El género Syngonium pertenece a la familia de las Araceae y es originario del centro y sur de la América tropical.
Es una bonita planta, muy cultivada por su follaje decorativo, que desarrolla raíces aéreas y hojas que de jóvenes son pequeñas y sagitadas mientras que de adultas se ponen grandes, uniformes, en tres lóbulos y con nervaduras de color verde.
Produce inflorescencias típicas de la familia de las Araceae (la misma familia de la cala), en espádice.
Lo que nosotros llamamos flor, es decir la parte coloreada en forma de embudo que tanto apreciamos, en realidad son brácteas, hojas modificadas que envuelven las flores y las inflorescencias para protegerlas y se llaman ESPATA (blanca, nata, rosa, etc.) ensanchadas hacia la extremidad y terminando en una punta encorvada hacia abajo. La flor (la inflorescencia), es en realidad la especie de asta que vemos en el centro de la espata y se llama ESPÁDICE que lleva en la parte alta las flores masculinas y en la parte baja las flores femeninas (foto ampliada de una inflorescencia de Syngonium auritum).
Las inflorescencias aparecen difícilmente en cultivo.
Son plantas muy utilizadas en piso dada su adaptabilidad a entornos poco luminosos y secos.
Comprende muchas especies y entre de ellas las más conocidas son:
El Syngonium podophyllum es originario de Centro América y es indudablemente la especie más cultivada y extendida.
En esta especie es muy marcada la diferencia entre las hojas jóvenes y las adultas: las primeras son sagitadas y las segundas lobuladas y con los dos lóbulos posteriores que asumen la formas de dos orejas.
Con la edad la planta se hace trepadora o colgante y los tallos pueden incluso alcanzar los dos metros de largo.
Las flores se parecen a una azucena con la formación de un espádice aunque es muy raro que florezca en un piso.
Existen numerosos híbridos entre los que recordamos: Syngonium podophyllum ‘Trileaf wonder’ cuyas hojas tienen vetas grises - plata; Syngonium podophyllum ‘Variegatum’ con las hojas sagitadas manchadas de blanco-crema.
Syngonium podophyllum ‘Trileaf wonder’
Syngonium podophyllum ‘Variegatum’
El Syngonium erithrophyllum (foto debajo) es una pequeña planta trepadora, originaria de América central, sobre todo de Panamá, con hojas de un bonito color verde intenso en el haz y púrpura en el envés.
El Syngonium auritum (foto debajo) es originario de centro América: Cuba, Jamaica, Haití, República Dominicana. Sus particularidades son las hojas carnosas y brillantes.
Es una planta que se adapta muy bien a vivir en un piso.
TÉCNICA DE CULTIVO
El Syngonium solicita temperaturas medias de cultivo entre los 18 °C y los 20 °C o algo más. No tolera temperaturas por debajo de 13°C.
Es una planta que quiere la luz pero no el sol directo.
Quiere el aire, por tanto es oportuno que en el local que la hospeda, no haya aire estancado. Viceversa no soporta las corrientes de aire frío.
A medida que crece, la planta desarrolla su naturaleza de enredadera por tanto o se dejan colgar los tallos o se provee a proporcionarle un tutor sobre el que las raíces aéreas podrán agarrarse.
No utilice nunca lustrantes foliares.
El Syngonium tiene necesidad de abundantes riegos, por tanto durante todo el período primaveral y veraniego el sustrato tiene que estar constantemente húmedo. Viceversa durante el período otoño invierno se riega lo justo para no dejar secar el sustrato.
En los períodos más cálidos es oportuno, además de que pulverizar regularmente las hojas con agua, disponer las macetas sobre una capa de grava mojada, haciendo de modo que el fondo de la maceta no esté en contacto con el agua.
Atención a no dejar el agua estancada porque es una planta muy sensible a las podredumbres radiculares.
El Syngonium se trasplanta cada año al principio de la primavera. Se utiliza un sustrato fértil, constituido por mitades de sustrato de hojas y de turba con la añadidura de un poco de arena gruesa para favorecer el drenaje del agua.
Se utiliza una maceta de dimensiones ligeramente más grandes que la precedente. Cuando se alcanza una dimensión de la maceta de 30 cm de diámetro, entonces cada año en vez de trasplantar, se extraen los primeros centímetros de sustrato (2-3 cm), y se sustituyen con sustrato nuevo.
Es fundamental asegurar un buen drenaje, con tal objetivo ponga sobre el fondo de la maceta pedacitos de barro cocido que favorecen el escurrido de las aguas en exceso.
Siempre recomendamos el uso de macetas de terracota, porque al ser porosas permiten al suelo el intercambio de gases con el exterior.
Como los riegos, también los abonos tienen que ser constantes.
Durante todo el período primaveral y veraniego, hace falta abonar una vez al mes con un abono líquido suministrado junto al agua de riego.
Por cuánto concierne el tipo de abono a suministrar, en el comercio existen de muchos tipos pero es buena norma leer la etiqueta que precisa la composición. Para todas las plantas verdes, es decir aquellas plantas que desarrollan muchas hojas, es preferible usar abonos que tengan un título bastante elevado de nitrógeno (N) que favorece precisamente el desarrollo de las partes verdes. Compruebe por tanto que además de contener los macroelementos cuál nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), y que entre estos el nitrógeno esté en mayor cantidad que contenga también microelementos como el magnesio (Mg), el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), todos importantes para el crecimiento de la planta.
Es oportuno demediar las dosis con respecto a lo indicado en la etiqueta del producto.
El Syngonium forma las inflorescencias típicas de la familia, en espata que muy difícilmente aparecen en el cultivo en un piso.
Generalmente el Syngonium no se poda. Las hojas sencillamente se eliminan cuando poco a poco se desecan para evitar que se conviertan en vehículo de enfermedades parasitarias. Se pueden cortar, en el momento del trasplante, las ramas demasiado desarrolladas si se quiere dar a la planta un aspecto más uniforme y compacto.
Tenga cuidado de que el utensilio que use para el corte esté limpio y desinfectado, preferiblemente a la llama, para evitar infectar los tejidos.
La multiplicación ocurre cortando esquejes de los tallos.
En primavera - verano se retiran los extremos de los tallos, de 15 a 20 cm de largos, corte debajo del nudo. Utilizar un cuchillo afilado, limpio y desinfectado para evitar que se deshilache el tejido.
Se retiran las hojas más bajas y se espolvorea la base del tallo cortado, con hormonas que favorezcan el enraizamiento (se encuentran en un buen vivero) y se entierran en un compost formado por dos partes de turba y una de arena fina.
Se enhebra el esqueje hasta la altura de las hojas cortadas, sustentándolo con un alambre y se compacta delicadamente la tierra alrededor.
Se pone la maceta en una zona no muy luminosa y donde sea posible mantener una temperatura constante de cerca de 21°C. Se cierra la maceta, (diámetro máximo 7 cm) con plástico transparente para garantizar calor y humedad. Use palitos que colocará en el sustrato para mantener el plástico lejos del esqueje.
Cada día se abre la envoltura y se controla el grado de humedad del sustrato haciendo de modo que siempre esté húmedo. Es importante eliminar eventualmente el agua de condensación que se habrá condensado en el plástico.
Cuando empiecen a aparecer los nuevos brotes, generalmente después de 5/6 semanas, quiere decir que el esqueje ha arraigado. Entonces se aparta el plástico y se riegan regularmente para mantener húmeda la tierra. Después de cerca de un mes desde el momento en que haya sacado el plástico, empiece a suministrar también un poco de abono con el agua de riego tal como se ha descrito en el párrafo: Abonos. Posteriormente puede sacar las jóvenes plantas de la maceta de enraizamiento y trasplantarlas en grupos de dos o tres a la maceta definitiva y tratarlas como si fueran adultas.
La caída de las hojas, sin otras patologías aparentes, puede ser provocada por un entorno demasiado seco o por riegos escasos o por golpes de aire frío.
Remedio: comportarse en consecuencia para eliminar las causas.
Quiere decir que la planta recibe demasiada agua.
Remedio: elimine las partes dañadas, deje secar después el terreno y regule los riegos en consecuencia.
Quiere decir que la planta ha sido expuesta a la luz directa del sol.
Remedio: desplace la planta a un lugar más idóneo.
Este síntoma puede significar la presencia de la cochinilla algodonosa. Para estar seguros, sugerimos utilizar una lupa y observar. Se caracterizan por tener una especie de escudo protector, de color blanco algodonoso. Además si intenta sacarlas con una uña, salen fuera fácilmente.
Remedio: usar productos químicos específicos que puede encontrar en los centros especializados en jardinería. Los tratamientos con insecticidas, para que sean más eficaces, deben ir dirigidos contra las larvas, que son más sensibles que el adulto.
Después de estas manifestaciones las hojas se abarquillan y asumen un aspecto casi polvoriento y caen. Observándolas cuidadosamente se notan también sutiles telarañas sobre todo en el envés de las hojas. Con estos síntomas, muy probablemente estamos en presencia de un ataque de ácaros o araña roja o arañuela, un ácaro muy dañino.
Remedio: aumentar la frecuencia de las nebulizaciones porque la falta de humedad favorece su desarrollo y eventualmente, sólo en el caso de infestaciones particularmente graves, usar productos químicos específicos.
Podrían ser áfidos más frecuentemente llamados pulgones. Puede localizar su presencia por el hecho de que las hojas quedan pegajosas y se deforman. Pueden ser de diferentes colores dependiendo de la especie, pero casi siempre de amarillo a verde o a blanco. Son insectos que si no se mantuvieran bajo control pueden provocar graves daños a la planta.
Remedio: usar antiparasitarios específicos localizables en un buen vivero.
Su nombre deriva de dos palabras griegas syn «junto» y gone «reproducción» para aludir al hecho de que los ovarios (los órganos de la reproducción), están soldados.
