El orégano es una planta herbácea, perenne, matosa, originaria de los países mediterráneos que crece espontánea en los lugares soleados y áridos hasta 2000 m sobre el nivel del mar y es cultivada como planta aromática y por sus propiedades terapéuticas.
El orégano perteneciente al género Originum, familia Lamiaceae (ex Labiatae), agrupa plantas herbáceas, perennes, matosas, originarias de los países mediterráneos. Crece espontánea en los lugares soleados y áridos hasta 2000 m sobre el nivel del mar y se cultiva como planta aromática y por sus propiedades terapéuticas.
El nombre deriva del griego oros «montaña» y de gamos «resplandor, delicia», es decir «alegría de la montaña» porque en estado espontáneo colorea con sus flores las pendientes montañosas y los valles pedregosos y soleados.
El tallo es erguido, cuadrangular, de 50-80 cm de alto, ramificado y en la parte superior de color rojizo y bañado, en la mayor parte de las especies, de una espesa pelusa. La raíz es un rizoma rastrero negruzco provisto de raíces fibrosas. Las hojas son ovalado-lanceoladas, con márgenes lisos o ligeramente dentados, provistas de un corto pecíolo, a menudo pubescentes.
Las flores se recogen en panículas en la cumbre de los tallos y son de un bonito color blanco - rosado – rojo, provistas de brácteas rojizo - moradas y son sobre todo hermafroditas de polinización entomófila por parte de abejas y mariposas.
El fruto es una cápsula de color oscuro.
Esta planta a menudo se confunde con la mejorana (Origanum majorana, de la misma familia) porque su aspecto es muy parecido, pero el gusto y el aroma es muy diferente ya que no contiene los aceites esenciales propios del orégano.
Existen unas 50 especies pertenecientes al género Origanum entre las que recordamos:
El Origanum vulgare es lo que nosotros conocemos y que estamos acostumbrados a comprar como orégano, utilizado con fines alimenticios o terapéuticos. Existen numerosas cultivars seleccionadas por sus fines ornamentales o terapéuticos: Origanum vulgare ‘Aureum’ que se usa con fines culinarios con las hojas que viran a dorado en verano.
L'Origanum vulgare ‘Hirtumo’ llamado por muchos orégano heracleoticum extendido en Italia junto al vulgare, y también en Grecia peninsular y en los países balcánicos, con las hojas bañadas de pelos y flores blancas.
El Origanum onites está muy extendido en Grecia, en Turquía y en Asia como planta aromática aunque como aroma y sabor es inferior al Origanum vulgare por ser más amargo aunque muy persistente.
Tiene más o menos las mismas propiedades terapéuticas del Origanum vulgare.
El Origanum compactum es por muchos considerado una variedad del O. vulgare.
Es una variedad baja, usada sólo como aromática. No se tiene mucha documentación acerca de esta especie.
El Origanum dictamnus, es utilizado casi exclusivamente como planta aromática con un gusto mucho más delicado que el Origanum vulgare, en efecto es usado para aromatizar el vermouth y sus hojas para sazonar las ensaladas. Las flores proporcionan un té muy fragante.
No es usada con objetivos terapéuticos.
El orégano, para crecer de la mejor manera y dar todo su aroma, tiene que desarrollarse al sol, al calor y al aire. Cultivado en lugares sombreados y frescos la calidad y la cantidad de aceites esenciales disminuye sensiblemente. Las plantas que crecen cerca de zonas marinas son las que tienen la mayor fragancia.
A medida que la vegetación se seca es necesario retirarla.
No es una planta particularmente grande por lo que tiene que hacerse un control de las malas hierbas.
Tienen que hacerse bastante regularmente un binado de la tierra de modo que se retire la costra superficial que vuelve el terreno asfixiante sobre todo si el cultivo ocurre en tierras arcillosas
Prefiere suelos secos, debe ser regado poco y a menudo teniendo cuidado con no empapar el terreno y no deje encharcamientos que no toleran en modo alguno porque causan la putrefacción de las raíces. La mayor demanda de agua se tiene cuando la planta todavía es joven y durante la floración.
El orégano es una planta que se adapta tranquilamente a cualquier tipo de terreno incluso pobre, aunque prefiere tierras calcáreas, permeables y secas y con una buena dosis de materia orgánica.
Sobre todo no tolera los suelos húmedos en invierno si van asociados a temperaturas demasiado bajas.
Las plantas son muy rústicas y no solicitan abonados particulares. En la reanudación vegetativa se hace un abono completo con Nitrógeno, Fósforo y Potasio. Después de cada corte es bueno hacer un nuevo abonado azotado para estimular el crecimiento de la planta.
La floración del orégano ocurre en verano y hasta el otoño (de julio a septiembre - octubre) y las semillas maduran del verano al otoño, agosto - septiembre - octubre.
En el orégano no se habla de auténtica poda sino sencillamente de eliminación de las partes dañadas o estropeadas para evitar la manifestación de enfermedades.
Se multiplica por semilla, por esqueje o por división de la planta.
La multiplicación por semilla tiene consigo la desventaja de que, al intervenir la variabilidad genética, no se tiene la certeza de que se tendrán plantas iguales a las plantas madre, en caso de que se quiera conseguir una determinada planta o no se esté seguro de la calidad de la semilla que se está utilizando, es mejor hacer la multiplicación por esqueje o por división de la planta madre.
MULTIPLICACIÓN POR SEMILLAS
Si se prevé hacer la siembra en maceta o en semillero del orégano, las semillas deben ser sembradas al principio de la primavera en una mezcla formada a partes iguales de tierra fértil y arena. Puesto que las semillas son pequeñas, para enterrarlas ligeramente, empújelas bajo el sustrato utilizando un trozo de madera plana o bien puede verter por encima más sustrato.
La bandeja que contiene las semillas debe ser mantenida a la sombra, a una temperatura alrededor de 10-13°C y constantemente húmeda (use un pulverizador para humedecer totalmente la tierra), hasta el momento de la germinación.
La bandeja debe ir revestida de una cubierta de plástico transparente (o una losa de vidrio) qué garantizará una buena temperatura y evitará que la tierra se seque demasiado rápidamente. La hoja de plástico (o la losa de vidrio) debe ser retirada cada día para controlar el grado de humedad del terreno y sacar el agua de condensación que se forma sobre el plástico (o en el vidrio).
Cuando las semillas hayan germinado (generalmente después de un par de semanas), se aparta la cubierta de plástico transparente (o la losa de vidrio) y se desplaza la caja a una posición más luminosa (no sol directo).
Entre todas las plantas nacidas, indudablemente las habrá menos vigorosas que otras. Localícelas y elimínelas para de este modo garantizar más espacio a las plantas más robustas.
Cuando sean lo suficientemente grandes para poder manejarlas (5-6 cm), las trasplantará teniendo en todo caso mucho cuidado con no arruinar ninguna parte de la planta (sería preferible usar un tenedor para estas operaciones que enhebrará bajo la tierra para tomar la planta entera y ponerla en la nueva maceta) usando una tierra tal como la indicada para las plantas adultas.
Si se prevé hacer directamente la siembra en campo o en jardín, hace falta trabajar el terreno de modo que se elimine la costra superficial y volverlo menos compacto y uniforme y poner estiércol en el fondo.
Se siembra en primavera a partir de abril, teniendo cuidado de no enterrar excesivamente la semilla y colocándolas de modo que las plantas estén separadas unos 30-50 cm tanto sobre la fila como entre las filas.
Si se hace el trasplante de plantas crecidas en semillero, el trasplante debe hacerse en primavera (abril-mayo).
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE
La multiplicación por esqueje se realiza al principio del verano (en junio). Los esquejes tienen que ser de 8-10 cm de largo, tomados de los brotes basales sin flores y tienen que ser retirados de una planta en buena salud y vigorosa. Deben ser plantados en una mezcla de turba y arena y colocados en invernadero fresco (cerca de 10°C) hasta que hayan arraigado. En cuanto hayan arraigado podrán ser trasplantados.
DIVISIÓN DE LA PLANTA
La multiplicación por división de la planta se realiza en primavera (marzo) o en otoño (octubre). Sería preferible tener las jóvenes plantas en un lugar fresco hasta que hayan arraigado y luego trasplantarlas a su lugar definido en la primavera avanzada o al principio del verano.
Las plantas no están particularmente sometidas a ataques de parásitos.
La composición en principios activos del orégano es variable según la época de recolección, de las condiciones de cultivo y de cómo se recoge y se guarda la planta. Como líneas generales, en todo caso, los principales constituyentes responsables de sus propiedades aromáticas (los aceites esenciales están cerca del 4%) son los fenoles y en particular el timol y el carvacrol. Otros constituyentes de los aceites esenciales son grasas, proteínas, numerosas sales minerales (calcio, hierro, magnesio, sodio, zinc, potasio) vitaminas como la tiamina, y carbohidratos.
Los ápices floridos se recogen al principio de la floración cortándolos con todas las ramas. Es mejor, si la planta sólo tiene un año de vida, hacer un solo corte, al revés, en el segundo año, es posible hacer dos cortes, uno en julio y uno en septiembre-octubre.
Las ramitas con las flores deben ser secadas apenas cosechadas, lo más rápidamente posible, colgadas cabeza abajo en lugares secos, oscuros y ventilados para que no pierdan sus características. Una vez secos, deben ser recuperadas las hojas y las flores, desmigajadas y guardados en potes de vidrio.
No pierde su aroma con la desecación.
Ver: Las plantas medicinales: el orégano.
El orégano, especialmente en los países mediterráneos, es muy conocido y utilizado como especia para aromatizar numerosos platos: ensaladas, salazones, pizzas, carne, pescado y hortalizas.
En los demás países no encuentra tan amplio empleo si no es en México y en América donde se usa el orégano mejicano, Lippia graveolens de la familia de las Verbenacee (foto al lado) que tiene una composición muy parecida al Origanum vulgare y un sabor mucho más marcado y es muy comercializado en América y muy usado para sazonar el chili junto con otras especias como la paprika, el ajo, la cebolla y el comino.
El orégano, contrariamente a lo que ocurre con otras hierbas, con la desecación mantiene su aroma, más bien resulta más fuerte y concentrado como también ocurre en el romero. Esto podría explicarse por el hecho de que la destrucción de los tejidos vegetales, hace más disponibles los aceites esenciales que por lo tanto se difunden mejor en los alimentos.
Es muy conocido desde los tiempos más antiguos por sus cualidades terapéuticas como testimonian Dioscórides, Columella y Plinio.
Es un buen repelente de hormigas: basta con rociarlo en los lugares concurridos y acordarse de reemplazarlo a menudo. Además de a las hormigas, le resulta desagradable a numerosos otros parásitos por lo que podría ser cultivado junto a otras plantas que sean, al contrario, mucho más sensibles.