El género Coleus (término ya abandonado por los botánicos ya que, con la nueva clasificación botánica filogenética, el género hoy por hoy se llama Plectranthus. Se mantiene aquí, sin embargo, la vieja denominación porque es más conocida) pertenece a la familia Lamiaceae.
Por su aspecto algunas especies recuerdan a la menta y a la ortiga, también ellas miembros de la misma familia, incluso teniendo características diferentes.
Los Coleus son plantas que, en piso, no alcanzan grandes dimensiones y no superan los 50 cm de altura mientras que en sus entornos naturales pueden superar el metro de altura. Son plantas siempreverdes perennes pero que generalmente son cultivadas como anuales.
Poseen un tallo de sección cuadrangular y las hojas asumen formas muy diferentes según la especie: acorazonadas, lanceoladas, ovaladas, con los márgenes lisos o dentados y con coloraciones que van del verde claro, al cobrizo, al rojo, al naranja y al amarillo, irregularmente combinados entre ellos.
Las flores se reúnen en inflorescencias en espiga y son pequeñas, de color variable del blanco, al azul, al púrpura, poco llamativas.
Hay muchas especies de Coleus pero la más importante de la que en fin derivan casi todos los híbridos que hallamos en el comercio es el
El Coleus blumei es originario de la isla de Java y en la naturaleza es un matorral que alcanza el metro de altura.
Las hojas son de color verde pálido, ovaladas, con los márgenes dentados e inestablemente jaspeadas en bandas de color púrpura o cobrizo.
De esta planta derivan casi todos las plantas que encontramos en el comercio, entre los que recordamos: Coleus blumei ‘Carefree’, con hojas palmeado-labiadas de color rojo oscuro en el centro y verdes en los bordes; Coleus blumei ‘Rainbow’, con grandes hojas carmesí con nervaduras rojo oscuro y márgenes rojos casi negros; Coleus blumei ‘Sabre’, de porte arbustivo con hojas jaspeadas de rojo, amarillo y verde.
La planta de Coleus thyrsoides tiene las hojas acorazonadas y su particularidad con respecto a las otras especies es tener una abundante floración de noviembre a marzo, produciendo flores muy graciosas de color azul, muy decorativas, asociadas en mazorcas.
Es una planta que puede alcanzar el metro de altura.
La planta de Coleus verschaffeltii tiene típicamente las hojas acorazonadas, con los márgenes dentados y la lámina foliar revestida por una ligera pelusa e inestablemente jaspeada de rojo con los márgenes rojos.
Es una planta que alcanza dimensiones mayores que el C. blumei.
El género Coleus comprende plantas de no difícil cultivo si se tiene en cuenta que son plantas de origen tropical, por lo que bajo ciertos mínimos de temperatura no pueden cultivarse.
Es una planta que quiere la luz, por lo tanto tiene que estar expuesta en la posición más luminosa de la casa preferiblemente orientada al sur. También puede tenerla a la luz solar directa, con que esté protegida durante las horas de mayor insolación para no provocar quemaduras en las hojas. La coloración brillante y variegada de las hojas es directamente proporcional a la cantidad de luz que reciben.
Las temperaturas óptimas de cultivo están alrededor de 20-25°C pero soportan bien también temperaturas superiores. Es oportuno que no bajen de 12-13°C, niveles bajo los cuales la planta muere y es por este motivo por el que, en los climas templados, la planta se cultiva como anual ya que no superan los inviernos sobre todo si se cultiva al exterior.
Atención a las corrientes de aire frío que no toleran.
Al final del verano, empieza a perder las hojas más bajas dejando desnudos los tallos. No tenemos que preocuparnos por esto, en primavera se repoblarán. En todo caso también es por este motivo que a menudo se cultivan como anuales: se prefiere renovar la planta dada su bajo coste.
Desde la primavera y durante todo el verano, la planta de Coleus debe regarse abundantemente, de modo que el sustrato quede constantemente húmedo, no mojado, y sin dejar encharcamientos en el posamacetas.
Durante el invierno se riega con más moderación siempre manteniendo el sustrato ligeramente húmedo.
Son plantas que quieren los entornos húmedos por lo que es oportuno pulverizar regularmente las hojas, pronto por la mañana para evitar que las gotas de agua concentren los rayos del sol en las horas más calientes, funcionando como lentes.
Si se cultivara al exterior, en el momento de la disposición sobre el terreno, tenga cuidado de no ponerla en depresiones del terreno donde pudiera acumularse el agua pluvial o el agua de riego.
Hace falta tener mucho cuidado, si las temperaturas se hunden, de no dejar estancarse el agua. Ésto comportaría una excesiva bajada de la temperatura a nivel radical que podría ser fatal para la planta.
Puesto que generalmente la planta de Coleus se cultiva como anual no se habla generalmente de trasplante.
En todo caso un buen sustrato es fundamental para asegurar un floreciente crecimiento de esta planta. La primera cosa a tener presente es que tiene que tener como característica principal la posibilidad de permitir un rápido escurrido de las aguas en exceso. No utilice tierras de reacción ácida sino neutra o ligeramente alcalina.
Una buena mezcla podría ser: 1 parte de sustrato fértil, 1 parte de turba, 1 de arena. Son a evitar los terrenos pesados, arcillosos que retienen demasiada agua y que provoca encharcamientos, muy peligrosos para esta especie.
Personalmente aconsejo siempre usar barro cocido aunque muchos optan por las macetas de plástico (menos caras y con más agujeros de drenaje). Creo que las de terracota permiten a la tierra transpirar y si el agujero de drenaje se ha arreglado de modo que garantice un buen aliviadero de aguas, diría que son perfectas.
Si la planta al exterior y tiene que hacerlo con un terreno arcilloso, asegúrese antes de la instalación de hacer una excavación y de mezclar arena al terreno, cerca del 30%, para mejorar el drenaje.
Desde la primavera y durante todo el verano, abonar cada 2 semanas con un abono líquido a diluir en el agua de riego disminuyendo ligeramente las dosis con respecto a lo indicado en el producto. Durante el otoño y el invierno los abonos deben ser suspendidos.
Es preferible usar un abono igualmente equilibrado en nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) y que contenga también otros elementos como el magnesio (Mg), el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), todos importantes para un correcto y equilibrado crecimiento de la planta.
La planta no se cultiva ciertamente por la belleza de sus flores, por lo tanto cuando empiezan a aparecer, se aconseja eliminarlas para no desperdiciar energías de la planta, cortándolas en cuanto aparecen, bajo el primero par de hojas.
En el caso de las plantas de Coleus no se puede hablar de auténtica poda sino de despunte de los ápices vegetativos de las ramas, ya que tienden a dispersarse, de modo que se estimula a la planta a producir nuevas ramas y por lo tanto a conseguir una planta de aspecto más compacto.
Una recomendación: esterilizar, preferiblemente a la llama, las cizallas que utilice para cortar sobre todo cuando pasen de una planta a otra. Si lo hace con las manos, tenga cuidado de que estén bien limpias.
La planta se multiplica por esqueje o por semilla.
Al elegir la técnica a adoptar se debe tener presente que la multiplicación por semilla tiene la desventaja de que no se conseguirán, casi con toda seguridad, plantas iguales a la planta madre al intervenir la variabilidad genética. En consecuencia, si quiere conseguir un ejemplar preciso o no está seguro de la calidad de la semilla, es mejor hacer la multiplicación por esqueje.
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE
El esqueje puede ser retirado de las nuevas ramas entre abril y septiembre. Tienen que ser de unos 7-10 cm de largo y deben ser cortados enseguida bajo un nudo de modo que queden 2-3 hojas y eliminando las hojas más bajas. Además elíjalo de plantas robustas y en buena salud.
Utilice un cuchillo afilado para evitar que se deshilache el tejido, límpielo y desinféctelo (de preferencia a la llama o con alcohol o lejía) para evitar infectar los tejidos y desinféctelo en cada corte.
Después de haber eliminado las hojas más bajas, se hunde la parte cortada en un polvo para favorecer el enraizamiento.
Posteriormente se instalan los esquejes en un compost formado por una parte de turba y una de arena gruesa. Haga un agujero con un lápiz y colóquela a una profundidad de 1,5-2 cm. Tenga a continuación cuidado de compactar delicadamente el sustrato.
La maceta se coloca en un entorno aireado y a la sombra y a una temperatura alrededor de 21°C teniendo cuidado de tener siempre ligeramente húmedo el sustrato (regar siempre sin mojar la planta en enraizamiento con agua a temperatura ambiente).
Cuando empiecen a aparecer brotes quiere decir que la planta ha arraigado. Entonces se desplaza la planta a una posición más luminosa (no al sol directo). Cuando las plantas sean suficientemente grandes para ser manipuladas sin problemas, se establecen en la maceta definitiva en un compost tal como el indicado para las plantas adultas y se tratan como tales.
MULTIPLICACIÓN POR SEMILLAS
Las semillas de Coleus deben sembrarse en enero-febrero en un compost formado por una parte de sustrato fértil y una de arena gruesa o perlita o vemiculita y deben ser enterradas muy poco (2 mm).
La bandeja que contenga las semillas debe ser mantenida a la luz, a temperatura lo más constante posible, alrededor de 21°C. Es fundamental que el sustrato esté constantemente húmedo (use un rociador para humedecer totalmente el sustrato) hasta el momento de la germinación.
Sería una buena norma, para prevenir eventuales ataques de hongos, suministrar también con el agua de riego un fungicida de amplio espectro, a las dosis indicadas en el producto.
La bandeja se cubre con una hoja de plástico transparente (o cristal) para asegurar una buena temperatura y evitar que el suelo se seque demasiado rápidamente. La hoja de plástico debe ser retirada cada día para controlar el grado de humedad del terreno y sacar el agua de condensación.
Cuando las semillas hayan germinado (el tiempo varía de pocas semanas a algunos meses), se aparta el paño de plástico y se desplaza la caja a una posición más luminosa (no al sol directo).
Entre todas las plantas nacidas, indudablemente habrá algunas menos vigorosas que otras. Localízalas y elimínalas de modo que garantices más espacio a las plantas más robustas.El Coleus puede estar sometido a muchas patologías, más producto de una mala técnica de cultivo que auténticas enfermedades parasitarias. En todo caso las patologías que puede hallar son las siguientes:
Esta sintomatología hay que atribuirla a poca humedad ambiental y riegos escasos.
Remedio: haga de modo que el sustrato quede constantemente húmedo y pulverice regularmente las hojas, como indicado en los párrafos anteriores.
Esta sintomatología puede ser el preludio de una podredumbre debida a riegos excesivos.
Remedio: si el terreno está demasiado mojado lo deja secar. Elimine las partes dañadas. Trate las raíces con un fungicida de amplio espectro. Espere 7-10 días antes de regar y en adelante regule mejor los riegos.
Esta sintomatología puede ser atribuida a carencias nutricionales o a iluminación escasa.
Remedio: haga un análisis sobre cómo ha cultivado la planta hasta ese momento con base en las indicaciones indicadas en cada párrafo de esta guía y actúe en fin en consecuencia.
Esta sintomatología es debida a una escasa iluminación.
Remedio: desplace la planta a un lugar más idóneo.
Las manchas sobre el envés de las hojas podrían significar cochinilla algodonosa. Para estar seguros, sugerimos utilizar una lupa y observar. Se caracterizan por tener una especie de escudo protector, de color blanco. Son características, no hay riesgo de error. Además si intenta sacarlas con una uña, salen fuera fácilmente.
Remedio: sacarlas con un copo de algodón mojado en alcohol o si la planta es grande y en maceta, se puede lavar con un agua y jabón neutro frotando muy delicadamente con una esponja para retirar los parásitos. Después, la planta debe aclararse muy bien para eliminar todo el jabón. Para las plantas más grandes y plantadas al exterior, puede usar productos químicos específicos. Los tratamientos con insecticidas anticochinillas, para que sean más eficaces, deben ir dirigidos contra las larvas, que son más sensibles que el adulto.
Si nota pequeños insectos móviles de color blanco-amarillento-verdusco está casi indudablemente en presencia de áfidos comúnmente llamados pulgones. Obsérvelos con una lupa y compárelos con la foto de al lado, son inconfundibles no puede equivocarse.
Remedio: tratar con productos específicos contra los áfidos localizables en tiendas especializadas en jardinería.
Existe una especie el Coleus forskohlii que contiene una sustancia, la Foskolina usada en la medicina ayurvédica para conseguir muchas preparaciones utilizadas para combatir los calambres musculares y males de estómago, la presión sanguínea, las alergias, el asma y la depresión.
Además, una de sus características es favorecer la pérdida de peso. En efecto, aumenta la concentración del AMPc (AMP cíclico) dentro de las células, que es un mensajero celular que activa numerosas enzimas entre ellas las lipostáticas, es decir las que estimulan la lipolisis y la liberación de lípidos incrementando por lo tanto la combustión de grasas.
El empleo de esta sustancia tiene que hacerse en todo caso bajo estrecho control médico.
El nombre coleus deriva del griego koleos «vaina, guiana» por los filamentos de los estambres que aparecen asociados en pequeños haces.