La mítica albahaca, de nombre científico Ocimum basilicum L., pertenece a la familia de las Lamiaceae.
Es una planta anual herbácea que presenta los tallos erguidos que puede alcanzar una altura de 60 cm.
Las hojas están provistas de pecíolo, son ovalado- lanceoladas, de dimensiones muy variables según la especie igual que el color que varía del verde intenso al verde oscuro al morado o al púrpura según las variedades. Las hojas son muy ricas en aceites esenciales que le otorgan su característico aroma.
Normalmente las flores son blancas o rosáceas asociadas en espigas, con el labio superior lobulado.
Florece en verano.
La albahaca además de ser utilizada en la cocina por su agradable aroma, lo es también por sus propiedades terapéuticas: estimulante, excitante, antiespasmódico, antiséptico. Además tiene propiedades digestivas, combate la halitosis, las hemicráneas, las molestias gástricas y el cansancio en general.
De la albahaca se utilizan las hojas recogidas en primavera y verano y los ápices floridos recogidos en verano.
Debe ser utilizada preferiblemente fresca.
La albahaca se puede utilizar como infundido para la indigestión, el resfriado, la influenza, el dolor de cabeza, las náuseas, los calambres abdominales, el nerviosismo, la depresión.
Las gárgaras con infusión de albahaca alivian el dolor de garganta.
Unida al agua del baño tonifica y perfuma la piel además de dejar un agradable perfume.
El agua destilada de albahaca se usa como tónico para la piel.
Las hojas frescas ayudan a la digestión mientras que usadas como emplastes calman las irritaciones cutáneas.
En casi todos los países del mundo se utiliza en la cocina por el aroma de sus hojas para aliñar las comidas.
Era conocida desde la antigüedad más que por su aroma también por sus propiedades medicinales tanto que el mismo Plinio el Viejo la menciona en sus textos por sus capacidades afrodisiacas.
No se señalan contraindicaciones en el empleo de la albahaca.
Ver: Albahaca - El lenguaje de las flores y las plantas.