(Mentha piperita L.)
El género Mentha pertenece a la familia Lamiaceae (ex Labiatae) y es una planta muy extendida y cultivada en casi todas las partes del mundo con clima templado. La especie más utilizada con objetivos terapéuticos es la Mentha piperita L.
Es una planta herbácea perenne estolonífera con raíces en rizoma que se desarrollan intensamente en el terreno. Es un género que tiene un aspecto muy variable según la especie.
El tallo de la menta tiene un largo variable de 30 cm hasta un metro; puede tener una coloración que va del verde al violeta. Las hojas contienen glándulas ricas en aceites esenciales que otorgan el característico aroma. Son simples, de color verde más o menos intenso, opuestas y comúnmente lanceoladas y revestidas por una ligera pelusa. Las flores se presentan en inflorescencias integradas en la axila de las hojas, dispuestas en corona sobre los nudos, muy cercanas, tanto que parecen una espiga, con flores bilabiadas típicas de la familia.
La menta es conocida por la producción de aceites esenciales presentes en las glándulas situadas bajo la epidermis de las hojas. Cada especie sintetiza una esencia particular y por lo tanto algunas especies son más estimadas que otras.
Entre ellas indudablemente la Mentha piperita es la más estimada porque sintetiza principalmente un aceite etéreo constituido por un alcohol secundario, el mentol (50/60%) y por una cetona, la mentona (9/12%) a los que se suman el mentol esterificado, la pulgona y otros derivados terpénicos, sustancias amargas, resinosas, etc.
El aceite se encuentra en mayor cantidad en las hojas que contienen de 0,3-0,4% hasta el 1%.
La menta tiene muchas propiedades terapéuticas en efecto es expectorante, digestiva y carminativa (facilita la expulsión de los gases intestinales), además el mentol puede ser usado como anestésico.
De la menta se utilizan las hojas y los ápices florales.
Las hojas se pueden recoger todo el año aunque recolectadas en el momento de plena floración (en pleno verano) tienen mayor contenido en aceites esenciales y mentol libre y un bajo contenido en mentona que otorga un olor áspero.
Una vez recogida debe ser consumida o en fresco o bien desecada al aire y a la sombra, en efecto mantiene su aroma también seca.
Como infusión se utiliza para el nerviosismo, los dolores de vientre, la diarrea y las menstruaciones.
El té de menta es digestivo y refrescante.
Las gárgaras con la infusión se utilizan como desinfectante.
La menta mezclada con bicarbonato de sodio y de calcio se usa como pasta dentífrica para la limpieza de los dientes y para perfumar el aliento.
Lavarse con infusión de menta es útil para descongestionar la cara y combatir la piel grasa.
Seca y esparcida en la comida ayuda a la digestión.
La planta también se usa en la industria farmacéutica para hacer agradables medicinas de mal sabor, en la industria dulcera y de los licores.
Es una planta conocida desde los tiempos más antiguos. También en el antiguo testamento se cita la menta como esencia utilizada para perfumar los comedores y elevar el espíritu. Los chinos utilizaron la menta por sus propiedades calmantes y antiespasmódicas. Hipócrates la consideró afrodisiaca mientras Plinio se jactaba de sus propiedades analgésicas.
Atención a las esencias de menta que si se ingieren a dosis elevadas pueden causar problemas.
Ver: Menta - El lenguaje de las flores y las plantas .
