El género Jacaranda, indudablemente el más conocido y extendido de la familia Bignoniaceae, comprende en particular plantas originarias de América central y meridional, de Brasil, Paraguay y Argentina.
Se trata de plantas que recuerdan a las mimosas, de hojas caducas (que se pierden en determinados períodos del año), de porte arbóreo o arbustivo, de aspecto muy elegante, caracterizadas por hojas muy grandes, opuestas, bipinnadas, pecioladas, constituidas por numerosas hojuelas lanceoladas y terminando en punta.
Florece a partir de la primavera avanzada y se puede tener una segunda floración en otoño. Produce flores de color violeta, tubulares, de 5 cm de largo, hermafroditas, asociadas en inflorescencias en mazorca que aparecen antes de la aparición de las hojas.
Los frutos son cápsulas bivalvas de color marrón oscuro y contienen en su interior muchas semillas aladas.
En sus países de origen la jacarandá es una planta muy usada como arbolado vial, donde es un auténtico árbol alcanzando hasta 20 m de altura, con un tronco de 30 cm de diámetro.
Es una planta de rápido crecimiento.
Existen 40 especies pertenecientes al género Jacaranda pero la especie más usada y cultivada es la
La Jacaranda mimosifolia está caracterizada por hojas que forman grandes frondas de un bonito color verde brillante, de 40 cm de largo.
En la naturaleza es un auténtico árbol alcanzando los 20 m de altura mientras que en un piso difícilmente supera 1-1,2 m de altura. Sus flores son grandes, de aspecto sedoso de color azul-violeta, asociadas en mazorcas terminales aunque en un piso muy raramente florece.
Le Jacaranda no son plantas que solicitan particulares cuidados de cultivo. Viven bien a las temperaturas ambientales normales soportando bien también temperaturas veraniegas altas. Temen el hielo por lo que es importante que las temperaturas no bajen de 0°C si no es por períodos breves.
Viven sobre todo al exterior y a pleno sol, siendo más usadas como arbolado vial o para adornar parques y jardines, pero crecen bien también en maceta.
Para limpiar las grandes frondas, hágales duchas periódicamente. No use nunca abrillantadores foliares que obstruyen los estomas de las plantas impidiéndoles la respiración.
El terreno durante el período primavera-verano debe ser mantenido húmedo teniendo cuidado con no dejar estancarse el agua en el posamacetas. Durante el período otoño-invierno se riega lo justo para mantener el terreno ligeramente húmedo.
Las jacarandá se trasplantan cada año en primavera utilizando una maceta de dimensiones poco a poco más grandes que las precedentes hasta alcanzar el diámetro de unos 30 cm. No hay que ir más allá de esa medida sino que nos limitaremos, cada año, a reemplazar la capa superficial del terreno (2,5-5 cm), con sustrato fresco.
Se utiliza un buen sustrato fértil mezclado con arena gruesa y preferiblemente terracota, que con respecto a las macetas de plástico, permite transpirar al terreno.
La Jacaranda debe ser abonada durante el período primavera-verano cada dos semanas, mezclando al agua de riego un buen fertilizante líquido. Durante los otros períodos los abonos deben ser suspendidos.
En lo que concierne al tipo de abono a suministrar, existen a la venta muchos tipos pero es buena norma leer la etiqueta que indica la composición y suministrar un abono que además de contener macroelementos como el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K), contenga también microelementos como el magnesio (Mg), el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), todos importantes para el crecimiento de la jacarandá.
En piso es muy raro que la Jacaranda florezca. En la naturaleza generalmente se tienen dos floraciones de las que la más abundante, se tiene a partir de la primavera avanzada y la otra en otoño.
La planta no se poda generalmente o si se efectúa es solo para contenerla, por ser una planta que crece y se desarrolla rápidamente o para eliminar eventualmente frondas dañadas.
Las Jacaranda se multiplican principalmente por semilla pero también por esqueje.
Durante los primeros dos años es mejor mantener las plantas en un entorno protegido antes de ponerlas al exterior.
Las Jacaranda no son plantas particularmente sometidas a enfermedades.
También es conocida con el nombre de palisandro y de tarco.
Su madera se usa en ebanistería para la producción de pianos y guitarras.
En Andalucía ha sido adoptada como adorno de las avenidas ciudadanas y se puede encontrar prácticamente un poco en todas partes.
En consideración al hecho de que la jacarandá es una planta muy decorativa, de rápido crecimiento y que no tiene grandes problemas de cultivo y resiste bien a la polución, en muchos países ha sido adoptada como planta para el arbolado vial. En cambio, según la IMAC (Iniciativa Mexicana de Aprendizaje para la Conservacion) esta planta tiene la gran desventaja de que, dada su abundante floración y por lo tanto la abundante producción de semillas, al caer estas en el terreno, forman auténticas alfombras herbosas, provocando serios problemas en los alcantarillados y además, al ser una planta muy adaptable y de rápido crecimiento, sustituye muy rápidamente a otras poblaciones vegetales.
(es) IMAC (Iniciativa Mexicana de Aprendizaje para la Conservacion)
