La Fuchsia o fucsia es una preciosa planta muy estimada por sus llamativas floraciones.
El género Fuchsia perteneciente a la familia Onagraceae comprende numerosas plantas originarias de América central y meridional y de Nueva Zelanda donde podemos encontrar plantas de porte arbustivo o arbóreo, de hojas caducas o siempreverdes que pueden asumir sea el aspecto de un auténtico árbol o tener un porte rastrero.
Las hojas son caducas, con los márgenes enteros o serrados, provistas de un breve pecíolo, ovaladas o puntiagudas y generalmente de un bonito color verde brillante o también variegadas.
Las flores son largamente pedunculadas, pendientes y crecen o en las axilas de las hojas o se reúnen en inflorescencias en racimo o bien también pueden ser solitarias. Son particulares porque están formadas por una copa constituida de cuatro sépalos en cuya base se encuentra el ovario y de una corola formada por cuatro pétalos sobrepuestos que forman un tipo de campana. Los estambres son muy llamativos en número de 4 a 8 y generalmente rebosan de la copa y casi siempre están muy coloreados. Generalmente son plantas de floración veraniega y el fruto es una baya de color rojo o negro, blandas o duras según la especie.
Son conocidas comúnmente con muchos nombres: fucsias, aretillos, pendientes de la reina, zarcillos de la reina.
Existen cerca de 100 especies pertenecientes al género Fuchsia con numerosos híbridos que son los más usados en los cultivos.
La Fuchsia procumbens es una planta originaria de Nueva Zelanda caracterizada por hojas redondeadas, acorazonadas, alternas y flores de pequeñas dimensiones de 2 cm de largo, desprovistas de corola y con un cáliz que en la parte tubular es de color amarillo mientras que sus bordes son de color rojo-verdusco. Los estambres tienen un polen de color azul brillante.
Florece todo el período veraniego. Los frutos son bayas de color rojo vivo.Es una especie que se adapta bien a vivir en un piso. Como plantas ornamentales se usan los híbridos, que difieren entre ellos por el color, las dimensiones y el porte de la planta.
La Fuchsia fulgens es, de entre las muchas especies, la más común. Es originaria de México y se convierte en un arbolito alcanzando los 2 m de altura y más de un metro de diámetro con los tallos que asumen una coloración rojiza.
Produce flores pendientes de hasta 8 cm de largas, con corola de color rojo y copa también de color rojo pero con el ápice de los bordes de color verde. Florece todo el período veraniego y hasta en otoño. Es una especie que puede ser criada en maceta o en plena tierra en zonas de clima templado.
Es una especie muy usada en las hibridaciones.
La Fuchsia triphylla es originaria de las Indias occidentales y produce flores de color rojo anaranjado con grandes pétalos y con hojas de color verde cobre con los márgenes ligeramente serrados.
Es una especie que se adapta al cultivo en maceta quedando de dimensiones reducidas no superando los 60 cm de altura. Florece a partir del verano y hasta el otoño, produciendo corimbos terminales que llevan flores de 3-4 cm de largo con los pétalos de color anaranjado-escarlata.
La Fuchsia magellanica es originaria de América central y meridional y es indudablemente, de entre las muchas especies, la más rústica. Puede llegar a 4 m de altura y a 2 m de ancho.
Presenta hojas ovaladas, opuestas, en grupos de 3-5 y flores pendientes con la copa de color carmesí y la corola de color rojo de la que rebosan largos estambres. Desde el verano y hasta el otoño (julio-octubre) produce las flores asociadas en grupos de 3-4 en la axila de las hojas, de 3-4 cm de largo.
Es una especie muy usada en las hibridaciones.
Hablando de la fucsia hace falta tener en cuenta que la mejora genética de años ha producido una gran cantidad de híbridos y cultivares (más de 8000), que prácticamente han reemplazado a las especies reales. La Fuchsia magellanica es la especie más rústica y por lo tanto muy usada en las hibridaciones así como la Fuchsia triphylla que ha originado una gran cantidad de híbridos. Hoy por tanto, en el comercio se pueden encontrar híbridos aptos a todas las exigencias: para cultivo en piso o en jardín; con porte erguido o rastrero; de flores simples, dobles o semidobles; con flores de los colores más diferentes... en fin se encuentran fucsias para todos los gustos y exigencias.
Las Fuchsia son plantas bastante fáciles de cultivar y no solicitan cuidados particulares.
Las temperaturas óptimas de cultivo son modestas entre los 13-16°C.
Puesto que son plantas originarias de zonas montanas húmedas y frescas solicitan por tanto un entorno húmedo y al amparo de los rayos directos del sol. Las exposiciones mejores son a norte en los países cálidos y a noreste o a noroeste en los países frescos.
Son plantas de hoja caduca por lo que no nos preocupamos si durante la estación invernal pierden todas las hojas.
Durante el verano sería oportuno llevar las plantas al exterior protegidas por marquesinas o a la sombra de árboles grandes para evitar el sol directo.
La Fuchsia debe ser regada regularmente durante todo el período primavera-verano de modo que el terreno siempre quede húmedo (no empapado), mientras que durante el período de descanso invernal se riega justo lo necesario para no dejar secar el mantillo.
Durante la estación cálida la planta se aventaja de nebulizaciones regulares a la copa, pronto por la mañana para mantener un entorno húmedo alrededor de la planta.
El trasplante de la Fuchsia se realiza al final del invierno usando un buen mantillo fértil mezclado con turba y un poco de arena.
Recomendamos el uso de macetas de terracota, porque al ser porosa permite al suelo el intercambio de gases con el exterior.
Usar un abono líquido diluido en el agua de riego cada dos semanas durante el período de crecimiento activo de la planta (primavera-verano) disminuyendo ligeramente las dosis con respecto de lo indicado en la etiqueta. Use un buen abono que no sólo contenga nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), sino también los llamados microelementos, igualmente importantes para el crecimiento de la planta, es decir, el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo).
Durante todo el período otoño-invierno los abonos deben ser suspendidos porque la planta entra en descanso vegetativo y no sería capaz de utilizar el fertilizante que se acumularía en el terreno creando un entorno saturado de sales minerales inadecuado para la vida de la planta.
La floración se obtiene, en la mayor parte de las especies, en el período primavera-verano. Las flores se forman sobre las ramas del año.
La planta se poda al final del invierno reduciendo las ramas hasta a un tercio de su largo para darle una forma regular porque tiende a un crecimiento desordenado. Una poda tan drástica no comprometerá la floración porque las flores se forman sobre las ramas del año.
Tienen que ser frecuentes los recortes de los ápices vegetativos para impedir que los tallos se alarguen excesivamente y la planta se desvista en su parte baja.
Se multiplica por esqueje o por semilla. En el caso de que se utilice la técnica de multiplicación por semilla, recuerde siempre que, al intervenir la variabilidad genética, no se tendrán nunca plantas iguales a la planta madre. Por tanto si quiere conseguir una planta bien precisa, es mejor que haga la multiplicación por esqueje.
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE
En primavera avanzada se retiran esquejes de unos 10 cm de largo de modo que la base esté lignificada y con 5-6 pares de hojas.
Se recomienda retirarlos cortándolos con una hoja de afeitar o con un cuchillo afilado para evitar deshilachar los tejidos y teniendo cuidado de que la hoja esté limpia y desinfectada para evitar infectar los tejidos.
Posteriormente se instalan los esquejes en un compost formado por una parte de turba y una de arena gruesa. Haga agujeros con un lápiz, tantos como esquejes y los coloca como indicado en la foto.
Cubrir la maceta con una hoja de plástico transparente (o una bolsita puesta a modo de capucha) y colóquela a la sombra y a una temperatura alrededor de 16-18°C. El mantillo siempre debe estar ligeramente húmedo regando sin mojar el esqueje con agua no calcárea y a temperatura ambiente. Cada día se aparta el plástico para controlar la humedad del terreno y eliminar del plástico el agua de condensación que indudablemente se habrá formado. Cuando los primeros brotes comienzan a aparecer significa que en los esquejes se han formado las raíces. Es momento de quitar el plástico y poner a una luz más positiva (no el sol directo) a la misma temperatura y se espera a que los esquejes se robustezcan.
Cuando se hayan puesto suficientemente grandes, se trasplantan a la maceta definitiva despuntando los ápices vegetativos para estimular la ramificación, en grupos de dos o tres con el mismo mantillo indicado en el párrafo Trasplante y se tratan como si fueran adultas.
Generalmente después de cuatro meses ya se tienen plantas capaces de florecer.
Generalmente este síntoma es causado por riegos escasos o excesivos o por un entorno demasiado cálido y un aire demasiado seco.
Remedio: haga un análisis de cómo se ha cultivado hasta ahora la planta con base en las indicaciones de la presente ficha y actúe por consiguiente.
Este síntoma es debido a escasos abonados.
Remedio: regular mejor los abonos con base en lo indicado en el párrafo: «Abono».
Posteriormente a estas manifestaciones las hojas se abarquillan, asumen un aspecto casi polvoriento y caen. Observando cuidadosamente se notan también sutiles telarañas sobre todo en el envés de las hojas. Con estos síntomas muy probablemente estamos en presencia de un ataque de ácaros o araña roja o arañuela un ácaro muy molesto y dañino.
Remedio: aumentar la frecuencia de las nebulizaciones (la falta de humedad favorece su desarrollo) y eventualmente, sólo en el caso de infestaciones particularmente graves, usar productos químicos específicos.
Pequeños insectos móviles de color variable de blanco al amarillo o al verde son indudablemente áfidos más a menudo llamados pulgones. Son insectos que si no tuvieran control pueden provocar graves daños a la planta.
Remedio: tratar con productos específicos contra los áfidos localizables en tiendas especializadas en jardinería.
Para luchar contra todos los insectos antes mencionados, se recomienda utilizar productos sistémicos, es decir, que entran en la circulación de la savia de la planta y luego son absorbidos por los insectos durante su alimentación.
El nombre del género Fuchsia deriva de Leonhart Fuchs (17 de enero de 1501 - 10 de mayo de 1566), un médico alemán autor de muchos tratados de botánica.
La planta ha sido introducida en Europa de América central al final del siglo XVII, por Charles Plumier (20 de abril de 1646 - 20 de noviembre de 1704), un fraile franciscano francés al que se debe también la importación de la Begonia.