Foto Beloperone guttata (Nota 1)
Las plantas pertenecientes al género Beloperone (según algunos botánicos también llamado Justicia), pertenecen a la familia Acanthaceae, originarias de México, donde hallamos plantas arbustivas siempreverdes, muy ornamentales que permanecen en flor ocho meses al año desde la primavera hasta Navidad (abril - diciembre). De por sí las flores son muy poco llamativas pero en cambio las brácteas son muy llamativas, inestablemente coloreadas, arqueadas, que cuelgan de las ramas.
El género comprende numerosas especies entre las que recordamos:
La Beloperone guttata es una planta nativa de México, caracterizada por tallos sutiles y flexibles que alcanzan 60 cm de altura. Las hojas son ovaladas, rudas y densamente cubiertas de pelos. Las flores son pequeñas, blancas, salpicadas de manchas de rojo, asociadas en inflorescencias de 15 cm de largo, colgantes, situadas en la parte terminal de las ramas, asociadas en grupos de dos o tres.
Las inflorescencias crecen protegidas por las llamativas brácteas en forma de corazón, sobrepuestas entre ellas y de color pardo-rosado-anaranjado. Generalmente las brácteas duran más que las flores.
Es también conocida con el nombre de Justicia brandegeana.
La Beloperone californica conocida también como Justicia californica es otro espléndido ejemplar de este género.
En lengua española es conocida con el nombre de chuparrosa que quiere decir, en su zona de origen, colibrí porque asocian la forma de la flor con este pájaro.
La Beloperone carnosa se caracteriza por brácteas de color rojo-parduzco en cuyo interior se desarrollan las inflorescencias formadas por flores amarillas inestablemente coloreadas.
La Beloperone violacea es una especie originaria de Colombia con flores de color rojo, a veces blancas y brácteas de color cobrizo.
Son plantas de fácil cultivo y no solicitan tratamientos particulares.
El intervalo de temperatura dentro del que las plantas tienen que ser cultivadas está entre los 7 y los 24 °C (óptima alrededor de los 18°C) y solicitan un entorno muy luminoso pero no el sol directo.
Es una planta que quiere aire pero hace falta tener cuidado con no exponerla a corrientes de aire frío que no toleran.
La planta de Beloperone debe ser regada abundantemente de modo que se mantenga el sustrato siempre húmedo, no encharcado. Durante el invierno los riegos deben ser reducidos de modo que el sustrato se mantenga húmedo. Atención a los encharcamientos de agua que no toleran.
Son plantas que quieren entornos húmedos por tanto además de frecuentes nebulizaciones durante la estación cálida, tendremos la planta bien sana si se coloca en un posamacetas donde se habrá puesto arcilla expandida u otro material inerte en el que estará siempre presente un hilo de agua que al evaporarse garantizará un entorno húmedo.
El trasplante se efectúa al principio de la primavera, cuando la maceta se haya vuelto demasiado pequeña para contener a la planta, utilizando una mezcla formada por tres partes de mantillo, una de arena y una de turba.
Siempre aconsejamos usar terracota que, por el hecho de que es porosa, permite a la tierra transpirar y por lo tanto corregir eventuales errores nuestros por excesivo riego y colocar sobre el fondo de la maceta trozos de barro que eviten que los agujeros de drenaje se obstruyan y que permiten que se escurra más rápido el agua de riego en exceso.
Los abonos se inician desde la primavera y se mantienen todo el verano mientras que durante el período otoño-invierno deben ser suspendidos.
Use un fertilizante a diluir en el agua de riego (disminuyendo ligeramente las dosis con respecto de lo indicado en el producto, dosis que casi siempre son excesivas) y verifique que además de contener los llamados macroelementos cuál nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), también contenga microelementos como manganeso (Mn), hierro (Fe), cobre (Cu), cinc (Zn), boro (B), molibdeno (Mo), todos importantes para un correcto desarrollo de la planta.
La planta de Beloperone florece a partir de la primavera y hasta el invierno avanzado.
En la reanudación vegetativa se pueden reducir las ramas que se han desarrollado excesivamente para dar a la planta un aspecto más armonioso y compacto. Si en cambio la planta aparece un poco difícil y con las ramas débiles entonces hace falta hacer una auténtica poda cortando las ramas de modo enérgico a unos 8 cm del terreno.
Cualquier operación efectuada sobre la planta con herramientas de corte recuerde hacerla con herramientas limpias y desinfectadas (preferiblemente a la llama) antes de su empleo para evitar infectar los tejidos.
Estas plantas se multiplican por esqueje.
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE
Al principio de la primavera se retiran esquejes de unos 7-8 cm de largo, eligiéndolos de las ramas más robustas, con un poco de corteza y sin flores. Corte justo bajo el nudo, quitando las hojas más bajas y ejecutando un corte oblicuo que garantizará una mayor superficie para enraizamiento y evitará que el agua de lluvia se acumule sobre esta superficie.
La hoja que use para cortar tiene que estar bien afilada para evitar deshilachar los tejidos, limpia y desinfectada para evitar infectar los tejidos. Prepare un sustrato formado por turba y arena a partes iguales, haga un agujero con un lápiz y entierre en él el esqueje, compactando el sustrato alrededor delicadamente.
La maceta con el esqueje se cubre con una hoja de plástico transparente o una bolsita puestas a modo de capucha, sustentada por palitos de modo que el plástico no entre en contacto con ninguna parte del esqueje. Sitúe la maceta en un lugar donde la temperatura esté alrededor de los 21°C y haga de modo que el terreno siempre quede húmedo. Cada día saque el plástico para controlar la humedad del terreno y para eliminar eventualmente el agua de condensación que se haya formado en el plástico. Cuando empiecen a aparecer los primeros brotes es porque que el esqueje ha arraigado. Entonces se aparta definitivamente el plástico y se espera a que la planta se robustezca, después puede ser trasplantada en la maceta definitiva tal como se indica para las plantas adultas y se trata como tal.Si se forman los racimos de flores sobre las plantas jóvenes, es mejor retirarlos, porque la planta es aún demasiado pequeña para soportar una floración que sustraería elementos nutritivos preciosos para su desarrollo.
Las enfermedades que pueden atacar a estas plantas son:
Este síntoma hay que atribuirlo a riegos excesivos.
Remedio: regular mejor los riegos.
Este síntoma hay que asociarlo a riegos demasiados abundantes o bien a escaso abonado.
Remedio: haga secar el terreno y abone siguiendo las pautas indicadas en el párrafo «Abonos».
Este síntoma generalmente es indicador del hecho de que la planta puede haber estado sometida a corrientes de aire frío o bien a que el terreno ha quedado demasiado tiempo seco.
Remedio: hace falta evitar exponer la planta a corrientes de aire y regular mejor los riegos.
Si las bracteas amarillean significa que no hay una iluminación suficiente.
Remedio: desplazar la planta a un lugar más luminoso pero no al sol directo.
Podrían ser áfidos más frecuentemente llamados pulgones. Puede localizar su presencia por el hecho de que las hojas quedan pegajosas y se deforman.
Remedio: usar antiparasitarios específicos localizables en un buen vivero.
Si las hojas presentan este síntoma, se abarquillan y probablemente caen, se está en presencia de una infestación debida a la araña roja, un ácaro muy dañino. Si se observa cuidadosamente la planta pueden notarse sutiles telarañas generalmente localizadas en el envés de las hojas.
Remedio: en primer lugar mantenga alrededor de la planta un entorno más húmedo porque los entornos secos favorecen la proliferación de los ácaros. Posteriormente intervenga con productos específicos.
La planta de Beloperone guttata también es conocida como "planta camarón por la forma de las inflorescencias que recuerdan precisamente a un camarón.
El nombre del género deriva del griego bélos «flecha» y peròne «hebilla» por el hecho de que los lóbulos de las anteras están unidos por un filamento.
1. Foto Svetbiljaka.com
