El género Woodwardia pertenece al grupo de plantas comúnmente llamadas HELECHOS y comprende especies muy extendidas en nuestros pisos.
El género Woodwardia pertenece al grupo de plantas comúnmente llamadas helechos.
Pertenecen a la familia Polypodiaceae donde encontramos cerca de 200 géneros y más de 7500 especies. Se trata comúnmente de helechos perennes que viven en lugares húmedos y protegidos de la luz directa del sol de las regiones templadas de Eurasia y de Norte América.
Comúnmente son plantas de grandes dimensiones con las frondas curvadas, generalmente pinnadas. Los helechos no producen flores ni por lo tanto frutos pero se reproducen a través de esporas, que se forman en el envés de las hojas.
La particularidad de las Woodwardia con respecto a otros helechos es que forman nuevas plantas sobre las frondas.
Existen una decena de especies en este género pero sólo algunas se prestan a ser cultivadas en piso y más precisamente:
La Woodwardia fimbriata o Woodwardia chamissoi (foto debajo) es un magnífico ejemplar de helecho caduco terrestre con rizoma, originario de Norte América. Es una de las especies más grandes, en efecto, sus frondas alcanzan los 4 m de largo y los 45 cm de ancho... un gigante.
Las frondas, de un bonito verde brillante quedan arqueadas e intensamente uniformes.
La Woodwardia radicans (foto debajo) presenta frondas de un bonito verde intenso, intensamente incididas, hasta de 2 m de largo y 45 cm de ancho.
En el extremo de las frondas se forman pequeños botones bulbosos de los que se forman nuevas plantas. Son plantas siempreverdes originarias de las islas Canarias y de Europa sur occidental.
La Woodwardia virginica (foto debajo) es una planta originaria de los Estados Unidos que con su aspecto airoso y sus hojas de un bonito verde intenso e intensamente inciso, vuelve a este planta particularmente apta a ser cultivada en cestos suspendidos.
Los helechos, son reconocibles de las plantas superiores porque no tienen órganos de reproducción clásicos como las flores y de las plantas inferiores (musgos, liquenes, setas etc) porque la planta es un cormo. Esto significa que es una planta bien formada en todas sus partes, provista por tanto de raíz, tallo, hojas, etc. a excepción de los órganos de reproducción, es decir de las flores.
Hojas con esporangios de W. radicans
en el envés de la hoja
Hojas con esporangios de W. orientalis
en el envés de la hoja
Los helechos producen ESPORAS para reproducirse (de aquí el nombre de ESPOROFITO) claramente visibles en el envés de las hojas. Las esporas se producen dentro de los ESPORANGIOS que no son más que las cápsulas donde maduran las esporas. A su vez los esporangios se agrupan en formaciones llamadas SOROS.
La espora es transportada por el viento y cae en el suelo y brota. De su germinación surge una planta independiente que produce GAMETOS llamada PROTALO o GAMETOFITO. En este protalo se forman los órganos sexuales ANTERIDIOS (parte masculina) y ARQUEGONIOS (parte femenina) donde maduran respectivamente los ANTEROZOIDES y las OOSFERAS. El anterozoide se desplaza sobre la planta gracias al agua (lluvia, rocío, etc.) y va a fecundar a la oosfera que apenas fecundada (EMBRIÓN FECUNDADO) brota enseguida quedando en el Arquegonio (en esta fase el embrión produce un tipo de raíz que hunde en los tejidos del gametofito para poderse nutrir). De este embrión nacerán las plantas de helecho ya conocidas.
Las plantas del género Woodwardia, como todos los helechos, no solicitan cuidados particulares y, una vez cubiertas sus exigencias, prosperarán en su casa.
Ante todo tengamos presente que deben ser posicionadas en una zona de la casa donde no haya mucha luz. No se tienen que poner nunca al sol, tampoco en invierno. El color verde oscuro de las hojas las ayuda en efecto a conseguir la máxima ventaja de cualquier tipo de luz y ya que no florecen, no tienen necesidad de mucha luz, no tanta como solicitan las plantas de flor. Además en sus entornos naturales viven en el sotobosque por que la sombra es su entorno ideal.
Las temperaturas medias óptimas están alrededor de los 20°C y lejos de las corrientes de aire. Si ve que el helecho crece bien en el lugar donde lo ha colocado, no lo desplace. Quiere decir que en ese lugar ha encontrado un microclima ideal.
Una recomendación que vale para los helechos pero que aconsejo para todas las plantas: NO USE productos para lustrar las hojas. Estos productos en efecto obstruyen los estomas de la planta impidiéndoles desarrollar sus funciones fisiológicas normales. Para limpiar las hojas sencillamente use un paño húmedo o hágales una ducha dentro de la bañera si no tiene un jardín.
Los riegos y por lo tanto la humedad en la Woodwardia, pero más en general en todos los helechos, son la práctica cultural más difícil. En efecto un entorno demasiado seco o demasiado caluroso o demasiado cargado provoca graves daños.
Generalmente, incluso siendo plantas robustas, son muy sensibles a la deshidratación, cuando quedan demasiado tiempo en un entorno seco. Para remediar esto es fundamental tener el entorno alrededor del helecho humedecido con constantes nebulizaciones, al menos dos veces al día durante la estación caliente. De este modo se entibia la pérdida de agua por parte de las frondas.
Otro modo es colocar la maceta sobre un posamaceta lleno de guijarros o grava y luego llenarlo de agua, teniendo cuidado de que el fondo de la maceta no quede inmerso en el agua (de este modo el terreno de la maceta se saturaría de agua haciendo pudrir las raíces). Este truco permite al helecho, cuando hace calor, al evaporarse el agua del posamacetas, crear por consiguiente un microclima particularmente húmedo.
El terreno debe permanecer siempre húmedo, no empapado.
Las Woodwardia son plantas que crecen bastante rápidamente por lo que deben ser trasplantadas prácticamente cada año, en primavera, utilizando una mezcla formada por tres partes de turba, 2 de arena gruesa y una buena dosis de fertilizante de base.
Coloque sobre el fondo de la maceta una capa de grava o pequeñas piedras de modo que se favorezca el escurrido rápido de las aguas de riego porque no agradecen los encharcamientos.
En el momento del trasplante, elimine también las hojas más bajas que normalmente se secan y coloque la planta en una maceta ligeramente más grande hasta llegar a un diámetro de 25 cm. Después, cada año, retire los primeros 2-5 cm de tierra y los reemplaza con sustrato fresco.
Los abonos deben ser efectuados durante toda la estación primavera-verano, cada tres semanas, con abonos líquidos a diluir en el agua de riego. En los demás períodos deben ser suspendidos.
Suministrar un abono que además de contener macroelementos cuál nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), contenga también microelementos como el magnesio (Mg), el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), todos importantes para un correcto y equilibrado crecimiento de la planta.
Demediar las dosis con respecto a lo indicado en la etiqueta del fertilizante.
La Woodwardia no florece.
En este caso no se puede hablar de poda. Sólo hace falta eliminar las hojas que poco a poco se desecan para evitar que se conviertan en vehículo de enfermedades parasitarias.
Tenga cuidado de que el utensilio que use para el corte esté limpio y desinfectado, preferiblemente a la llama, para evitar infectar los tejidos.
La multiplicación de las Woodwardia puede ocurrir de dos modos: despegando las plantas que se forman sobre las frondas, por división de la planta o a través de esporas, esta última de no fácil realización en casa.
MULTIPLICACIÓN DESPEGANDO LAS PLANTAS QUE SE FORMAN SOBRE LAS FRONDAS
Se retiran las plantas de las frondas y se plantan en un compost formado por turba y arena. Se pone la maceta a la sombra y en entorno húmedo a una temperatura alrededor de 20°C y se cubre con un paño de plástico transparente teniendo cuidado de que las frondas no estén en contacto con el plástico.
Cada día se aparta el plástico para controlar la humedad del terreno y eliminar el agua de condensación. Cuando empiecen a aparecer los primeros brotes, quiere decir que la nueva planta ha arraigado. Entonces se aparta el plástico y se coloca la maceta en una zona algo más luminosa y se espera a que la planta se vuelva más robusta.
Cuando se haya puesto suficientemente grande y haya producido nuevos brotes, se establece en la maceta y en el terreno definitivo y se trata como una planta adulta.
MULTIPLICACIÓN POR DIVISIÓN DE LA PLANTA
La división del Woodwardia puede ser ejecutada en cualquier momento entre noviembre y marzo.
Se saca delicadamente la planta de su maceta y se divide el rizoma en dos o más partes cada una provista de raíces y frondas.
Cada porción conseguida se planta en una maceta de pequeñas dimensiones con una mezcla de turba y arena y se trata como las plantas adultas.
MULTIPLICACIÓN POR ESPORAS
La multiplicación por esporas es una técnica muy difícil en casa. En todo caso, si quiere probar, en seguida se explica cómo hacer.
En primavera se corta una hoja de Woodwardia con esporas que se raspan y se hacen caer en una hoja.
Se prepara una caja que contiene tierra de páramo y turba a partes iguales y se instalan las esporas. Se riega de modo uniforme de modo que no se creen hoyos en el terreno y se apoya encima una losa de vidrio o una hoja de plástico transparente.
Entonces se instala la caja en la oscuridad y a una temperatura de unos 20-23 °C, teniendo cuidado de mantener el sustrato siempre húmedo. La losa de vidrio o la hoja de plástico tienen que ser abiertos todos los días para eliminar el agua de condensación que se forma.
Después de unos 2-3 meses, si todo ha ido a buen fin, empezarán a nacer las primeras plantas y entonces hay que desplazar la caja a una posición más luminosa, pero no demasiado, y se saca la losa de vidrio.
Cuando las plantas hayan crecido y estén desarrolladas se trasplantan en grupos de 2-3 en una maceta de pequeñas dimensiones, no más de 6-7 cm de diámetro y se tratan como adultas.
Si lo logra, hágame un favor, fotografíe las diversas secuencias y mándeme las fotos: las publicaremos.
Éste es un evidente síntoma de desequilibrio hídrico, es decir que los riegos son demasiado escasos.
Remedio: como primera intervención es aconsejable sumergir la maceta en un cubo de agua y esperar hasta que la tierra se haya saturado de agua. Luego se deja gotear bien el agua en exceso y se restablece a su sitio. En adelante, regule mejor los riegos y la humedad
Si se evidencia este síntoma quiere decir que hay demasiada luz.
Remedio: desplácela a un lugar con menos luz.
Esta patología e es síntoma de temperatura demasiado bajas.
Remedio: desplazar la planta a un lugar más caliente.
Este síntoma se manifiesta cuanto el entorno donde se encuentra el helecho es demasiado cálido.
Remedio: desplazar la planta a un lugar menos caliente.
Si se manifiesta este síntoma es posible que su helecho esté padeciendo un ataque fúngico, debido en la mayoría de los casos a desequilibrios hídricos, es decir a excesivo estancamiento del agua en el posamacetas.
Remedios: elimináis las partes dañadas y usadas de los productos anticriptogámicos a base de azufre. Por los futuros reglajes mejor la técnica de cultivo.
Sobre todo en el envés podrían significar que está en presencia de cochinilla parda o cochinilla algodonosa. Para estar seguros, sugerimos utilizar una lupa y observar y que comparen con la foto al lado. Se caracterizan por tener una especie de escudo protector, de color oscuro y consistente en el caso de la cochinilla o una especie de escudo protector de color blanco algodonoso. Además si intenta sacarlas con una uña, salen fuera fácilmente.
Remedios: intervenir con insecticidas específicos insecticidas anticochinillas que podéis encontrar en los centros especializados en jardinería.
La Woodwardia es un helecho muy antiguo en efecto su aparición sobre la tierra remonta a la era terciaria (Cenozoico, ha tenido principio 65,5 ± 0,3 millones de años hace, al final de lo Mesozoico, y está todavía en curso).
La Woodwardia radicans es una de las 42 especies de flora italiana que es considerada a riesgo de extinción (es insertada en el alegado II a la directiva CEE 43/92), por cuyo si tuviera que ocurrirvos de hallarla en los bosques tengáis mucha cura de no tocarla, no la molestes y men que nunca recogerla.
Los helechos por muchos años han quedado envueltas en el misterio porque no se logró comprender como se multiplicaran. Sólo en el 1850 ha sido desvelado el misterio gracias a un librero alemán que notó sobre la página inferior de las hojas las esporas, por los que la planta se reprodujo.
