El Agave también es conocido con los nombres de pita, maguey, cabuya, mezcal y fique. Son plantas de porte arbustivo y de forma globosa.
Producen hojas sésiles dispuestas en rosetas, lanceoladas, más o menos carnosas, de color blanco-azulado o blanco-grisáceo que acaban con un aguja fina, y casi siempre espinosas en sus márgenes.
Las flores están dispuestas en inflorescencias paniculadas o espigadas según la especie, que se forman en el centro de la roseta de hojas.
El fruto es una cápsula leñosa con muy diversas formas, dehiscente con tres alas.
Se afirma que florece a los 100 años. En realidad esto no es verdad, les hacen falta de 10 a 30 años y más para hacerse adultos y por lo tanto para florecer. Durante este lapso de tiempo la planta se vuelve demasiado grande para poder cultivarse en maceta.
Proponemos un vídeo de una noticia que ha hecho ola en America dónde se ve un ágave, plantado en 1967 dentro de un pequeño invernadero y que ha crecido hasta producir un tallo floral de 9 metros de alto, que atraviesa el techo del invernadero.
El género tiene numerosas especies entre las que recordamos:
El A. americana tiene espléndidas hojas verde-grises, espinosas a lo largo de los márgenes y terminando en un gran aguijón. Es una planta que crece bastante rápidamente alcanzando la madurez en pocos años. Es el Agave más difundido y conocido en todo el mundo, en las zonas cálidas-templadas porque es el más tolerante, entre las muchas especies, a temperatura y también por su capacidad de crecer en maceta.
Existen numerosas variedades entre las que recordamos: Agave americana var. estriada con las hojas verdes estriadas de amarillo y blanco en la parte central de la hoja; Agave americana var. marginata ( foto abajo), con hojas de un verde intenso estriado de amarillo sobre los márgenes de las hojas; Agave americana var. medio-picta (foto abajo) con hojas gris-verde con una estriación central blanco-plateada.
El A. Victoriae reginae tiene las hojas largas y sutiles, estriadas de manera irregular de blanco.
Es una planta de pequeñas dimensiones que queda muy compacta. Produce una llamativa inflorescencia con un largo tallo de 2 a 4 metros de alto. Es originaria de las zonas desérticas de México y crece en terrenos predominantemente calcáreos.
El A. stricta presenta las hojas verdes, rígidas, sutiles, largas hasta de 40 cm y terminando con una larga espina. La inflorescencia tiene un largo tallo floral hasta de dos metros de alto.
Los ágaves son plantas que crecen muy bien en pleno sol, sea de verano o de invierno.
Las temperaturas ideales están entre los 20 y los 30°C.
Desde la primavera y durante todo el verano conviene desplazarla al aire libre, si se cultiva en maceta.
Deben regarse con parquedad pero regularmente.
Durante los meses invernales deberá regarse lo necesario para mantener el suelo húmedo. En la reanudación vegetativa, en primavera, se restablecen los riegos de manera gradual pero no regando excesivamente, lo suficiente para mantener la tierra húmeda, no mojada. Hacia el fin del verano se recomienza a reducir gradualmente los riegos.
Atención: no dejar nunca agua en el posamaceta porque no toleran de ningún modo los encharcamientos. En particular tengan cuidado de no mojar o dejar agua en las hojas.
El Agave de grandes dimensiones se trasplanta cada año al principio de la primavera mientras que las de pequeñas dimensiones, cada dos-tres años.
Se utiliza un suelo para cactus que ya se encuentra preparado en los viveros, al que se añade un poco de arena fina.
Se recomienda, para todas las plantas, usar macetas de terracota que favorecen la respiración de la tierra. La maceta no tiene que ser demasiado grande pero de dimensiones ligeramente superiores a la precedente. De hecho, si hay excesiva cantidad de tierra, la planta no la utilizará pero sin embargo podría quedar empapada de agua con graves consecuencias.
Desde la primavera y hasta bien entrado el otoño hace falta abonar el ágave cada tres semanas con un abono líquido suministrado junto al agua de riego utilizando un producto específico formulado para la nutrición de las cactáceas.
Durante el resto del otoño y el invierno, suspender los abonos.
El agave florece una sola vez en su vida y luego muere y esto ocurre cuando la planta ha alcanzado la madurez, más o menos cuando ha alcanzado los 10-30 años (y más) de edad.
La floración ocurre en primavera tardía, principio de verano.
Generalmente no se poda. Se eliminan sólo las hojas basales que poco a poco se desecan, para evitar que se conviertan en vehículo de enfermedades parasitarias.
Procuren que el utensilio que usen para el corte esté limpio y desinfectado (preferiblemente a la llama), para evitar infectar los tejidos.
El Agave se puede propagar a partir de los retoños que crecen alrededor de la planta madre y cuando han alcanzado un largo de unos 10 cm.
Deben separarse con un cuchillo afilado, limpio y desinfectado (preferiblemente a la llama), y dejarse secar al aire dos-tres días. Después se ponen en un compost para cactáceas con arena y se mantienen a temperatura de 15°C.
La mezcla se tiene constantemente húmeda y al amparo del sol directo hasta que las jóvenes plantas arraiguen. A partir de entonces pueden trasplantarse y tratarse como las plantas adultas.
Un estado de malestar general de la planta normalmente se debe a riegos excesivos, especialmente a encharcamiento de agua en las hojas.
Remedios: secar la planta y dejar secar la tierra, eventualmente sacando la planta de la maceta si la tierra está demasiado empapada y dejando secar el tiempo necesario antes de reponer la planta en la maceta. A continuación, disminuir los riegos.
Los puntos rojizos en el envés de las hojas podrían significar que se está en presencia de cochinillas. Para estar seguros, sugerimos utilizar una lupa y observar. Se caracterizan por tener una especie de escudo protector, de color oscuro y consistente. Comparen con la foto al lado. Son características, no puede haber error. Además si se intenta sacarlas con una uña, vienen fuera fácilmente.
Remedios: retirarlas con un copo de algodón mojado en alcohol o, si la planta es grande y en maceta, se puede lavar con agua y jabón neutro frotando muy delicadamente con una esponja para retirar los parásitos. Después, debe ser aclarada muy bien para eliminar todo el jabón. Para plantas más grandes y plantadas a cielo abierto, podéis usar productos químicos específicos. Los tratamientos con insecticidas anticochinillas, para que sean más eficaces, deben ir dirigidos contra las larvas, que son más sensibles que el adulto.
Si notáis estos pequeños animales estáis en presencia de áfidos comúnmente llamados pulgones.
Remedios: usar productos químicos específicos localizables en un buen vivero.
Después de estas manifestaciones las hojas se abarquillan asumen un aspecto casi polvoriento y caen. Observando cuidadosamente se notan sutiles telarañas sobre todo en el envés de las hojas. Con estos síntomas muy probablemente estamos en presencia de un ataque de ácaros o araña roja o arañuela , un ácaro muy molesto y dañino.
Remedios: aumentar la frecuencia de las nebulizaciones (la falta de humedad favorece su desarrollo) y eventualmente, sólo en el caso de infestaciones particularmente graves, usar productos químicos específicos. Si el Agave no es particularmente grande, se puede probar también a limpiar las hojas para eliminar mecánicamente el parásito usando un copo de algodón mojado y enjabonado. Después, la planta debe ser aclarada muy bien para eliminar todo el jabón.
La planta tiene múltiples empleos: se utilizan sus hojas, ricas en fibras longitudinales que constituyen su sistema vascular, para producir cáñamo, cuerdas, redes, etc.
Del Agave además se producen muchas bebidas: el Pulque, el Mezcal y el Tequila.
El TEQUILA toma el nombre de la ciudad mejicana de Tequila dónde se destiló por primera vez. Actualmente, desde 1974 se ha reconocido oficialmente la originalidad del Tequila a nivel internacional, pero sólo para el producido en las regiones de Jalisco, Nayarit, Michoacán y Guanajuato de México, que tiene que contener al menos el 51% de destilado de Agave y tiene que ser producido exclusivamente por el Agave Tequilana Weber variedad Azul (foto abajo).
El procedimiento es muy particular. Cuando empieza a crecer el tallo floral, se corta. La planta reacciona reforzando su crecimiento sobre todo en la parte central del fuste, hinchándolo y acumulando allí una gran cantidad de azúcares. Cuando está bien hinchado se corta la planta por la raíz y la parte central es reducida a una especie de piña (foto en la parte superior y video abajo) que pesa de 12 a 45 kg.
Para conseguir el tequila se trata la piña en simples hornos de vapor. Hacen falta 7 kg de pulpa para 1 litro de tequila como media.
Existen varios tipos de tequila:
Para conseguir el MEZCAL, la piña se calienta con carbón de leña, para otorgarle el característico aroma “ahumado”. Para la producción del mezcal, se pueden usar ocho especies diferentes de agave (al revés que el tequila que tiene que producirse sólo del Agave Tequilana Weber variedad Azul) aunque la especie principal es el Agave angustifolia. El famoso "gusano" que se encuentra en el fondo de la botella del mezcal, es una larva que vive dentro de la planta y el motivo por el que se añade a la botella no está claro, parece que si se encuentra entero, sea índice del alto grado alcohólico del producto.
Del Agave también se consigue otra bebida, el PULQUE, una bebida muy nutritiva con baja tasa alcohólica que se consigue pisando y moliendo la piña de la que se extrae un zumo dulce llamado "aguamiel" que se trabaja para conseguir precisamente el pulque. En tiempos de los aztecas esta bebida fue usada durante las ceremonias sagradas.
Ves: «Agave - El lenguaje de las flores y de las plantas».