Con el nombre de hortensia se entienden todas las plantas pertenecientes al género Hydrangea y a la familia Hydrangeaceae, que comprende especie arbustivas y trepadoras leñosas, originarias y particularmente frecuentes en las regiones orientales de Asia y del Himalaya, pero también en América.
Poseen tallos robustos con hojas dentadas o lobuladas; las hojas son opuestas en la mayoría de las especies de hortensia y tres por cada nudo.
Las flores, reunidas en inflorescencias más o menos esféricas llamadas corimbos o mazorcas, llevan sobre todo las más exteriores flores estériles, que son reemplazadas por los sépalos, grandes y con forma de pétalos, mientras las demás partes florales han fracasado. Las inflorescencias de hortensia pueden ser de muchos colores, que van del blanco a muchos matices de rojo, rosa, malva, azul y violeta. Los colores se determinan en parte por el patrimonio genético de la planta (algunas variedades de hortensia son exclusivamente rojas o rosas) y en parte dependen del tipo de terreno sobre el que crecen: en terrenos de reacción ácida asumen una coloración azul-violeta, mientras que en terrenos alcalinos se ponen rosa o lila.
Existen cerca de 40 especies de Hydrangea entre las que recordamos:
La Hydrangea macrophylla (foto debajo) es la especie generalmente cultivada como planta de piso. Es una planta semiarbustiva con hojas caducas, grandes y con los márgenes dentados. De esta especie se han conseguido numerosos híbridos y variedades con flores de muchos matices de rojo, rosa, azul o blanco que brotan de la primavera al verano.
Las flores se reúnen en inflorescencias en corimbo, de hasta 20 cm de ancho, con flores estériles y fértiles con grandes sépalos irregularmente coloreados. A continuación, una serie de híbridos y variedades diferentes.
La Hydrangea paniculata (foto debajo) es una especie arbustiva, rústica, medio-alta (es un matorral que puede alcanzar 6 metros de altura) con flores blancas o rosas y hojas agudas con los márgenes dentados.
Florece a partir del mes de julio produciendo inflorescencias en mazorca de forma casi piramidal.
La Hydrangea quercifolia (foto debajo) es un matorral de algo más de un metro de altura con hojas aterciopeladas y rojizas en el envés. Las flores, asociadas en mazorcas, son inicialmente de color blanco y se vuelven de color rosado - rojizo con la madurez.
La Hydrangea aspera (sinónimo Hydrangea sargentiana subsp. sargentiana) (foto debajo) es un matorral de porte erguido que puede alcanzar tres metros de altura.
Es una especie que florece en verano produciendo inflorescencias en corimbos planos, con flores fértiles de color lila y flores estériles de color blanco. Las hojas son de un bonito verde oscuro en el haz y verde claro en el envés. Las hojas y las ramas están cubiertas por una espesa pelusa.
La Hydrangea arborescens (foto debajo) es un matorral con grandes hojas ovaladas-lanceoladas. Las hojas tienen largos pecíolos, son ovaladas y de color verde oscuro. Florece en verano produciendo grandes inflorescencias en corimbo de color blanco.
La hortensia es un matorral perenne que se desviste en invierno y vuelve a brotar en primavera, a primeros de marzo. Florece en primavera (abril) y en un piso su floración puede durar 6-8 semanas, con que se coloque en un lugar luminoso (pero no expuesta directamente a los rayos solares), fresco (la temperatura no tiene que superar nunca 16-18 °C porque la floración se para) y al mismo tiempo se riegue abundantemente, de modo que el mantillo quede siempre húmedo.
A pesar de estos trucos, es muy difícil hacer florecer la planta más años consecutivos si la mantenemos en nuestro piso. La mejor solución es trasplantar la hortensia a un jardín o a una gran maceta en la terraza, cuando nuestra hortensia empiece a mustiarse, cosa que normalmente ocurre después de 2-3 semanas, si no se respetan las condiciones óptimas de temperatura y humedad.
En el período primavera-verano los riegos de las hortensias tienen que ser abundantes y frecuentes, de modo que el sustrato siempre esté húmedo (pero no empapado).
Además es aconsejable pulverizar a menudo la copa (con agua no calcárea) para crear un entorno húmedo genial para la planta de hortensia, estando pero atentos al hecho de que una excesiva humedad puede favorecer el desarrollo de mohos y parásitos.
En el período primavera-verano es oportuno abonar nuestra hortensia una vez a la semana añadiendo un abono líquido al agua de riego.
La hortensia es una planta que extrae una gran cantidad de potasio. Calcule que como media la relación de remoción anual de N:P:K (nitrógeno : fósforo : potasio) es de 1 : 0,7 : 2,3; por tanto es aconsejable distribuir un abono que siga esta regla, es decir con un título alto en potasio.
La época de floración varía de especie a especie y ocurre siempre entre la primavera y el verano.
La poda es una operación muy delicada.
En las plantas que están al exterior, en climas fríos es mejor podar a finales del invierno de modo que las ramas, hojas y todas las otras partes bajas de la planta deberán ser cortadas; luego, protejan del frío las ramas más jóvenes; mientras que en regiones de climas más templados, se puede podar justo después de la floración para permitir a la planta emitir yemas laterales que proporcionarán flores el año siguiente.
En las plantas de hortensia que están en un piso, se puede podar en otoño (septiembre) dejando como máximo dos yemas por rama y colocándola en un entorno frío (va muy bien una terraza cubierta).
Se tiene que partir del supuesto de que casi todas las hortensias florecen de la yema apical (a excepción de Hidrangea Paniculata e Hidrangea arborescens que florecen sobre las ramas nuevas, por lo que se pueden podar en primavera y de las Hortensias trepadoras que no deben ser podadas), así pues vale la regla de que cuantos más brotes produzca, más inflorescencias habrá y hace falta estar atentos a no cortar las ramas antes de la floración (porque se provocaría la emisión de yemas laterales que producirán flores el año siguiente) sino después.
Las partes a cortar son obviamente las flores y las ramas secas cortando sobre la primera pareja de yemas.
No se cortarán las ramas crecidas en el año, fácilmente reconocibles porque presentan una yema en el ápice.
El color de las flores de la hortensia está influenciado por la reacción del terreno. Las variedades de flores rosas se ponen azules si se cultivan en suelos ácidos (ph 4,5) mientras que las variedades de hortensias de flores azules se ponen rosas en terrenos alcalinos (ph 7,5 y más). En los valores intermedios (entre ph 4,5 e 7,5) el color asumirá coloraciones intermedias de azul intenso, a azul claro, al azul, a rosa, a rosa intenso.
A partir de los cultivares rosas de hortensia para conseguir flores azules se aporta aluminio al mantillo y con un abono rico en K2O y pobre en P2O5 que provoca la precipitación de los fosfatos de aluminio. En la práctica se realizan 5-7 riegos del verano al otoño (julio - septiembre) con 5-10 gr de sulfato de aluminio por litro de agua.
Las hortensias se propagan por esqueje.
Cuando acaba la floración, se pueden retirar esquejes apicales de ramas floríferas, de unos 10-15 cm de largo. Se recomienda cortar con una hoja de afeitar o con un cuchillo afilado teniendo cuidado de que el utensilio que se usa para el corte esté limpio y desinfectado (preferiblemente a la llama) para evitar infectar los tejidos.
Después de haber eliminado las hojas más bajas, se hunde la parte cortada en un polvo para favorecer el enraizamiento.
Se instalan luego los esquejes de hortensia en un compost formado por una parte de mantillo fértil y una de arena gruesa.
Haga agujeros con un lápiz, tantos como esquejes y colóquelos como indicado en la foto. Tenga cuidado de compactar delicadamente el mantillo.
La caja o la maceta se cubren con una hoja de plástico transparente (o una bolsita puesta a modo de capucha). La tierra siempre debe ser mantenida ligeramente húmeda (siempre regar sin mojar las plantas con agua a temperatura ambiente). Cada día se aparta el plástico para controlar la humedad de la tierra y eliminar del plástico el agua de condensación.
Cuando empiecen a aparecer los primeros brotes (después de unos 40 días), quiere decir que el esqueje ha arraigado. Entonces se aparta el plástico y se trasladan, con el mismo tipo de mantillo, a macetas pequeñas de barro (si las ha hecho arraigar en cajas) de 10 cm de diámetro, que se colocan al exterior y a la sombra, pero al amparo del frío y de las corrientes de aire.
Se trasplanta en macetas más grandes a la primavera siguiente y se tendrá que todavía esperar un año antes de trasladarlas a casa.
Esta sintomatología es índice de riegos insuficientes.
Remedio: regular los riegos.
Generalmente es debido a un exceso de caliza en el terreno, que a su vez impide la correcta asimilación del hierro y del manganeso (componentes fundamentales de la clorofila, el pigmento verde de las hojas).
Remedio: es oportuno utilizar mantillo ligeramente ácido (ricos en turba) y agua no calcárea; es útil también suministrar sulfato de hierro y manganeso o también quelatos (que permiten la asimilación del hierro) como el Sequestrene.
Es posible que la hortensia esté infestada por nematodos (fitófagos de aspecto vermiforme, de pocos milímetros que viven en el terreno).
Remedio: se aconseja en este caso reemplazar el mantillo si la planta está en maceta, después de haber limpiado esmeradamente las raíces. Si en cambio la planta de hortensia se cultiva al exterior se puede usar un nematocida granulado, insecticida que se encuentra comúnmente en el comercio.
Se trata del mal blanco (Erysiphe polygoni) que se manifiesta sobre las hojas de hortensia en el envés mientras que el haz puede quedar verde o ponerse ligeramente rojizo. La enfermedad puede interesar a todas las partes verdes de la planta de hortensia y los jóvenes brotes dañados aparecen deformados.
Remedio: si la infestación es muy extensa, se combate con tratamientos a base de azufre u otros fungicidas en caso de fuerte infestación. Si ésta es en cambio escasa y limitada a unas pocas zonas, es suficiente eliminar rápidamente la parte dañada.
Se trata del moho gris (Botrytis cinerea) muy característico. Sus ataques son favorecidos por entornos demasiado húmedos.
Remedio: se puede combatir cómodamente, eliminando las partes infectadas, aireando el entorno y disminuyendo la humedad. Si está muy extendido se puede recurrir a tratamientos con fungicidas específicos fácilmente localizables en un buen vivero.
Esta sintomatología puede ser causada por muchos hongos como Ascochyta spp., Cercospora spp., Phyllosticta spp., Septoria spp. Las partes dañadas presentan áreas necróticas foliares redondeadas de diámetro variable de 1 a 5 cm. Las partes dañadas de la hortensia presentan las hojas amarillentas. Estos hongos son favorecidos por elevada humedad, abonos desequilibrados y una excesiva densidad cultural.
Remedio: eliminar las partes infectadas, aireando el entorno y disminuyendo la humedad y tratando con fungicidas específicos fácilmente localizables en un buen vivero (foto de ataque de Ascochyta spp. sobre campánula).
Posteriormente a estas manifestaciones las hojas se abarquillan asumen un aspecto casi polvoriento y caen. Observando cuidadosamente se notan también sutiles telarañas sobre todo en el envés de las hojas. Con estos síntomas muy probablemente estamos en presencia de un ataque de ácaros o araña roja o arañuela un ácaro muy molesto y dañino.
Remedio: aumentar la frecuencia de las nebulizaciones (la falta de humedad favorece su desarrollo) y eventualmente, sólo en el caso de infestaciones particularmente graves, usar productos químicos específicos. Si la planta de hortensia no es particularmente grande, se puede probar también a limpiar las hojas para eliminar mecánicamente el parásito usando un copo de algodón mojado y enjabonado. Después la planta debe ser aclarada muy bien para eliminar todo el jabón.
Si nota estos pequeños animales está en presencia de áfidos comúnmente llamados pulgones. Obsérvelos con una lupa y compare con la foto al lado, son inconfundibles, no puede equivocarse.
Remedio: usar productos químicos específicos localizables en un buen vivero.