El género Epiphyllum pertenece a la gran familia de las Cactaceae donde hallamos el tan famoso nopal (o chumbera o tuna). La particularidad de todas las especies pertenecientes a este género es que son plantas completamente desprovistas de ramas donde las flores crecen directamente de una "almohada de pelos" (areola) del tallo.
Son plantas perennes, caracterizadas por un tallo plano, generalmente estrecho, con los márgenes dentados. Están carentes de hojas y las que podrían parecer tales en apariencia son en realidad a menudo ramas, típicamente planas que a menudo crecen de forma triangular.
A diferencia de los cactus los Epiphyllum no tienen espinas.
Otra particularidad de los Epiphyllum es que todas son plantas epifitas, es decir que en la naturaleza predominantemente crecen sobre los árboles o sobre las rocas, alimentándose del musgo o de la sustancia orgánica en descomposición que logran encontrar y enganchándose a soportes con sus raíces aéreas. Estas posiciones son ideales para ellos porque de este modo reciben el aire que circula libremente entre las ramas y luz suficiente pero no muy intensa para sus funciones fisiológicas normales. Algunas especies incluso ateniéndose a su característica de plantas epifitas, crecen con las raíces ancladas al terreno, provistas sin embargo siempre de raíces aéreas para recuperar del aire, el agua y los nutrimentos porque su aparato radicular está muy poco desarrollado y las zonas dónde crecen generalmente están muy húmedas, por tanto, si no desarrollaran raíces aéreas, morirían por asfixia radicular.
Son plantas que producen flores muy llamativas, grandes, con pétalos coloreados y que se desarrollan a lo largo de los bordes de las ramas. Los colores son más bien tenues, predominantemente blanco o amarillo pálido, pero existen especies que también producen flores de color anaranjado o rojo. En realidad gracias a la hibridación, se encuentran en el comercio híbridos que producen flores de los colores más diferentes y de dimensiones muy destacadas, simples o compuestas, gracias a años y años de hibridaciones con géneros correlacionados como Selenicereus, Hylocereus, Heliocereus, Nopalxochia, Echinopsis y numerosos otros. Entonces, podemos afirmar que el mundo de los Epiphyllum que encontramos en el comercio es un mundo de híbridos tanto que muchos botánicos se preguntan si sería justo seguir llamando a estos híbridos “Epiphyllum” ya que su patrimonio genético tendrá ya un porcentaje extremadamente exiguo de Epiphyllum.
Existen unas 12 especies que no están muy extendidas en su empleo comercial ya que son mucho más comunes los híbridos, especialmente los de la especie Epiphyllum crenatum.
Se trata de una planta de porte erguido y densamente ramificada que puede llegar a un metro de altura. Los tallos son de sección cilíndrica en la parte basal pero que se vuelven planos en la parte distal.
Su particularidad es que produce flores de color blanco-crema en forma de trompeta que sólo se abren durante el día, muy grandes, tanto que llegan a tener un diámetro de 15 cm y un largo de 25 cm.
Existen muchos híbridos en el comercio que derivan del cruce de esta especie con otras cercanas y que son más fáciles de cultivar y florecen con mayor facilidad (foto debajo).
El Epiphyllum ackermannii es una especie muy extendida con tallos largos y planos, típicos del género. Las flores son de color anaranjado y con típica forma de trompeta.
El Epiphyllum es una planta que quiere el sol filtrado y la humedad y crece mejor, si se coloca sobre soportes o sobre un árbol con frondas de modo que esté protegida de la insolación directa. Si se cultiva en maceta hace falta usar terrenos particularmente sueltos, ricos en materia orgánica y material grosero
Son plantas cuyo óptimo térmico está entre 7°C y 21 °C. Logra en todo caso tolerar temperaturas mucho más altas a condición de que la humedad relativa sea muy alta, alrededor del 50-80% y rigurosamente en posición sombreada. Viceversa, temperaturas debajo de 7°C pueden ser toleradas por un breve período de tiempo. Es preferible por lo tanto, en las zonas donde el invierno sea particularmente rígido, cultivar la planta en maceta para poder en fin desplazarla a un lugar más caliente durante todo el período invernal aunque hace falta tener presente que para la floración es importante, durante el período invernal, tenerla entre 7-10°C y sin luz artificial después del ocaso.
Son plantas que quieren el aire por lo tanto es fundamental asegurarles una buena ventilación teniendo en todo caso cuidado con los vientos demasiado cálidos o los demasiados fríos.
El Epiphyllum contrariamente a lo que ocurre con los otros cactos, es una planta que necesita mucha humedad. En efecto hace falta tener cuidado de que el sustrato no se seque nunca completamente y sólo debe ser regada cuando cerca de 1/3 del sustrato se haya secado. Es oportuno por tanto que inserte los dedos en el terreno para sentir el grado de humedad antes de proceder con los siguientes riegos. Esta atención se tiene que tener sobre todo durante el período de crecimiento activo de la planta (primavera - verano), mientras que durante el período otoño - invierno, la frecuencia será menor indudablemente.
Cuando se riega, el terreno tiene que garantizarse que el agua fluya rápidamente por los agujeros de drenaje de modo que se humedece el sustrato pero no se deje empapado. Atención a no dejar encharcamientos en el posamacetas.
Si durante el período de la floración la planta aparece menos turgente de lo usual y cree que esté a punto de ir a estrés hídrico, no se alarme porque es normal un comportamiento semejante. La planta se restablecerá sola sin ninguna variación de la aportación hídrica o nutricional.
El Epiphyllum, si es cultivado en maceta, tiene necesidad de terrenos sueltos, ricos en materia orgánica y material grosero para evitar la compactación del terreno alrededor de las raíces y el encharcamiento del agua de riego.
La planta sólo se trasplanta cuando ha desarrollado un cierto número de nuevas ramas, lo que habitualmente debería ocurrir cada 2-3 años.
El momento mejor es al final de la floración.
Cada dos semanas durante todo el período primavera - verano la planta debe ser abonada diluyendo 1/3 de las dosis indicadas en el fertilizante en el agua de riego mientras en los demás períodos deben suspenderse.
Por lo que concierne al tipo de abono a utilizar éste tiene que ser equilibrado igualmente en nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). Usar las fórmulas 6:6:6, que quiere decir 6 partes de nitrógeno, 6 partes de fósforo y 6 partes de potasio o bien 8:8:8 o bien 10:10:10, una vez al mes a partir de la primavera y hasta el otoño. Preste atención a que el título de nitrógeno no sea superior al 10% porque en este caso la concentración sería demasiado alta y no tolerada por la planta. Si en casa ya tiene un abono y quiere usarlo, entonces tendrá que diluirlo con agua en proporción.
El Epiphyllum para poder florecer tiene que estar a temperaturas alrededor de los 7-10°C durante el período invernal y sin luz artificial después del ocaso. Con temperaturas más elevadas la planta no florecerá.
El período de floración está entre abril y julio según la planta.
Las flores pueden durar solo un día y una noche o muchos días.
La planta no se poda. Ir eliminando sencillamente las hojas que poco a poco se secan o se estropean para evitar que se conviertan en vehículo de enfermedades parasitarias.
La multiplicación predominantemente ocurre por esqueje.
MULTIPLICACIÓN POR ESQUEJE
Los esquejes que no son otra cosa que porciones de planta, se retiran en verano, del fin de julio - principios de agosto, de unos 10-15 cm de largo. Una vez retirados se instalan en un lugar protegido y fresco y se deja secar la herida del corte unos siete-diez días. Después se plantan en un compost a base de tierra fértil y arena a una profundidad de cerca de 1/3 de su largo y la maceta se instala en una posición sombreada y a una temperatura alrededor de 21°C. Si no logra hacer estar derecho el esqueje se ayuda con un palito. Durante el período de enraizamiento se tiene el compost ligeramente húmedo y después de unas 2-3 semanas los esquejes habrán arraigado. Entonces la planta puede ser tratada como si fuera adulta. Florecerán después de unos 3 años.
Son plantas particularmente resistentes a las enfermedades y a los parásitos.
Este síntoma es índice de que la planta ha tenido demasiados riegos o en todo caso de que el terreno está demasiado mojado.
Remedio: en primer lugar hace falta sacar la planta de la maceta y eliminar las raíces dañadas. Después las partes cortadas deben ser tratadas con un fungicida en polvo de amplio espectro. Luego se hace secar bien la tierra, se restablece la planta en la maceta y se espera al menos una semana antes de regar para dar tiempo, a las superficies cortadas, de cicatrizar. En adelante, regular mejor los riegos.
Este síntoma es índice de que la planta ha sido expuesta al sol directo.
Remedio: desplazar la planta a una posición luminosa pero nunca al sol directo.
Grietas, agujeros más o menos grandes en las ramas se forman como consecuencia de excesivos cambios de temperatura entre el día y la noche.
Remedio: situar la planta de modo que no esté sometida a estos estreses térmicos.
Las manchas sobre el envés de las hojas podrían significar cochinilla y en particular la cochinilla algodonosa o cotonet. Para estar seguros, sugerimos utilizar una lupa y observar. Se caracterizan por tener una especie de escudo protector, de color blanco. Son características, no hay riesgo de error. Además si intenta sacarlas con una uña, salen fuera fácilmente.
Remedio: sacarlas con un copo de algodón mojado en alcohol o si la planta es grande y en maceta, se puede lavar con agua y jabón neutro frotando muy delicadamente con una esponja para retirar los parásitos. Después, la planta debe aclararse muy bien para eliminar todo el jabón. Para las plantas más grandes y plantadas a cielo abierto, puede usar productos químicos específicos.
La palabra Epiphyllum deriva del griego epi «sobre» y phyllum «hoja» o bien «sobre la hoja» para indicar las flores que semejan brotar directamente sobre las hojas, pero en realidad brotan en los márgenes de los tallos.
Comúnmente estas plantas son conocidas con el nombre de cactus orquídea su característica de ser plantas epifitas aunque nada tienen que ver con las orquídeas.
Las primeras hibridaciones están fechadas a primeros de los 1800, en Inglaterra. Desde Inglaterra las primeras plantas híbridas se han difundido en Francia, Alemania y Bélgica y a primeros del siglo XX en los Estados Unidos, sobre todo en California que, gracias al clima favorable, se ha convertido prácticamente en la capital de esta planta del mundo.
