La lavanda es una planta muy rústica, que se adapta bien a muchas situaciones pedo-climáticas típicas de las zonas de clima mediterráneo donde la hallamos incluso en los terrenos áridos y pedregosos formando bonitas matas.
El género Lavandula pertenece a la familia Lamiaceae y comprende cerca de 30 especies originarias de los Países del Mediterráneo.
El nombre lavanda literalmente ha sido tomado del gerundio latino lavar «que es lavado», para aludir al hecho que esta especie fue muy utilizada en la antigüedad (sobre todo en el Edad Media), para limpiar el cuerpo.
Es una planta muy rústica, que se adapta bien a las distintas situaciones pedo-climáticas típicas de las zonas de clima mediterráneo.
Son plantas perennes, de pequeñas dimensiones alcanzando de hecho a lo sumo una altura de un metro. Las hojas son lineales, lanceoladas, estrechas, de un característico color verde-grisáceo.
Las inflorescencias, al final de largos tallos, son espigas. Cada espiga contiene un número variable de flores muy perfumadas y con aroma variable según la especie.
El fruto es un aquenio que sólo contiene a su interior una semilla.
Existen numerosas especies de lavanda entre las que recordamos:
La Lavandula officinalis o Lavandula spica o Lavandula angustifolia es indudablemente una de las plantas más insólitas y particulares de nuestra flora. Originaria de los Países del Mediterráneo es una planta de porte erguido que llega a un metro de altura.
Las ramas son de sección cuadrangular abastecidas de hojas lineales de color gris-verde. Tiene las hojas típicas de la especie sólo que más estrechas y de un verde más intenso.
Las flores se forman en verano en inflorescencias terminales de hasta 10 cm de largo, de color azul-grisáceo y son muy perfumadas. De esta especie existen en el comercio numerosas variedades con las flores inestablemente coloreadas en rojo, blanco o azul.
La Lavandula stoechas abunda sobre todo en los terrenos silíceos. Se caracteriza por tener flores que se forman a lo largo de las espigas florales con un mechón de brácteas morado en el ápice que persiste incluso después de la caída de las flores.
Las flores son muy perfumadas y se forman a partir de la primavera y durante todo el verano. Las hojas son muy estrechas y lineales y revestidas por una espesa pelusa.
La Lavandula latifolia es la especie más grande con respecto a las demás, con las hojas verdes revestidas por una espesa pelusa y flores de color azul pálido con un aroma alcanforado.
No está muy extendida en estado espontáneo y su perfume es menos estimado con respecto a las demás especies.
La Lavandula dentada es típica de los países que se asoman al mar Mediterráneo y presenta hojas opuestas, peludas con los márgenes dentados y con las hojas que se presentan verdes sobre el haz y grisáceas sobre el envés.
Las flores se producen en verano y son de color azul-violeta.
Existen numerosos híbridos, principalmente los cultivados, porque tienen más altos rendimientos en aceites esenciales con respecto a las especies espontáneas al ser de mayor desarrollo vegetativo y con tallos e inflorescencias mucho mayores. Entre éstos recordamos la
Es un híbrido natural y estéril de Lavandula officinalis x Lavandula latifolia muy utilizado para la producción de aceites esenciales.
La lavanda es una especie rústica pero las exigencias ambientales son ligeramente diferentes según las diversas especies. Por ejemplo la Lavandula angustifolia es mucho más resistente al frío con respecto a otras especies. En todo caso son plantas que viven a pleno sol y no tienen particulares exigencias.
La lavanda no agradece las tierras particularmente húmedas por lo que, entre un riego y otro, es oportuno esperar a que el terreno se haya secado.
La lavanda prefiere tierras bien drenadas, no toleran el encharcamiento. Los terrenos no tienen que ser particularmente fértiles ni ácidos o tendencialmente ácidos. Prefieren terrenos arcillosos y se adaptan bien a los terrenos alcalinos.
Es adecuado hacer abonados equilibrados al principio de la primavera (por ejemplo un 15:15:15) qué quiere decir: 15 partes de nitrógeno, 15 partes de fósforo (P) y 15 partes de potasio (K).
La época de floración de la lavanda es variable de especie a especie y va de la primavera al verano. Las flores se reúnen en inflorescencias en espiga, al final de largos tallos. Cada espiga contiene un número variable de flores muy perfumadas y con aroma variable según la especie.
La lavanda tiene que ser podada cuando acaba la floración para eliminar todos los tallos florales.
Las plantas un poco debilitadas y poco compactas pueden ser sometidas a una poda más drástica, de modo que se dejen solo unos pocos cm de tallo. De este modo la planta crecerá más lozana y fortalecida estimulando el desarrollo de nuevos brotes.
Tenga cuidado de que el utensilio que use para el corte esté limpio y desinfectado (preferiblemente a la llama), para evitar infectar los tejidos.
Se multiplica por esqueje.
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE
Cuando acaba la floración, al final del verano, se pueden retirar esquejes de cerca de 10-15 cm de largo con una parte leñosa, de las ramas no floríferas de un año.
Se recomienda cortar con una hoja de afeitar o con un cuchillo afilado teniendo cuidado de que el utensilio que use para el corte esté limpio y desinfectado (preferiblemente a la llama), para evitar infectar los tejidos.
Después de haber eliminado las hojas más bajas, se hunde la parte cortada en un polvo para favorecer el enraizamiento.
Posteriormente se instalan los esquejes en una mezcla formada por una parte de turba y una de arena gruesa. Se hacen agujeros con un lápiz, tantos como esquejes, y se instalan como indicado en la foto, uno por maceta. Tenga cuidado de compactar delicadamente la tierra.
La caja o la maceta se cubren con una hoja de plástico transparente (o una bolsita puesta a modo de capucha). La tierra siempre debe ser mantenida ligeramente húmeda (siempre regar sin mojar las plantas en enraizamiento, con agua a temperatura ambiente). Cada día se aparta el plástico para controlar la humedad de la tierra y eliminar del plástico el agua de condensación.
Desde que empiecen a aparecer los primeros retoños, el esqueje habrá arraigado. Entonces se aparta el plástico y se coloca la maceta en una zona más luminosa, a la misma temperatura y se espera a que los esquejes se robustezcan.
Las nuevas plantas se plantarán en la primavera siguiente.
Este síntoma podría significar que hay en curso un ataque de Septoria spp. en vuestra planta, un hongo particularmente dañino.
Remedios: se puede combatir, eliminando las partes infectadas, aireando el entorno y disminuyendo la humedad. Si está muy extendida, se puede recurrir a tratamientos con fungicidas específicos fácilmente localizables en un buen vivero.
Las podredumbres radicales y basales pueden ser provocadas por muchas especies de hongos: Rosellinia spp, Armillaria spp, Phytophtora spp. Las plantas atacadas manifiestan un crecimiento difícil, las hojas asumen una coloración gris-amarillenta. En esta patología las raíces primarias resultan llamativamente oscuras.
Remedios: la lucha se basa en la desinfectación de la tierra y en tratamientos antiparasitarios específicos.
Se podría tratar de un ataque viral, no infrecuente en estas plantas, causado por el AMV, virus del mosaico de la Medicago sativa (Alfalfa).
Remedios: no existen remedios.
Los responsables del característico perfume de la lavanda son los aceites esenciales producidos por glándulas que se encuentran en todas las partes verdes de la planta (flores, hojas y tallos), pero particularmente concentradas en las flores.
Estos aceites están presentes de manera variable en las diversas especies pero el más perfumado se consigue de las especies Lavandula angustifolia y Lavandula Stoechas.
Las flores de lavanda se recogen en diferentes épocas según para qué se empleen: para uso herborístico se recogen al principio de la floración, mientras que para la industria cosmética y para la perfumería, en el período de máxima floración.
Después de la recolección, que tiene que hacerse recogiendo la inflorescencia con todo el tallo, se hacen secar cabeza abajo, en lugares ventilados y sombríos porque el sol desteñiría las flores. Cuando están secas se separa la espiga del tallo y se mantienen las flores en bolsitas de tela o en cuencos para perfumar la casa.
Las flores mantienen bastante su perfume, tanto que normalmente se guardan en bolsitas de tela para perfumar la ropa.
Las flores frescas se utilizan en cambio para extraer los aceites esenciales.
Ver: Las plantas medicinales: la lavanda
Normalmente la lavanda se usa poco con objetivos alimentarios. Se usa, sin embargo, para aromatizar el vino blanco y el vinagre, para preparar gelatinas, para aromatizar los dulces.
Muy particular y perfumada es la miel de esta planta, muy apta para curar las afecciones broncopulmonares.
La lavanda ha sido y es el elemento base para la preparación de los pot-pourri para perfumar la casa desde el lejano siglo XVIII.
En la antigüedad fue usada no sólo por su perfume y para la higiene personal sino también como desinfectante: en la Edad Media y hasta el siglo XVIII se esparcía lavanda y se restregaban los suelos utilizándola como desinfectante.
La espiga se considera un amuleto contra las desgracias y los demonios y se dice que también es un talismán para traer prosperidad y fecundidad.
La lavanda es la esencia astral del signo zodiacal Aries.
Ver: Lavanda - El lenguaje de las flores y de las plantas.
Notas