conocida como
VIOLETA AFRICANA
Las violetas africanas están entre las plantas de piso más conocidas por sus alegres floraciones presentes en todos los períodos del año.
El género Saintpaulia, más conocido como violeta africana, pertenece a la familia de las Gesneriaceae y es originario de Tanzania, África oriental, y en las selvas del Uzunga se encuentran 18 de las 20 especies conocidas. Algunas de estas especies son cultivadas con gran éxito como plantas de piso porque florecen todo el año, con tal de que se le aseguren las condiciones de crecimiento necesarias.
Las violetas africanas tienen un aparato radicular poco profundo y por este motivo crecen bien en macetas pequeñas y en cuencos. Desde el aparato radicular se desarrolla un corto tallito del que parten las hojas, dispuestas en roseta.
Las hojas son de forma más o menos redondeada o acorazonada, de color verde oscuro más o menos intenso, y tienen un aspecto aterciopelado porque están revestidas, sobre el haz, por una hirsuta y sutil pelusa.
Los tallos florales crecen de la axila de las hojas, formando una inflorescencia con pocas flores, individuales o dobles sobre todo en los cultivares, con cinco pétalos estrellados, con colores que van del blanco al azul, al rojo y al violeta pasando por toda una gama intermedia de matices.
La talla de las violetas africanas es variable. Existen cultivares que solicitan una maceta de 20 cm, otros como las minis, macetas de 10 cm, y aún otros, macetas de solo 4 cm.
Existen numerosas especies (y muchos más cultivares) en el género Saintpaulia entre los que recordamos:
La Saintpaulia jonantha (foto debajo) es la especie más conocida y de ella se han sacado la mayor parte de los cultivares y los híbrido del comercio. Es una especie perenne carente de tallo que forma espesas rosetas de hojas de forma ovalada con pecíolos largos.
Las flores son de color azul-morado, con pequeñas bolsas polinicas de color amarillo intenso dispuestas en el centro de la flor.
Se encuentran en el comercio muchos cultivares que difieren entre ellos por las dimensiones de la planta; el color, la forma y las dimensiones de las flores.
La Saintpaulia confusa (foto debajo) tiene las hojas de un verde claro, con los márgenes dentados y las flores moradas claras con los bordes más oscuros.
La Saintpaulia grotei (foto debajo) es una especie colgante, por lo que se presta al cultivo en cestos suspendidos. Tiene pedúnculos de hasta 40 cm que arrancan de los nudos. Las hojas son de hasta 8 cm de largo, tienen la entrenervadura prominente con pecíolos de hasta 25 cm. Las flores son de color malva pálido con la gargante violeta.
Son muy numerosos los híbridos colgantes en el comercio que derivan todos de esta planta.
Las violetas africanas en la naturaleza son plantas de sotobosque, por tanto deben cultivarse con una intensidad luminosa de 8000 -10.000 lux, por lo tanto no demasiada luz y nunca expuestas a la luz directa del sol. La violeta, más que la intensidad luminosa, quiere una exposición muy prolongada a la luz. Puede también cultivarse, en efecto, perfectamente a la luz artificial poniendo la planta bajo una lámpara fluorescente de 40 vatios durante 12 horas al día, más o menos.
Atención a las corrientes de aire que de ningún modo agradecen.
La Saintpaulia florece cuando las temperaturas se mantienen alrededor de 18-25°C. Durante el invierno las temperaturas no tienen que bajar de 15°C.
En el período primavera-verano está bien regar a menudo las violetas africanas, mientras en otoño-invierno los riegos deben menguar. Entre un riego y un otro se tiene que dar tiempo de secarse completamente a la capa superficial del sustrato.
Para regarla correctamente es necesario usar agua no calcárea y a temperatura ambiente; además es aconsejable que el agua se dé por debajo, poniendo la maceta en un recipiente bajo lleno de agua el tiempo necesario para que la planta absorba el agua que necesita. Después, cuando la tierra esté bien mojada, se deja escurrir el agua en exceso.
No mojar las hojas porque de otro modo se manchan y podrían ser fácilmente presas de hongos.
Las Saintpaulia agradecen un entorno húmedo. Para crearlo se puede situar la maceta sobre un posamacetas donde se haya colocado arcilla expandida y donde constantemente estará presente un hilo de agua que al evaporarse garantizará un entorno húmedo. Atención a que la maceta no esté en contacto directo con el agua.
La Saintpaulia sólo se trasplanta cuando las raíces no tienen más espacio a su disposición en la maceta. El trasplante debe ser efectuado en primavera.
No utilice macetas de grandes dimensiones (máximo 20 cm), utilizando un buen sustrato a base de turba de modo que el pH del terreno sea ligeramente ácido, mezclada con arena gruesa para favorecer el drenaje del agua.
La Saintpaulia tiene elevadas exigencias nutritivas sobre todo de nitrógeno, fósforo y potasio por lo que consume rápidamente la dotación natural del sustrato sobre el que crece; por este motivo si queremos que se desarrolle armónicamente y produzca abundantes floraciones, tenemos que suministrarle fertilizante líquido cada tres semanas, junto con el agua de riego.
En invierno es suficiente una vez al mes.
Use un buen abono que además de contener macroelementos cuál nitrógeno (N), fósforo, P y potasio (K), contenga también microelementos como el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), todos importantes para un correcto y equilibrado crecimiento de la violeta africana.
Un consejo: disminuya ligeramente las dosis con respecto a las indicaciones en el producto.
La violeta africana produce prácticamente flores todo el año. Florece cuando las temperaturas se mantienen constantes alrededor de 18-25°C.
Generalmente la violeta africana no se poda. Elimine solo las hojas que secan para evitar que se conviertan con el tiempo en vehículo de enfermedades parasitarias.
Tenga cuidado de que el utensilio que use para el corte esté limpio y desinfectado, preferiblemente a la llama, para evitar infectar los tejidos.
El género Saintpaulia se propaga por esqueje foliar o por inmersión de una hoja en agua.
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE FOLIAR
En primavera avanzada (mayo-junio) se retira una hoja con todo el pecíolo.
Tenga cuidado de retirar una hoja entera, sana y que haya acabado de crecer hace poco, en la práctica ni demasiado joven, ni demasiado vieja.
El pecíolo se corta con una longitud de 3-4 cm desde el arranque de la hoja. Se recomienda cortar con una hoja de afeitar o con un cuchillo afilado para evitar que se deshilache el tejido. Tenga cuidado de que el utensilio que use para el corte esté limpio y desinfectado para evitar infectar los tejidos.
Es preferible que espolvoree la parte cortada con una hormona de enraizamiento para estimularlo.
Posteriormente se instalan las hojas de la violeta africana en un sustrato constituido por turba y arena a partes iguales de modo que el pH esté alrededor de 5. Haga agujeros con un lápiz, tantos como esquejes foliares y colóquelos como se indica en la foto. Tenga cuidado de compactar delicadamente el sustrato alrededor del pecíolo.
La caja se cubre luego con una hoja de plástico transparente (o una bolsita dispuesta a modo de capucha), y se coloca a la sombra y al calor durante unas seis semanas, teniendo cuidado de tener siempre ligeramente húmedo el sustrato (siempre regar sin mojar las hojas con agua a temperatura ambiente y no calcárea).
Cuando empiecen a salir los primeros brotes se aparta periódicamente el plástico por períodos cada vez más largos durante cerca de un mes. Empiece también a dar un poco de fertilizante con el agua de riego, una vez a la semana con un título elevado de nitrógeno para favorecer el crecimiento.
Pasados cerca de dos meses y medio desde cuando haya plantado los esquejes, se cogen las plantas individuales de violeta africana con delicadeza y se instalan en las macetas definitivas y se tratan como las plantas adultas.
Tenga cuidado en el momento del trasplante de no enterrar excesivamente la nueva violeta africana porque estará sometida más fácilmente a podredumbres, ni de ponerla demasiado levantada porque entonces la forma que asumirá la planta adulta no será compacta.
MULTIPLICACIÓN POR INMERSIÓN DE UNA HOJA EN AGUA
Puede sumergir la hoja con el pecíolo en un vaso de agua.
En práctica se coge un vaso de agua que llenará casi hasta el borde e instalará encima un trozo de papel de aluminio. En el aluminio hará agujeros, tantos como hojas y en cada agujero situará los pecíolos de las hojas de modo que lleguen al agua.
Cuando empiecen a brotar las raíces y los brotes, espere hasta que las plantas tengan un largo de unos 2,5 -3 cm, después de cerca de un mes desde cuando haya empezado. Entonces, tome cada planta individual de violeta africana y sitúela en su maceta definitiva usando un sustrato predominantemente turboso y no calcáreo y trátela como una planta adulta.
Si son respetadas sus exigencias, las plantas crecen bien y no dan particulares problemas. Generalmente todos los problemas de las Saintpaulia son causados por malas técnicas de cultivo.
El daño puede ser provocado por riegos hechos con agua demasiado fría en días demasiado calientes o por temperaturas nocturnas demasiado bajas.
Remedio: actuar en consecuencia.
Éste es el clásico síntoma de luz excesiva.
Remedio: situar la planta en un lugar más sombreado.
Hay varias causas diferentes que pueden provocar la caída de los brotes, entre ellas una temperatura y una humedad demasiado bajas, una cantidad excesiva de agua de riego y saltos bruscos de temperatura.
Remedio: actuar en consecuencia.
Este daño está causado por falta de riego y una humedad del aire demasiado baja.
Remedio: actuar en consecuencia.
La podredumbre es un clásico síntoma de un ataque parasitario causado por un hongo, Phytophtora spp. y Pythium spp. La violeta atacada por esta enfermedad manifiesta enanismo, marchitamiento y una extensa podredumbre radicular. El ataque está favorecido por una humedad excesiva.
Remedio: en este caso es necesario dejar secar el sustrato, extraer el agua en exceso y dejar que el sustrato superficial se seque y tratar la violeta africana
con fungicidas específicos.
Este daño está provocado por un hongo, la Botritys spp. que se favorece por una humedad demasiado elevada.
Remedio: eliminar enseguida las partes dañadas, dejar secar el sustrato del agua en exceso y tratar con fungicidas específicos. En adelante, mantener alrededor de la planta un entorno menos húmedo.
La presencia de manchas blanquecinas algodonosas sobre las hojas indica la presencia de la cochinilla algodonosa. Para estar seguros, sugerimos utilizar una lupa y observar. Se caracterizan por tener una especie de escudo protector, de color blanco. Además si intenta sacarlas con una uña, salen fuera fácilmente.
Remedio: si la infestación no es grave, pueden ser eliminadas usando un copo de algodón mojado en alcohol desnaturalizado. Si su presencia es particularmente masiva y persistente se aconseja usar antiparasitarios específicos fácilmente localizables en un centro de jardinería.
Los áfidos, más frecuentemente llamados pulgones, son insectos que si no se mantuvieran bajo control pueden provocar graves daños a la violeta africana . Obsérvelos con una lupa y compare con la foto de al lado, son inconfundibles. Pueden ser de diferentes colores dependiendo de la especie, pero casi siempre de amarillo a verde o a blanco.
Remedio: tratar con productos específicos contra los áfidos localizables en tiendas especializadas en jardinería.
El género Saintpaulia se le dedicó al barón Walter von Saint Paul-Illaire (1860 -1910), que la descubrió en África tropical oriental (Tanzania). La primera especie clasificada por el naturalista H. Wendland fue llamada jonantha que quiere decir «con flores parecidas a la violeta» y esto explica por qué esta planta se llama comúnmente violeta africana.
