El género Mandevilla (Dipladenia) perteneciente a la familia Apocynaceae y comprende plantas trepadoras siempreverdes de porte herbáceo o arbustivo originarias de las junglas sudamericanas donde alcanzan 10 m de altura. Considerando este hecho, no son especies aptas a su cultivo en un piso a menos que se cuente con mucho espacio a disposición.
Las hojas soy opuestas, lisas y de color verde más o menos intenso y de consistencia a menudo coriácea y por las flores en forma de embudo de color blanco, rosa o rojo según la especie, que brotan abundantes durante todo el período veraniego y en parte en otoño, levemente perfumadas.
A menudo se usan para decorar arcos o cañizos.
Existen numerosas especies entre las que recordamos:
La Mandevilla boliviensis (foto debajo) es una especie trepadora que como dice su mismo nombre es sobre todo originaria de Bolivia pero también de Ecuador. Presenta un tallo leñoso muy ramificado y con hojas con ápices ahusados, brillantes y de un bonito color verde intenso, de 5-10 cm de largo. Desde la mitad del verano produce flores blancas asociadas en inflorescencias, caracterizadas por su garganta de color anaranjado-amarillo, perfumadas, pero no particularmente grandes, en efecto no superan los 5 cm de largo.
La Mandevilla sanderi (foto debajo) es originaria del Brasil y presenta hojas ovaladas, puntiagudas, de color verde brillante en el haz y verde oscuro en el envés, coriáceas y brillantes. Las flores son de color rosa, más o menos intenso, y de hasta 7 cm de largo.
La Mandevilla spendens (foto debajo) es una specie trepadora muy vigorosa que presenta los tallos más jóvenes revestidos por una ligera pelusa. Las hojas son ovaladas de color verde muy intenso, grandes (de hasta 20 cm de largas y 10 cm de anchura). Las flores son de color blanco o rojo según la variedad y cada flor individual dura de 3 a 4 días.
Considerando que se trata de una planta trepadora, la Mandevilla tiene necesidad de soportes para tener un porte ordenado. Es suficiente una caña o un enredo de alambres a los que anclarla y permitirle de este modo poder expresar toda su belleza.
Las temperaturas de cultivo no tienen que bajar de 12°C durante el período invernal mientras no tiene grandes problemas con las temperaturas máximas (21°C son las temperaturas veraniegas óptimas).
En el período invernal entra en descanso vegetativo, por tanto es importante asegurarle temperaturas alrededor de 13°C durante dicho período, de lo contrario no va a florecer el año siguiente.
Un aspecto importante, puesto que son plantas originarias de la jungla, es que tienen necesidad de entornos húmedos y por tanto hace falta asegurarles una buena humedad ambiental.
Quieren la luz y el aire pero hay que evitar el sol directo y las corrientes de aire.
El terreno tiene que quedar constantemente húmedo durante todo el período activo de crecimiento, es decir durante la primavera y el verano (no empapado). Durante el otoño y el invierno se riega lo justo para mantener el terreno en ligeramente húmedo.
Del mismo modo que los riegos, es importante la humedad ambiental que tendrá que ser mantenida bien con frecuentes nebulizaciones a la copa o poniendo la maceta en un posamacetas con arcilla expandida (u otro material), donde estará presente agua que al evaporarse asegurará un entorno húmedo (cuide que el fondo de la maceta no esté en contacto con el agua).
El trasplante de la Mandevilla se realiza cada dos años, al principio de la primavera. Usar un mantillo a base de terreno fértil, turba y arena grosera. Es importante además a menudo arreglar sobre el fondo de la maceta una capa de trozos de barro de modo que garantizar un perfecto drenaje del agua de riego.
Use un buen abono que no sólo contenga nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), sino también los llamados microelementos, igualmente importantes para el crecimiento de la planta, es decir, el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo).
La Mandevilla florece abundantemente durante el verano y es importante durante este período asegurar que las temperaturas no bajen de 18°C.
Para la Mandevilla es necesaria una poda adecuada en otoño, cuando se acabe la floración, cortando drásticamente todas las ramas nuevas del año a 5 cm de la base. Esta operación es importante en cuanto se estimula a la planta para producir nuevas ramas el año siguiente y por lo tanto tener un porte más lozano y compacto.
Se multiplican por esqueje.
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE
En primavera, de las ramas del año, se retiran esquejes de unos 7 cm de largo con un corte oblicuo que garantizará una mayor superficie de enraizamiento y evitará que el agua se acumule sobre esta superficie. Es importante tener la precaución de usar una hoja bien afilada, limpia y desinfectada porque, de una parte, es importante no haber deshilachado los tejidos, y de lo otra se evitará eventualmente transmitir enfermedades parasitarias.
Después de haber eliminado del esqueje las hojas que se encuentran más abajo, se espolvorea la parte cortada con un polvo que favorezca la emisión de raíces y se instala en una maceta (o en una caja de multiplicación), con una mezcla de turba y arena gruesa a partes iguales.
Después de haber plantado el esqueje, se moja abundantemente el terreno teniendo cuidado con no mojar el esqueje.
Cuando la maceta está lista, se cierra todo con una hoja de plástico transparente (o con una bolsita, siempre transparente) puesta a modo de capucha (en caso de que no se cuente con una caja de multiplicación) que se mantendrá lejos del esqueje colocando palitos (vea la foto). Este sistema garantizará una temperatura constante y que el terreno no se seque demasiado rápidamente.
La maceta se instalará en una zona de la casa donde sea posible mantener temperaturas alrededor de 24-27°C y no muy iluminada. Cada día, durante algunos minutos, sacar el plástico para controlar la humedad del terreno y para sacar el agua de condensación que se habrá formado indudablemente sobre el plástico.
Cuando los primeros brotes comienzan a aparecer significa que en los cortes se han formado las raíces. Es momento de quitar el plástico y poner a una luz más positiva (no sol directo), a la misma temperatura y se espera a que los esquejes se robustezcan. Cuando sean suficientemente grandes, se establecerán en la maceta definitiva y se tratarán como plantas adultas.
Las principales patologías son:
Este síntoma, que podemos observar sobre todo durante el invierno, es índice de una temperatura demasiado baja.
Remedio: desplazar enseguida la planta a un lugar más caliente.
Podrían significar o que ha sido regada poco o que ha sido expuesta al sol directo.
Remedio: hacer un análisis sobre cómo ha sido cultivada la planta y comportarse en consecuencia.
Este síntoma, asociado a la presencia de sutiles telarañas, sobre todo en el envés de las hojas, indica que está en curso una infestación debida a araña roja, un ácaro que puede volverse muy dañino si no se interviene a tiempo.
Remedio: lo principal es aumentar la humedad alrededor de la planta porque es el aire seco lo que favorece su proliferación. Si la infección es particularmente grave hace falta intervenir con productos químicos específicos localizables en centros especializados en jardinería.
Este síntoma indica muy claramente que estamos en presencia de la cochinilla algodonosa. Se trata de insectos muy dañinos localizados sobre todo en la axila de las hojas y sobre el envés de las hojas que tienen que ser eliminados rápidamente.
Remedio: pueden ser retirados usando un copo de algodón empapado en alcohol desnaturalizado o bien si la infestación es demasiado extensa, usar un insecticida específico localizable en centros especializados en jardinería.
El nombre Mandevilla le ha sido dado en honor de John Henrio Mandeville (1773-1861), cónsul británico en Buenos Aires y gran botánico que introdujo la Mandevilla en Europa
El contacto con la savia puede causar irritaciones cutáneas.