El género Paphiopedilum, comprende cerca de cincuenta especies de orquídeas originarias del Asia tropical, de Malasia, Sumatra e islas cercanas.
El nombre Paphiopedilum deriva del griego paphie la diosa de Paphos, Venus, y pedilon que quiere decir «sandalia», la «sandalia de Venus» o «zapatilla de Venus» a causa de la forma de la flor.
Son plantas
La belleza de las orquídeas Paphiopedilum se debe no sólo a las flores sino también a las hojas, coriáceas y persistentes que se originan directamente del rizoma, a menudo irregularmente jaspeadas que también la hacen muy decorativa incluso sin flores.
Son fácilmente reconocibles por su particular labelo en forma de bolso y por el gran sépalo dorsal. El labelo, posee una corta columna situada en su centro.
Las flores duran mucho, incluso dos meses, sea sobre la planta o como flor cortada.
Cultivar los Paphiopedilum no es particularmente difícil pero solicitan muchos cuidados y atenciones por lo que si está preparado para esto... Buen trabajo.
Paphiopedilum Leeanum
Estas especies tienen exigencias climáticas bastante limitadas, es decir pueden ser cultivadas tranquilamente en entornos frescos. Prácticamente, en invierno, temperaturas diurnas entre 10-15°C y nocturnas entre 7-10°C; en verano temperaturas diurnas entre 15-18°C y nocturnas entre 8-15°C.
En este grupo encontramos: Paphiopedilum Leeanum, Paphiopedilum insigne, Paphiopedilum spicerianum, Paphiopedilum venustum, Paphiopedilum villosum, Paphiopedilum charlesworthii etc.
Paphiopedilum concolor
2A) orquídeas que sólo producen una flor: solicitan temperaturas un poco más elevadas que las anteriores. Prácticamente en invierno temperaturas diurnas entre 18-20°C y nocturnas entre 12-15°C; en verano temperaturas diurnas entre 18-25°C y nocturnas entre 15-18°C.
En este grupo tenemos: Paphiopedilum concolor, Paphiopedilum bellatulum, Paphiopedilum Maudiae, Paphiopedilum argus, Paphiopedilum armeniacum, Paphiopedilum callosum, Paphiopedilum fairrieanum, Paphiopedilum gratrixianum, Paphiopedilum haynaldianum, Paphiopedilum liemianum, Paphiopedilum lowii, Paphiopedilum malipoense, Paphiopedilum robinsonii etc.
Paphiopedilum glanduliferum
Pertenecen a este grupo: Paphiopedilum stonei, Paphiopedilum rothschildianum, Paphiopedilum praestans, Paphiopedilum javanicum, Paphiopedilum glanduliferum etc.
De lo dicho se concluye que todos los grupos, incluso teniendo exigencias climáticas diferentes, tienen necesidades de una diferencia de temperatura entre el día y la noche, fundamental para esta orquídea. En todo caso tenga en cuenta que son todas especies fácilmente adaptables. Si no logra localizar la especie exacta de Paphiopedilum que ha adquirido o que le han regalado no se alarme. Basta con usar el sentido común y orientarse sobre temperaturas medias, teniendo la prudencia de tratar de mantener el desequilibrio térmico entre el día y la noche.Solicitan una buena ventilación sin corrientes de aire.
(Para mayores explicaciones sobre la temperatura y ventilación consulte el artículo: Temperatura y ventilación por las orquídeas).
(Para mayores explicaciones sobre la luz de la orquídea consulte el artículo: Exigencias de luz de las orquídeas).
Obviamente cuanto mayor es la temperatura, más frecuentes tendrán que ser los riegos. Como principio, podemos afirmar que en verano deben ser regados cada dos días como media, en los demás períodos, una vez a la semana. Un método empírico para saber cuándo regar podría ser sopesar la maceta. Si es ligera hace falta regar, no si es pesada.
Es oportuno que los riegos siempre se efectúen en las primeras horas del día porque si se han mojado las hojas, de este modo tienen tiempo de secarse antes de la noche. Con mayor razón este discurso se aplica a las nebulizaciones. Los estancamientos de agua en las hojas pueden llevar a peligrosas putrescencias.
Mantener un entorno húmedo alrededor de la planta es fundamental. Por eso es oportuno posar la maceta que contiene la planta sobre un posamacetas u otro recipiente, en el que se habrá colocado arcilla expandida o grava que siempre contendrá un poco de agua. De este modo las raíces de la orquídea no entrarán en contacto con el agua que al evaporarse garantizará alrededor un entorno húmedo.
La humedad óptima para estas orquídeas no es particularmente elevada y oscila alrededor del 70%. Obviamente todo eso está en proporción con la temperatura: temperaturas elevadas solicitan mayor humedad pero en este caso es fundamental garantizar a la planta una buena ventilación para evitar peligrosos estancamientos que podrían provocar la manifestación de peligrosas patologías.Es buena norma, para la salud de todas nuestras plantas, dotar a los radiadores de humectadores para no permitir que el aire de la habitación se vuelva demasiado seco.
Además recordemos que una falta de agua provoca poco a poco una concentración en el sustrato de los elementos nutritivos que haya suministrado, volviéndose extremadamente dañinos para la planta.
(Para mayores explicaciones sobre el riego de la orquídea consulte el artículo: Riego y humedad de las orquídeas).
En los demás períodos se suspenden los abonados.
Las dosis tendrán que ser muy bajas, por los motivos antes citados, por tanto es aconsejable usar 0,3 gr por litro de agua, no más.
(Para mayores explicaciones sobre los abonos de la orquídea puede consultar el artículo:
Abono de las orquídeas).
Antes de proceder al trasplante, lavar bien las cortezas dejándolas en inmersión algunos días de modo que se elimine el polvo y sacar también las impurezas presentes que acabarán en el fondo del recipiente. De este modo también se asegura uno de su perfecta hidratación.
Por cuánto concierne a las dimensiones de la maceta siempre es oportuno no exagerar. En particular los Paphiopedilum no quieren macetas grandes. Son suficientes no más de 2-3 cm de espacio libre entre la planta y la maceta. Apenas trasplantada coloque también tutores para mantenerla erguida hasta que las raíces se hayan instalado. Deben ser trasplantadas cuando las raíces hayan ocupado ya todo el espacio a su disposición o bien cuando el sustrato se haya puesto demasiado viejo o bien cuando se evidencien problemas de las raíces. Orientativamente, como regla general, deben ser trasplantados cada dos años o en primavera entre marzo y junio o en otoño.
(Para mayores explicaciones sobre el trasplante de la orquídea puede consultar el artículo Tipo de sustrato y trasplante de orquídeas).
La foto al lado muestra un capullo.
El Paphiopedilum argus su nombre al hecho de que su intensa puntuación roja ha recordado a Argo, horroroso monstruo de cien ojos de la mitología griega llamado por los griegos panoptes «que lo ve todo».
Ver: Las orquídeas - El lenguaje de las flores y las plantas.
