La Russelia es una planta increíble que, por su copiosa floración y su aspecto colgante, parece que forma una catarata de flores.
En el género Russelia de la gran familia Plantaginaceae hallamos muchas plantas perennes, siempreverdes o caducas, originarias de las selvas de México y Cuba o de Colombia.
Se caracterizan por tallos colgantes y delgados, muy ramificados. Las hojas son opuestas y verticiladas, a menudo escamosas. Las flores son muy llamativas de formas tubulares, rojas, rosas o blancas reunidas en grupos o solitarias
Son diferentes las especies pertenecientes a este género pero la más extendida y utilizada con objetivo ornamental es la
La Russelia equisetiformis, originaria de México, es una planta perenne, caracterizada por tallos largos, finos y colgantes, parecidos a los del junco, muy ramificados, cuyos tallos crecen hasta tres metros.
Las hojas son muy pequeñas y apretadas, tanto que parecen escamas, y de un bonito color verde intenso.
Las flores son tubulares, no particularmente grandes, generalmente de color rojo-anaranjado que brotan al final del invierno y persisten hasta casi el otoño.
En inglés la Russelia equisetiformis llamada comúnmente firecracker plant «planta petardo» o coral plant «planta coral» o fountain plant «planta fuente». Todos estos nombres derivan del hecho de que la floración parece una catarata de flores rojas.
La Russelia es una planta de fácil cultivo que no solicita particulares atenciones.
Es una planta sensible al frío en el período invernal, si se cultivada al exterior, debe ser llevada a un lugar protegido en caso de que las temperaturas bajen de 10°C.
Es una planta que quiere la luz, incluso la luz solar directa pero no a las horas más calientes de los días veraniegos.
Son plantas que quieren el aire por tanto es importante asegurar siempre una buena ventilación.
Dado su aspecto colgante, la Russelia es indicada para ser cultivada en macetas suspendidas o sobre la barandilla de un balcón por la que puede avanzar, para tener flores durante toda la primavera y el verano.
La Russelia es una planta que debe regarse con regularidad sobre todo durante el período primavera-verano esperando a que el terreno se seque en superficie antes de proceder con el siguiente riego. Durante el período otoño - invierno los riegos se reducen sensiblemente.
No son plantas particularmente exigentes en terreno. Una mezcla ideal está formada por un buen mantillo, turba y arena gruesa o perlita, todo a partes iguales. La añadidura de arena es importante para favorecer el drenaje del agua de riego porque los Russelia no toleran estancamientos.
El trasplante se realiza al final del invierno, antes de la floración de la planta y solo cuando la maceta se haya vuelto demasiado pequeña para contener la planta.
La Russelia se abona cada dos semanas mezclando un buen fertilizante al agua de riego. Es preferible demediar las dosis con respecto de lo indicado en la etiqueta del fertilizante que siempre es excesivo.
Un consejo: cuando vaya a comprar el abono, no tome lo primero que se le presente a los ojos sino que lea la composición en la etiqueta y prefiera abonos que además de contener los elementos principales (nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), contenga también microelementos, es decir aquellos compuestos de que la planta necesita en cantidades mínimas (pero de los que tiene siempre necesidad), como el hierro (Fe), el magnesio (Mg), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo).
Para tener plantas más espesas y con una floración más copiosa es oportuno hacer la poda al final del invierno, reduciendo los tallos a cerca de un tercio de su longitud. Además tenga la prudencia de eliminar rápidamente las partes que se secan o se estropean para evitar que se conviertan en vehículo de enfermedades parasitarias.
La época de floración es variable de especie a especie pero como media ocurre durante todo el período primavera-verano y también hasta el otoño.
Las Russelia se multiplican por esqueje, por semilla o por división de los cogollos.
En el caso de que se utilice la técnica de multiplicación por semilla, recuerde siempre que, al intervenir la variabilidad genética, no se tendrán nunca plantas iguales a la planta madre. Por tanto si quiere conseguir una planta bien precisa, es mejor que haga la multiplicación por esqueje.
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE
En primavera se retiran de los brotes laterales esquejes de cerca de 10 cm de largo que deben ser cortados justo bajo el nudo. Hacer un corte oblicuo (permite tener una mayor superficie de enraizamiento y evita la acumulación de agua sobre su superficie), justo bajo un nudo eliminando las hojas situadas más abajo.
Procure que la cuchilla esté bien afilada para evitar deshilachar los tejidos y que esté limpia y desinfectada (preferiblemente a la llama) para evitar infectar los tejidos.
Entonces, puede usted colocar los esquejes en el suelo formado a partes iguales de turba y arena gruesa, en un agujero hecho con un lápiz y tenga luego cuidado de compactar delicadamente el sustrato.
La caja o la maceta se cubren con una hoja de plástico transparente (o una bolsita puesta a modo de capucha) y se coloca en semi-penumbra y a una temperatura alrededor de 20°C. La tierra siempre debe ser mantenida ligeramente húmeda (regar siempre sin mojar las plantas en enraizamiento con agua a temperatura ambiente). Cada día se apartará el plástico para controlar la humedad de la tierra y eliminar del plástico el agua de condensación.
Cuando empiecen a aparecer los primeros brotes, querrá decir que los esquejes han arraigado. Es momento de quitar el plástico y poner a una luz más positiva (no sol directo), a la misma temperatura y se espera a que los esquejes se robustezcan. Cuando sean suficientemente grandes, se establecerán en la maceta definitiva y se tratarán como plantas adultas.
MULTIPLICACIÓN POR DIVISIÓN DE LA PLANTA
Cuando la planta está bien desarrollada se puede proceder, en primavera, a su división. Se saca la planta de la maceta y con un cuchillo afilado limpio y desinfectado se divide en dos la masa de las raíces. Se trata la superficie cortada con un fungicida en polvo a base de azufre y se plantan las porciones individuales en potes separados.
Las macetas se instalan en un lugar caliente y luminoso, nunca al sol directo, siempre manteniendo el mantillo ligeramente húmedo. Cuando empiecen a aparecer los nuevos brotes quiere decir que la división ha ido a buen fin y entonces puede tratar la planta como si fuera adulta.
La Russelia no es una planta particularmente sometida a enfermedades. Ocasionalmente puede padecer infestaciones por parte de áfidos y ácaros
Pequeños insectos móviles de color variable del blanco al amarillo o al verde son indudablemente áfidos más a menudo llamados pulgones. Son insectos que si no tuvieran control pueden provocar graves daños a la planta.
Remedio: tratar con productos específicos contra los áfidos localizables en las tiendas especializadas en jardinería.
Posteriormente a estas manifestaciones las hojas se abarquillan, asumen un aspecto casi polvoriento y caen. Observando cuidadosamente se notan también sutiles telarañas sobre todo en el envés de las hojas. Con estos síntomas muy probablemente estamos en presencia de un ataque de ácaros o araña roja o arañuela un ácaro muy molesto y dañino.
Remedio: aumentar la frecuencia de las nebulizaciones (la falta de humedad favorece su desarrollo) y eventualmente, sólo en el caso de infestaciones particularmente graves, usar productos químicos específicos. Si la planta no es particularmente grande, se puede probar también a limpiar las hojas para eliminar mecánicamente el parásito usando un copo de algodón mojado y enjabonado. Después, la planta debe ser aclarada muy bien para eliminar todo el jabón.
Las Russelia atraen mucho a mariposas y colibríes.
Notas
1) Images by Forest & Kim Starr concedidas bajo licencia Creative Commons Attribution 3.0 Unported (CC BY 3.0)