengua inglesa esta planta se llama wild petunia «petunia salvaje» o mexican petunias «petunia mejicana».
Referencias bibliográficas online
(en) Tree of Life web project
