El género Salvia pertenece a la familia de las Lamiaceae y es un género muy rico en especies anuales y perennes, usadas con objetivos alimenticios, terapéuticos o sencillamente ornamentales.

La salvia que estamos acostumbrados a usar para aromatizar las comidas es la Salvia officinalis, especie perenne.

Es una planta extendida por todos los países de clima templado y tiene porte de mata. El tallo es en un primer momento verde, luego con la madurez se pone leñoso, de sección cuadrangular y muy ramificado y puede alcanzar un metro de altura. Las hojas de la salvia, con un corto pecíolo, son ovalado-lanceoladas, de un bonito color gris-verdoso con los bordes dentados y con el haz aterciopelado mientras que el envés es más rudo y con nervaduras evidentes. Son ricas en aceites esenciales que otorgan el característico aroma. Las flores se reúnen comúnmente en la parte terminal del tallo y son de color violeta.

Las propiedades aromáticas de la salvia proceden de sus aceites esenciales que tienen una composición química muy compleja y cuyos constituyentes principales son: aceites esenciales, ácidos orgánicos, flavonoides, saponinas. El aceite esencial tiene una composición química muy compleja y los constituyentes  principal son: alfa y beta tujona; alcanfor; 1,8 cineol.

Sus propiedades son: antisépticas, antibacterianas, estimulante, digestivas, emenagoga, expectorante, cicatrizante, tónica del sistema nervioso, antiespasmódica, antisudorífera, carminativa, hipoglucemiante.

Los aceites esenciales se extraen de los ápices secos sometiéndolos a un proceso de extracción en corriente de vapor.

De la salvia se utilizan las hojas recogidas antes de la floración, frescas o desecadas.

Se pueden utilizar también las cumbres floridas.  

La salvia es usada como pócima o infusión para estimular la digestión, para la bronquitis, la depresión y el cansancio.

En gárgaras es usada en las amigdalitis y las inflamaciones de la garganta.

La pócima unida al agua del baño para reúmas, la sudoración excesiva y para tonificar el sistema nervioso.

El haz de las hojas de salvia frotada sobre los dientes los vuelve más blancos y además purifican el aliento.

El aceite esencial también es muy usado en cosmética: es óptimo astringente para los poros dilatados de la piel y su extracto es un excelente fijador de perfumes.

En todos los países europeos es una de las especias principalmente utilizada en la cocina como aromatizante de carnes, pescado, sopas y hortalizas. Generalmente la salvia se usa sola como especia porque al tener un aroma tan potente, se comporta como una primera dama: anula el sabor de las otras especias.

La planta era conocida desde los tiempos más antiguos. Los egipcios y los antiguos romanos la consideraron una hierba capaz de curar cualquier mal.

Hace falta tener presente que la salvia debe ser usada de modo moderado evitando las preparaciones demasiado concentradas que podrían ser tóxicas porque contiene cetonas que pueden ser tóxicas a altas dosis.

Ver: Salvia - El lenguaje de las flores y de las plantas.