Las Fatshedera están muy extendidas y presentes en nuestras casas gracias a su sencillez de cultivo, a la belleza de su aparato vegetativo y a su extrema adaptabilidad a las condiciones a menudo no muy fáciles de la vida en un piso.
El género Fatshedera de la gran familia Araliaceae en realidad comprende un único híbrido que nace del cruce entre la Fatsia y Hedera. En la práctica sólo tenemos un híbrido intergenérico, seleccionado en Francia, que es el Fatshedera lizei (nombre común: fasedera o hiedra aralia)derivado del cruce entre Fatsia japonica ‘Moseri’ x Hedera helix ‘Hibernica’. El híbrido conseguido es una planta de porte arbustivo, que alcanza casi los 2 m de altura con un diámetro de más de un metro.
Las hojas son de consistencia coriácea, grandes, palmeadas, verdes y muy lustrosas.
Las flores son de color verde claro, asociadas en inflorescencias en racimo, de escaso valor ornamental y se producen en otoño pero no producen semillas por lo tanto son estériles.
Del Fatshedera lizei existen muchas variedades, entre ellas la Fatshedera lizei 'Variegata' presenta hojas caracterizadas por márgenes de color amarillo-crema.
La Fatshedera es particularmente apta para quien tiene poca paciencia con las plantas pero no quiere renunciar a tener un rincón verde. Esta planta en efecto reúne las mejores características de sus ancestros pudiendo vivir en un piso resistiendo el clima a menudo cálido y seco típico del período invernal tanto como temperaturas alrededor de 6°C.
Quiere la luz, por lo que es importante darle una buena exposición pero no sol directo.
Durante el período veraniego, si es posible, desplazar la planta al exterior, con buena luz, pero también en posición ligeramente sombreada.
Si se desea tener una planta con porte de mata es oportuno despuntar los ápices de la planta en la reanudación vegetativa, mientras que si se desea tener un porte trepador hace falta dejar la planta libre de crecer como quiera (fijándola a soportes adecuados) en efecto en este caso tendremos una planta con tallos parcialmente erguidos que tienden a caer a medida que crecen.
Para limpiar las hojas puede ducharse a la planta, teniendo la prudencia de proteger el terreno de la maceta con una cubierta de plástico para evitar que se empape de agua o usar un paño blando mojado. No use nunca productos para lustrar las hojas (y destierre esta práctica), que son extremadamente dañinos para la planta porque obstruyen los estomas y por lo tanto impiden las funciones fisiológicas normales.
La Fatshedera a partir de la primavera y todo el verano debe regarse regularmente de modo que el terreno quede siempre ligeramente húmedo, no empapado. Durante los demás períodos del año los riegos se reducen sensiblemente regando justo lo necesario para mantener el terreno húmedo (siempre en relación con la temperatura de la casa debida a la calefacción).
Durante el período veraniego la planta se aventaja con nebulizaciones frecuentes a las hojas igual que durante el período invernal si la calefacción de la casa está particularmente alta.
Las Fatshedera no son plantas particularmente exigentes en terreno: un buen mantillo de jardín al que se añada un poco de arena para favorecer el drenaje del agua de riego, será perfecto. El trasplante se realiza en primavera, cada dos años.
A partir de la primavera y todo el verano la Fatshedera se abona cada 15 días con un fertilizante líquido diluido en el agua de riego y demediando las dosis con respecto de lo indicado en la etiqueta del fertilizante.
Es oportuno usar un abono que además de contener macroelementos cuál nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), contenga también microelementos como el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), el magnesio (Mg), todos importantes para un correcto crecimiento de la planta.
Para poder tener un porte de mata de la planta es oportuno despuntar en primavera los ápices vegetativos.
La época de floración es el otoño y las flores de la Fatshedera son de color verde claro, asociadas en racimos, poco decorativos y estériles que no producen semillas.
La multiplicación ocurre exclusivamente por esqueje.
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE
Se retiran esquejes de 15-20 cm de largo en primavera o en verano.
Los esquejes deben ser cortados justo bajo un nudo eligiéndolos de plantas robustas y en buena salud. Se recomienda cortar en sentido oblicuo que permite tener una mayor superficie de enraizamiento y evita la acumulación de agua sobre esta superficie.
Hacer un corte oblicuo justo bajo un nudo eliminando las hojas situadas más abajo. Procure que la cuchilla esté bien afilada para evitar deshilachar los tejidos y que esté limpia y desinfectada (preferiblemente a la llama) para evitar infectar los tejidos.
Se colocan a continuación en un compost formado por turba y arena gruesa haciendo agujeros con un lápiz, tantos como esquejes a plantar, teniendo a continuación cuidado de compactar delicadamente el sustrato.
La caja o la maceta se cubre con una hoja de plástico transparente (o una bolsita puesta a modo de capucha) y se coloca en semi-penumbra y a una temperatura alrededor de 15-18°C. La tierra debe ser mantenida siempre ligeramente húmeda (regar siempre sin mojar las plantas en enraizamiento con agua a temperatura ambiente). Cada día se apartará el plástico para controlar la humedad de la tierra y eliminar del plástico el agua de condensación.
Cuando los primeros brotes comienzan a aparecer significa que en los esquejes se han formado las raíces. Es momento de quitar el plástico y poner a una luz más positiva (no el sol directo) a la misma temperatura y se espera a que los esquejes se robustezcan. Cuando se hayan puesto suficientemente grandes y hayan producido nuevos brotes vigorosos, se establecen en la maceta o en el terreno definitivo.
Son plantas particularmente resistentes a las enfermedades. Ocasionalmente pueden manifestar los siguientes fisiopatías y/o patologías:
Si las hojas pierden la vena, quiere decir que hay penuria de luz.
Remedio: desplazar la planta a una posición más luminosa, pero no al sol directo.
Si las hojas tienden a desteñirse quiere decir que el terreno es asfíctico.
Remedio: eliminar las hojas dañadas, airear el terreno y dejarlo secar bien. En adelante regular mejor los riegos.
Manchas pardas sobre todo en el envés de las hojas podrían significar que está en presencia de cochinilla parda o cochinilla algodonosa. Para estar seguros, sugerimos utilizar una lupa y observar y que comparen con la foto al lado. Se caracterizan por tener una especie de escudo protector, de color oscuro y consistente en el caso de la cochinilla parda o una especie de escudo protector de color blanco algodonoso. Además si intenta sacarlas con una uña, salen fuera fácilmente.
Remedio: elimínelas con un copo de algodón mojado en alcohol o si la planta es grande y en maceta, puede lavarla con agua y jabón neutro frotando muy delicadamente con una esponja para retirar los parásitos. Después la planta debe ser aclarada muy bien para eliminar todo el jabón. En las plantas más grandes y plantadas al exterior, puede usar productos químicos específicos. Los tratamientos con insecticidas anticochinillas, para que sean más eficaces, deben ir dirigidos contra las larvas, que son más sensibles que el adulto.